Nuestro Camino al Cielo

SI ME VOY, SENTIRÉ ALIVIO

            Para nosotros ese viaje a la playa era de suma importancia, ya que sabríamos qué vendría después. Seguramente una nueva temporada. Había escuchado a uno de los editores mencionando otros países, y me emocionaba mucho la idea que cruzáramos la frontera con nuestro programa, pero era una idea gigante en comparación a lo que estábamos haciendo. El día añorado llegó junto a un sol radiante y el cielo azul en plenitud, sin una nube que dañara u opacara su brillo. Salimos temprano, casi que al mismo tiempo que ese sol que nos acompañó hasta parque carena, donde nos encontramos con Ibrahim y parte del equipo. Ibrahim iba en su camioneta, y yo seguía su paso, lo que era bastante complicado, ya que ni la cilindrada, ni la vía, ayudaban a estar siquiera cerca de él. Miré la hora. Eran las 8:27 am. La camioneta de Ibrahim se veía unos 5 carros delante de nosotros. Pasamos un par de curvas en ascenso, hasta llegar a una parte donde se podía apreciar la belleza de la ciudad y a la lejanía, se veía el mar con su encanto deslumbrando nuestra vista. Fue necesario hacer una parada, necesitábamos una foto en ese lugar. Estuvimos unos cortos 5 minutos, y seguimos el paso. Nieves quería manejar, quería sentir la brisa en su piel, quería sentir esa felicidad de llevarnos a un lugar donde seriamos felices. Yo estaba encantado con esto, pues así podía mirar a mi izquierda y admirarla al mismo tiempo que admiraba la belleza del mar...

             Les juro que esta parte de mi vida se siente como si hubiera sido ayer luego de narrar tantos momentos que olvidaba... Aceleramos el paso, un par de curvas más. Varios carros frente a nosotros. Se podía apreciar la camioneta de Ibrahim intentando adelantar algunos de estos. Nieves hacia lo mismo, con bastante cautela. Siempre admiraré esa manera de manejar. Luego de una pequeña recta, llegamos a posicionarnos atrás de Ibrahim. Miré a Nieves. Estaba atenta al camino. Miré al frente. Ibrahim cruzaba ligeramente a la izquierda para mirar. Lo hizo. Dejó pasar un carro, y se lanzó a la aventura de adelantar eso que frenaba su camino. Nieves siguió su paso. No sé cómo, pero pude ver el tiempo detenerse ante mis ojos; la camioneta frenó bruscamente y cruzó a la izquierda repentinamente, apartándose del camino. Dejándonos de frente a un deportivo marca Ford, color mostaza, aproximándose a toda velocidad. Voltee, Nieves estaba bloqueada. Un parpadeo y todo volvió a su velocidad normal... hasta ese momento recuerdo ese día.

           Lo siguiente que recuerdo, fue abrir los ojos y ver a una enfermera suministrando algo en una vía intravenosa en mi brazo derecho. Cerré los ojos. Traté de recordar quién era. Lentamente fui entrando en razón, mi corazón se aceleraba. La enfermera me pidió que respirara profundo. Quería abrir los ojos, pero me sentía muy cansado como para hacerlo. En mi mente vino un "Por favor, que sea una pesadilla" pero no me desperté. Sentí como la fuerza iba regresando a mi cuerpo de la misma manera que el dolor aparecía. Abrí los ojos, estaba con un collarín, una muñeca enyesada, al igual que mi pierna izquierda. Estaba solo. Traté de hablar, y con la fuerza que me había llegado exclamé:

         | ¿Hola?

Una enfermera entró. Era otra. Me sonrió y exclamó que todo estaba bien, solo debía descansar. Le pregunté qué había pasado, pero no me respondió. Solo me indicó que debía esperar, le notificarían a mi familiar que pasara. En ese instante cerré los ojos y traté de recordar. Llegué hasta el momento donde estábamos adelantando el carro y fui interrumpido por la voz de Ibrahim. Abrí los ojos. Estaba ahí, de pie, con un tono de piel pálido. Me saludó con una sonrisa y lágrimas en los ojos que aparecían como el dolor en mi pierna. Le pregunté qué había pasado. Él dudó un poco, pero me respondió:

          | Hermano... Tuvimos un accidente el sábado. Pensé que te perdería. Es mi culpa. Yo me lancé a lo loco a pasar, pero venía un carro. Tiré el carro al lado izquierdo, gracias a Dios no nos pasó nada, fue un gran --- ¡NIEVES! --- exclamé.