Joaquín es un chico que para su mala suerte se acaba de presentar cómo omega.
Su novia lo dejó al enterarse y se puso de novia con el alfa que le venía coqueteando desde hace tiempo, Emilio Osorio Marcos.
Pero ¿Qué pasará cuando el lobo de Emilio...
- ¡Papá, papá! ¡Mi vestido se atoró! - Gritó una niña pequeña de 5 años, tratando de zafar su vestido blanco que estaba siendo retenido por la esquina de una mesa.
Joaquín rápidamente hizo ademán de ir a auxiliarla, pero Nikolás lo detuvo antes de siquiera agacharse.
- Yo lo hago, tú no te puedes agachar por el embarazo.
Joaquín rodó los ojos mientras veía cómo el alfa zafaba el vestido de Bella.
- Listo, linda.
- ¡Gracias tío Niko, eres el mejor! - La niña lo abrazó de las piernas, ya que era lo único que alcanzaba.
Nikolás por su parte acarició su cabeza.
- La vas a despeinar. - Habló Diego mientras le hacía un relajante masaje de hombros al omega castaño.
- Alan le puede volver a hacer el peinado. - Dijo el alfa.
- Fué difícil, Bella aún me odia. - Dijo el omega olor a vainilla.
- No te odia, Alan. Bella abraza a tu tío Alan.
La niña lo miró con resentimiento, abrazándose más a Nikolás.
El alfa le sacó la lengua a los demás, gozando de la preferencia.
- Bella, no seas así. En todo caso enójate conmigo, Alan tenía que hacerte el peinado, ¿querías salir toda despeinada a la boda de tus padres? - Preguntó Joaquín.
La niña aún sin decir nada avanzó hacía Alan, su mirada aún reflejaba molestia, pero lo abrazó.
- No puede volver a cepillarme el cabello, tío Alan.
- ¿Me perdonas, pequeña? - Pidió devolviendo el abrazo. - Fué culpa de tu papá.
Joaquín rodó los ojos, riendo.
- Papi malo. Me dolió mi cabecita. - Se quejó sacándole la lengua a su padre.
- Le voy a decir a tu papá que me estás sacando la lengua. -Amenazó.
- ¡No, no! - Pidió, recordando aquella vez que Emilio la había regañado y cómo castigo la subió a una silla y la hizo lavar 3 platos. - Papi, estás muy lindo.
Joaquín entrecerró sus ojos.- Mmmm...- Finalmente sonrió, parándose de su silla y extendiendo sus brazos.- Dame un abrazo.
La niña corrió, feliz a abrazar a su papá omega.
- ¡Eduardo dice que Emilio ya está en el altar! Vamos.- Mencionó Nikolás, apresurado.
- Vas primero, Bella. Debes ir aventando los pétalos blancos.
La niña agarró su pequeña canasta, lista para salir a brillar.
- Mierda, ya no quiero salir. - Joaquín volvió a ponerse nervioso.
- ¡Dijiste mierda, papá!
- ¡No lo digas tú!
- Tranquilízate, Joaquín. Es sólo Emilio. - Dijo el alfa.
- L-lo sé, pero me dá nervios, finalmente estaremos casados. Dios.
Diego volvió a hacerle masaje en los hombros.
- Vamos, papi. Ya ví a mi papá. - Dijo la pequeña, quién se había asomado por la puerta hacía aquel jardín.
Entonces Joaquín suspiró, listo para salir.
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