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› Jennie

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Jennie.

En el hospital.

Ya habíamos llegado, salí lo más rápido del auto y corrí al hospital, cuando entré me acerqué a la recepción.

— Disculpe, ¿Se encuentra alguna paciente llamada Lalisa Manoban? — la chica dirigió su mirada a la computadora y luego de un largo minuto me miró.

— Piso 3, habitación 205 — la chica me sonrió amablemente. Luego de haber subido al nivel 3 busqué la habitación, dure un poco pero al fin la encontré, respiré hondo, agarré la manija y entre a la habitación.

— ¿Eh? Hola Jennie — Lisa me saludó estando acostada, todo en ella se veía bien hasta llegar a su brazo izquierdo que estaba enyesado, me le acerque preocupada.

— ¿Qué te pasó? — la miré llena de preocupación aunque un poco más calmada, no había sido algo tan grave.

— Es una larga historia — me senté en el borde de la cama y la miré.

Flashback.

Lisa.

— Lisa, ten cuidado, te puedes caer — estaba en la casa de la mama de Jennie, había venido a ver si ella estaba aquí pero al parecer no, en cambio ahora estoy ayudando a su madre a bajar un gato que esta en la rama de un árbol.

— No me voy a caer tranquila — me senté en la rama y me acerque un poco al animalito — Ven gatito, gatito, ven gatito, gatito — cuando lo iba agarrar el gato se lanzo al suelo y cayo de pie en el césped — Gato del demonio—  murmuré  ¿Ahora cómo me bajo yo de aquí? — Disculpe señora Kim, ¿Le molestaría llamar a los bomberos? Otro gato se quedo en el árbol — abracé la rama cerrando los ojos, no se veía tan alto hace unos minutos.

— Ay Lisa, ahora mismo busco la escalera.

¿Tenía una escalera? Dure 10 minutos tratando de subir y había una maldita escalera.

Cuando la mujer se fue a la casa la rama se empezó a romper, yo no era muy creyente pero ahora mismo estaba rezando el padre nuestro pero en esta ocasión no estuvo de mi lado, la rama se rompió y caí al suelo, lo peor fue que mi brazo izquierdo quedo debajo de la rama y todo mi peso más el de la rama quedo sobre el.

Fin del Flashback.

— Y así fue como grité con todas mi fuerzas y quedé aquí — la miré apretando los labios.

— Al final ni tan larga fue ― reí y ella rodó los ojos — ¿Y el gato? — pregunté.

— Pues bigotes esta muy bien en tu casa — ella sonrió y yo también, me fuí acercando a su rostro y roce sus labios con los míos, sus mejillas se tornaron levemente rojas igual que las mías.

Lisa se sentó en la cama con cuidado y yo acaricie el yeso mirándolo.

— Jennie — me voltee a mirarla y me encontré con sus labios sobre los míos, empezamos a mover los labios lentamente disfrutando del sabor de la otra hasta que tuvimos que separarnos para respirar — Linda gatita — le di un pequeño golpe en la frente, desde que vio mi álbum de fotos donde estoy vestida de un gato no deja de molestarme con ello.

La puerta se abrió, dejando pasar a mis tres amigas y a Jisoo quién las había traído.

— ¡Quiero firmar! — Irene y Jisoo gritaron
al unisono, luego se miraron de manera
"romántica" y se fueron acercando a la otra, hasta que Rosé abrazo a Lisa y la alejo de Irene.

— ¡Vete con tu oso espantoso! — Rosé le mostró la lengua e Irene la miro ofendida.

— Ella es muy hermosa, solo que no le gusta arreglarse mucho — Irene se cruzó de brazos mientras Momo se mantenía al margen.

— Me agradan tus amigas — miré a Lisa y ella sonreía.

— Me agrada que te agraden — le respondí y besé su mejilla.

— Me agrada que te agraden — le respondí y besé su mejilla

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Días después.

— ¡Ahora si te jodes! — mis amigas me agarraban con fuerza, bueno, al menos dos, ya que Irene estaba apostando a mi en la desgreñada que me iba a dar con Miyeon.

— ¡Suéltame Jisung! — Miyeon le gritaba al chico tratando de zafarse y yo también trataba de hacerlo, le iba a matar por haber besado a MI Lisa que ahora trataba de calmarme.

— Jennie, por favor relájate, no tienes que pelear — la miré pero luego mi vista fue a sus labios y me volví a enojar.

— ¡Te voy a moler a golpes maldita marginada! — creo que no debí ver esa novela anoche.

— ¿Qué está pasando aquí? — cuando todos escucharon la voz de la directora se fueron corriendo incluyéndome a mi y a Miyeon

— ¡Cuando salgamos de aquí te bajare esas extensiones! — le grito luego de haber escapado de la directora.

— Ahí te veré — ambas nos mostramos el dedo medio antes de entrar a nuestras clases.

— Ahí te veré — ambas nos mostramos el dedo medio antes de entrar a nuestras clases

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Sueños húmedos con la nerd | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora