El tiempo pasa rápido cuando estás llevando a cabo tus proyectos, más si tienes a la persona indicada a tu lado. Ese nuevo programa, nos consumió mucho más tiempo, pero nos abrió unas oportunidades únicas; no pasábamos más de 3 días en un mismo lugar, viajábamos como nunca, y hacíamos de nuestra relación, la mejor de todas. En todo ese ajetreo me olvidé un poco de la escritura, pero como sabrán lo que se dedican a esta rama; es como nadar contracorriente el no escribir cuando tu corazón te pide a gritos que plasmes lo que sientes. Yo tenía la inmensa dicha de tener la inspiración durmiendo a mi lado...
"Muchos me preguntan qué se siente trabajar junto a la persona que amo, pero yo les puedo asegurar a todas esas personas que no se siente tan bien como el vivir a su lado. Se siente excelente admirarla mientras te ayuda a cumplir tus sueños, pero esto se queda pequeño al lado de esa sensación que me recorre el cuerpo cuando despierto a su lado, cuando me levanto temprano y ella en seguida sigue mis pasos, cuando tengo una idea y ella tiene la parte faltante de esta, por eso nos complementamos. Cada mañana cuando al otro lado de la cama suena el despertador, estiro mi abrazo para apagarlo, y así comenzar el día abrazando a esa mujer que hace de mis días mejores. Nieves está más cerca del despertador, pero no importa qué tanto suene, ella no lo apaga porque lo que a ella la despierta, no es el ruido, sino el silencio de mis abrazos. No importa cómo esté el clima, ella siempre se levanta y abre la ventana. Se detiene unos minutos para contemplar ese nuevo día, mientras yo contemplo su belleza, desde la firmeza de sus piernas, hasta el ritmo en que se mueve su cabello con el viento... Un día entendí que mi único contrincante era el viento de esas mañanas, porque él lograba tocar su rostro antes que yo. Lograba pasar por sus labios antes que yo diera inicio a mi día gracias a ellos. ¿Cómo hago para no odiarlo? Simple. A ella no le importa qué tan lindo está el día, o qué tan fuerte sople en viento, siempre regresa a mí, dejando la ventaba abierta. Es ahí donde el viento, pasa de ser mi enemigo, a ser el único testigo de nuestro amor."
En ese texto encontré la respuesta a mi pregunta de qué había hecho durante esos tantos meses.
Las grabaciones continuaron de una manera tan fascinante, que nunca lo imaginábamos. Era trabajar durante toda la semana, para el domingo sentarnos todo el equipo a contar nuestras más extrañas experiencias. Durante esos viajes vivimos muchas cosas, desde hoteles que eran un caos, hasta llevarnos sorpresas. Una de estas tan recordadas sorpresas ocurrió llegando a un pequeño pueblo del occidente del país. Teníamos que resaltar un poco la gastronomía, el lugar, su clima, su gente y más fieles costumbres. Esperaba llegar a un lugar lleno de niños con pómulos enrojecidos por el sol, y señores que, con su acento marcado, nos atendieran con mucha humildad. A medida que nos íbamos acercando, podíamos notar que las cosas no eran como imaginamos. La arquitectura era como esperábamos, pero esas personas tenían un estilo de vida muy diferente al que decía en la mayoría de páginas webs y libros. Nos dirigimos a una linda posada, la cual parecía era lo único cultural que quedaba. Cuando preguntamos por sus costumbres, la recepcionista con tono más refinado que el nuestro, nos respondió:
| ¿Disculpe? No, eso era antes. Ahorita es un lugar normal. Eso de los animales de granja, y ensuciarse los zapatos, quedó atrás. Actualicen esa información que buscan, por favor.
"Animales de granja" Con esa frase entendimos que las cosas estaban muy cambiadas, aunque no dejaban de ser un pueblo a 5 horas de la ciudad más cercana.
Tuvimos que reunirnos para cambiar todo el guion. Pasamos de resaltar la cultura de ese lugar, a ser quienes les recordaban a ellos mismo cómo era. Acostumbrábamos conseguir un atuendo para mostrarlo, por lo general, Nieves era esa modelo que resaltaba mucho las vestimentas. Pero en esa oportunidad, nadie sabía cómo definirnos cómo era su vestimenta típica. Por primera vez, grabamos y pasamos desapercibidos. Las personas nos miraban e ignoraban. Nadie se asombraba por las cámaras, nadie se preguntaba quienes éramos. Eso nos puso más nerviosos de lo acostumbrado, lo que nos llevó 5 horas de grabación, entre pausas y nuevos enfoques. Ibrahim estaba tan decepcionado de este lugar, que nos convenció de irnos al finalizar de grabar.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Camino al Cielo
Romance"Nuestro Camino al Cielo" es una historia diferente a las plasmadas; va mucho más allá de lo soñado, tanto que llega ser una realidad en cada día a día. Tantos días atrás de un mismo objetivo "Ser feliz" son miles de preguntas que llegan ¿Será posib...