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›  Jennie

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›  Jennie.

Lisa me miraba fijamente, en sus ojos había un mar de profundo deseo y lujuria, miré sus labios y ella paso su lengua lentamente por ellos humedeciéndolos.

— Bebe... Bájate... — su voz sonó algo ronca y
aquello me encantaba, le daba un toque sexy.

Obedecí a su petición y me bajé de ella quedando arrodillada en la cama a su lado, ella se levanto de la cama y paso sus dedos por su cabello

— Colócate en cuatro para papi... — me miró con una picara sonrisa.

— Lo que usted diga... Papi... — lamí mis labios mientras me colocaba en cuatro con el trasero hacia ella, solo para tentarla más levante un poco mi trasero, podía sentir su ardiente mirada en mis nalgas — ¿Así está bien papi? — le pregunte mordiendo mi labio inferior.

— Así esta muy bien bebé... — sentí que sus manos se colocaron en mis pantorrillas y subieron lentamente recorriendo mis muslos hasta llegar a mis nalgas las cuales agarró y apretó con fuerza.

— P-papi- ah~... — gemí suavemente levantando un poco más mi trasero en sus manos.

— ¿Te gusta como papi te hace sentir Bebe? —asentí a su pregunta recibiendo más de sus apretones que me sacaban leves gemidos llenos de más.

Lisa dejó agarrar mis nalgas para así desabrochar el botón de mi falda y bajarlo hasta sacármela y tirarla en algún lado, la sorpresa que le tenía era que llevaba lencería de encaje puesta de color negro.

— Bebe, voltéate hacia mi-ñ — me voltee quedando frente a ella arrodillada en la cama — Estas muy sexy... — Lisa me quitó la blusa dejándome solamente con la lencería puesta — Dios mio bebé... — sonreí, a Lisa le encantaba como estaba.

— ¿Le gusta papi? — le pregunté lamiendo mis labios y regalándome una coqueta sonrisa.

— No sabes cuanto... — sus manos fueron a mi cintura y me pegó hacia ella con algo de fuerza — Eres tan sexy Bebe... — me estremecí al sentir sus manos de nuevo en mis nalgas y masajeandolas de modo que yo empezara a jadear.

— papi... Quiero más... — coloqué mis manos en sus hombros, ella soltó mis nalgas y me miró detenidamente.

— ¿Tan caliente estás? — asentí a su pregunta, ella sonrió — Siéntate en la cama Bebé... — hice lo que me pidió, me senté en le borde de la cama y ella se arrodillo frente quedando su rostro frente a mi entrepierna.

Inconscientemente mis piernas se abrieron dejando ver mi centro seguro mojado por esos toques que ella me dio.

— Aah~... Papi... — gemí al sentir su lengua en mi centro por encima de la tela de mis bragas.

Mis manos fueron a su cabello enredando mis dedos en el y empujando rostro más a mi centro. Mi cabeza se dejó caer hacia atrás cuando sentí que bajó mis bragas hasta quitármelas y pasar su lengua salvajemente ahí.

Sueños húmedos con la nerd | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora