Sueños húmedos con la nerd | 𝗝𝗟

15

› Lisa.

No podía dejar de sonreír, mi rostro me lo impedía, mis amigas aún no sabían que paso pero sabían que la responsable era Kim Jennie.

En realidad después de la clase de literatura no la había vuelto a ver. Ahora me encontraba caminando hacia mi próxima clase pero me detuve cuando vi a Jennie en un salón con el capitán de basketball y Miyeon, me asomé con cuidado de que no me vieran por la ventana.

— ¿Acaso te gusta la nerd, Lalisa? — Miyeon miraba fijamente a Jennie.

— Obvio que no, es horrenda — sentí que mi corazón se detuvo para romperse.

— ¿En serio? Si no te gusta, no te molestará besar a Seungmin, ¿Verdad? — Miyeon la miraba con una sonrisa mientras que Seungmin se le acercaba a Jennie, tenía la esperanza de que no hiciera, que fuera mentira pero Jennie lo agarró de la nuca y lo besó con ganas, sentí un dolor inmenso que mis piernas empezaron a temblar.

Salí corriendo al patio, me sentía horrible, pensaba que al fin de tanto tiempo la chica que se había robado mi corazón al primer instante me correspondería pero no, obviamente no.

> Jennie.

— ¿Feliz? — la miré separándome del chico y ella asintió.

— Yo si, Lisa tal vez no

— Espera... ¿Qué?

— Que mal de que no te hayas dado cuenta de que Lisa estaba mirándote por la ventana — yo la miré con todo el odio del mundo antes de salir corriendo de aquel salón, lo he arruinado y todo por mi estúpido orgullo.

La busqué en todas partes pero no aparecía por ningún lado, pasé mis manos mi preocupado rostro.

— Lisa perdóname — murmuré apoyándome en un árbol y cayendo sentada en el suelo.

— No te perdono — casi doy un grito del susto, rodee el árbol y Lisa estaba ahí, sus ojos estaban algo rojos y sus mejillas mojadas, ella había llorado por mí.

— Lisa, perdóname en serio, me deje llevar por mi orgullo — traté de acercarme pero ella se alejó.

— Jennie, no tienes que explicarme, no somos nada, solo somos dos chicas que tuvieron sexo — me sentí muy mal por sus frías palabras  — Feliz resto de tarde — dicho eso se fue.

Senti mis ojos arder, iba a llorar y no quería llorar, pasé mis manos por mi rostro logrando quitar algunas lágrimas que habían caído pero luego levanté el rostro, iba a ganarme el corazón de Lisa, no sabía cómo pero lo iba a lograr.

› Pijamada en la casa de Momo.

— A ver si entendí, ¿Quieres que nos vistamos como mariachis para despertar a Lisa a las tres de la mañana y tú dedicarle una canción? — asentí hacia la pregunta de Rosé — ¿Qué crees que es esto? ¿La rosa de Guadalupe? — rodé los ojos.

— ¿Y esta rosa? — Irene preguntó mientras agarraba una rosa de la mesa de Momo.

— Me la regaló Lisa — Sonrió Rosé oliendo la rosa.

— ¿Me ayudarán o no? — las miré fijamente y ellas asintieron.

— Le pediré a Dahyun la dirección — dijo Momo marcando el número de la nombrada.

— Yo buscaré la ropa — hablo Rosé levantándose de la cama.

— Iré a comer — pellizque a Irene — ¡Deja!

Lisa, voy por ti.