♡ CAP. 16 ♡

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— Tu cuarto huele mucho a tí. — Fué lo primero que dijo el alfa cuándo entró a la habitación de Joaquín.

— ¿Quizás porque paso aquí casi todo el tiempo? — Dijo algo obvio.

Emilio se sentó sobre la cama de Joaquín mientras el castaño se deshacía de la sudadera que tenía, que por obvias razones era del alfa y desapareciendo unos segundos por la puerta del baño para volver con unos shorts que le llegaban a mitad del muslo y la prenda en sus manos.

— ¿Quieres que te dé la que tengo puesta? — Fué casi cómo si el rizado leyera sus pensamientos.

— Sí, ten.

Hicieron un intercambio, así Emilio se pondría la que ya había usado para volver a impregnar su aroma y de cierta manera se estaban acostumbrando a hacer eso.

Joaquín se sintió a gusto de ponerse una prenda llena del aroma del alfa.

— Ven, aquí. — Pidió el alfa, extendiendo sus brazos y piernas aún sentado.

El omega hizo caso, riéndose de él mismo por ser tan sumiso, pero sabía serlo cuándo era conveniente.

Se posicionó justo entre las piernas del alfa, pero no contaba con que éste lo iba a hacer sentarse sobre una de éstas, provocando que el omega tuviera que rodear el cuello de él con sus brazos.

Y fué así que dieron inicio a una sesión de besos.

Al principio fueron sólo los roces de sus labios moviéndose a su antojo, pero ésta vez fué Joaquín el primero en sacar su lengua y eso volvió loco al rizado, quién hizo lo mismo, colocando una de las manos que antes estaba en la espalda del castaño ahora en su muslo, tocando la piel suave y esperando que Joaquín no lo apartara.

Fué cuándo rompieron el beso que decidió preguntar. — ¿Está bien para tí si tocó tus piernas?

Joaquín se sonrojó, pero asintió. — No me molesta.

— Eso es bueno, son realmente suaves. — Dijo acariciando, tanteando los limites del chico.

El omega se sintió avergonzado de que Emilio halagara sus piernas, así que sólo atinó a besar rápidamente la mejilla del chico y esconder su rostro en el cuello de éste.

El alfa rió, abrazando a Joaquín, quién también lo abrazaba por el cuello. — ¿Qué pasó?

— Me pusiste nervioso, no sé cómo responder a tus halagos.— Dijo contra su cuello.

— Eres muy lindo, Joaquín.

— ¡Ya! — El omega estaba rojo, rehusándose a salir del cuello de su alfa, que ahora era una especie de lugar seguro para no mostrar su rostro.

— Muy, muy, muy lin-¡ah!

Fué que sintió a Joaquín morder levemente su cuello.

— No creo que ésto funcione así, pero aceptaré tu marca.

Joaquín rió escandalosamente, sentándose correctamente sobre el regazo del alfa. — Tenía que callarte.

— Puedes callarme poniendo algo en mi boca.

— ¿Qué?

Sí, Joaquín había malpensado completamente la situación.

— Tus labios, Joaquincito. Al menos que tu pervertida mente haya traído tus deseos a flote.

El omega lo golpeó levemente en la otra pierna.

— Auch, te aprovechas de lo mucho que me gustas.

Reason // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora