♡ CAP. 48 - Epílogo - Parte 1 ♡

420 40 11
                                    




- Oh por dios, está sucediendo.

Joaquín no podía creer que, efectivamente, una vez cumplió la mayoría de edad pudo irse a vivir con el alfa a la hermosa casa que éste había terminado de pagar.

Era un lugar que a pesar de ser sencillo se sentía hogareño.

Tenía un pequeño jardín de flores en el patio frontal, mientras que por dentro tenía una linda cocina, una sala espaciosa, y una habitación. En la planta de arriba habían 2 habitaciones más con sus respectivos baños, además de un pequeño balcón con vista a la calle.

- Habías dicho que era pequeña. - Fué lo primero que dijo al terminar de recorrerla.

- Es perfecta, ¿no? Hay una habitación para nosotros, otra para Bella, y otra para el hermanito que le daremos en unos años. - Fué la respuesta de Emilio.

Joaquín sonrió, sintiendo cómo su alfa lo abrazaba por detrás

- Tienes razón, es perfecta.

Un llanto proveniente de la sala se hizo presente.

Una Bella de 5 meses acababa de despertar en su cuna, la cuál improvisadamente estaba en la sala.

Ambos corrieron a verla.

- Buenos días, pequeña~ - Canturreó Joaquín, tomándola con sus brazos.

La niña se calmó al instante.

- Cada día siento que se hace más hermosa - Dijo Emilio.

- Lo hace. Ay, mi vida. - Joaquín sonrió con demasía cuándo la bebé le dedicó una sonrisa.

- Hasta culpa me está dando de dejarla ésta noche con tus padres. - Mencionó el alfa.

El castaño rió. - Ni modo, mi vida. Tus papis deben estrenar su habitación hoy.

Ésta vez Emilio también rió.

En el transcurso de 3 meses sus vidas habían cambiado, especialmente desde su graduación para adelante.

Joaquín había conseguido una beca en una universidad a la que iba solamente los sábados, sus padres pagaban el 10% que dicha beca no cubría.

Así fué cómo Joaquín cuidaba a la bebé entre semana mientras, Emilio, asistía a la universidad por las mañanas y trabajaba en las tardes, llegando a casa pasando las 8 de la noche.

Sí, para muchos podía ser una rutina algo pesada, difícil e incluso estresante, pero para el alfa era la forma de vida en la que ya estaba acostumbrado. Se decía a sí mismo que todo eso sería sólo por 3 años, y una vez que se graduara todo iría mejor y menos pesado.

Eran ocasiones cómo esas, domingos, en los que ambos tenían todo el día libre, y pese a que Joaquín había cumplido la mayoría de edad hace 2 semanas, ya se habían podido mudar juntos.

Los padres del omega les habían ofrecido cuidar a la niña el domingo por la noche, pues entendían lo ajetreados que solían ser sus días de lunes a sábado, y esperaban que al menos 1 vez en meses pudieran relajarse y dormir una noche sin preocupaciones.

Joaquín se había negado, no sintiéndose bien con dejar a su hija, pues lo hacía sentir irresponsable. Pero su madre le dijo que era un gran padre y un sólo día no iba a convertirlo en un irresponsable.

Entonces, fué así cómo el domingo a las 6 de la tarde los señores Bondoni fueron por su nieta. La niña había estado encantada, y no había llorado lo más mínimo al dejar a sus padres, pues sabía que sus abuelos le prestaban mucha atención y jugaban con ella.



Reason // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora