Annael (The lord of the rings)

Capitulo.-13 Moria.

Capitulo.-13 Moria.

- ¿pero que me paso?- pregunte a Gandalf y Aragorn ya que eran los únicos que se encontraban conmigo ¿dónde estarán los demás?

- Al caer la nieve todos salimos de ella a acepción de ti, Legolas al notarlo se lanzó al lugar en el que habías estado antes, al encontrarte estabas inconsciente pero bien, aun así nos preocupamos porque no despertabas pero al llegar aquí Gandalf me explico el porqué de tu desmayo y de tu agotamiento.- Aragorn me observaba orgulloso pero a la vez preocupado como si de una nueva y propia guerra se llevara a cabo en su interior.

- No entiendo- dije a ambos.

- Annael, tú nos salvaste de morir aplastados- dijo Gandalf.- Es por eso tu agotamiento, yo mismo vi y sentí ese inmenso poder que usaste para mover la nieve.

- Pero yo no hice nada fue Manwë, el me guio, me ayudo a usar mi poder-dije observando la sorpresa en el rostros de ambos.- Pero ¿Cuánto llevo dormida?

- Solo un día- dijo Aragorn.

- Y ¿adónde nos dirigimos?-dije levantándome un poco.

- A Moria-dijo Boromir llegando de la nada causando que con la simple mención de ese nombre me vinera una oleada de espeluznante información acerca de lo que nos encontraríamos hay abajo.

Después de la oleada de abrazos de parte de los hobbits y una rápida comida nos pusimos nuevamente en marcha descendiendo hasta llegar al pie de la montaña, esta vez era Gimli quien iba junto a Gandalf con la cabeza en alto y orgulloso ayudándolo de vez en cuando a encontrar el debido camino para llegar a las puertas de Moria pues creo que él más que nadie quería llegar a las minas. Yo por otro lado sabiendo bien todo lo que una vez hubo en las minas y que muy posiblemente siguiera viviendo hay no sabía que pensar ¿temía? No, no tenía miedo al menos no temía por mí, temía por mis amigos y lo que se ocultaba en la oscuridad.

- ¿En qué piensa mi señora?- pregunto Merry tomando por sorpresa.

- ¡Ay! Merry me asustaste-dije llevándome la mano al pecho.

- Perdóneme mi señora, no era mi intención asustarla-dijo Merry algo apenado.

- Tranquilo no pasa nada, sobre tu pregunta, solo pienso en que la montaña nos ha derrotado- dije mintiendo.

- ¡oh! Pues no debe sentirse mal por eso al menos a ti no te tuvieron que cargar para que no te ahogaras en la nieve- me sonrió y asentí.

Cometí un error al preguntarle a Merry sobre su familia, el hobbit había comenzado a contarme lo normal su madre, su padre, sus tíos, primos pero un rato después me saco una larga y extensa lista de primos y tíos lejanos, llegue a pensar que su familia jamás acabaría, lo peor es que me preguntaba los nombres de sus familiares y si no los sabia volvía a contarme su parentesco desde el principio, mi salvación fue el valle hay una pequeña catarata que descendía de las aguas de la fría montaña llamo su atención, bajamos aún más hasta llegar a un lugar con aguas de extraña procedencia que solo Ulmo sabría que se encontraba en su fondo, según Gandalf antes el Siranonn solía pasar por ahí rápida y furiosa eran sus aguas pero poco a poco se fue apagando hasta llegar a ser lo que es hoy.

Nuevamente caminábamos en fila india con el siempre guía Gandalf a la cabeza, Gandalf nos había dicho que no faltaba mucho para llegar a la puerta y eso esperaba este lugar no me agradaba mucho.

Llegamos hasta una inmensa pared de la montaña donde no había nada, Gandalf se puso a manosearla por ciertos lugares susurrando unas cuantas cosas que yo no escuche, me gire volteando hacia las estrellas y la luna, siempre me gusto la luna de pequeña cuando ninguno de mis hermanos quería jugar conmigo salía a al extenso patio trasero a jugar con la luna, yo me escondía y ella me buscaba, tenía que ser muy rápida porque él siempre andaba tras de mi pero eso cambio conforme fui creciendo las salidas por la noche me fueron prohibidas y nunca más pude jugar con él. Una fuerte luz se encendió tras de mí, todos mis compañeros se voltearon a verla excepto yo que seguí observando como mi viejo amigo salía de por detrás de las nubes, levante la mano saludándolo segundos después la luz de la luna se incrementó.