Capitulo.-12 El enojo de Gandalf y la derrota de la montaña.

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Capitulo.-12 El enojo de Gandalf y la derrota de la montaña.

 

Para mí la noche fue muy corta, demasiado para mi gusto, después de dejar de hablar entre ellos comencé a dormirme de nuevo, apenas llevaba unos minutos durmiendo cuando Legolas me despertó, ya todos estaban despiertos y desayunando, Boromir, Aragorn, y Gandalf veían la nieve acumulada trazando algún plan así que decidí no molestarlos por ahora e ir a desayunar junto a los demás.

-         Annael, ven y únete al reconfortante fuego y un rico desayuno-dijo Pippin extendiéndome su mano.

-         Gracias Pippin-dije siguiéndole el juego, reí un poco y tomando su mano me senté a su lado.

-         Aquí tiene mi señora- dijo Pippin extendiéndome un plato con carne, papas y champiñones.

-         Muchas gracias mi noble señor Tuk- dije sonriendo y comenzando a comer de mi plato.

-         Esto está delicioso ¿Quién lo cocino?-pregunte  devorándolo.

-         Yo mi señora Annael –dijo Sam.

-         Pues mis felicitaciones Sam cocinas estupendo-dije sacándole un leve rubor.

Vaya que tenía hambre me había a cavado mi comida mucho antes  que Pippin y estoy segura que si me hubieran dado otros seis platos también los habría dejado limpios. Los hobbits, Gimli y Legolas estaban muertos de risa con la lucha de bolas de nieve que había comenzado Pippin al lanzarme una a la cara y haciéndome caer de espaldas sobre un montículo de nieve.

-         ¡Toma esto Pippin!-dije mientras la pequeña bola le caía justo en la cara provocando la risa de todos pero aún más la mía.

-         Así, pues toma esto-grito Pippin, por la risa no puede evitar el proyectil que venía dándome en todo el rostro, era el quien reía ahora  junto con los demás hobbits, hasta Gimli y Legolas reían, sentí el rubor subir por mis mejillas.

-         Ya verás Pippin-Inclinándome hice la bola de nieve más grande que pude hacer y fui tras el hobbit qué ya había echado a correr-¡Regresa aquí!- comenzó a correr hacia donde estaban Aragorn, Boromir y Gandalf, le lance la bola de nieve pero Pippin resbalo dejando que la bola impactara en Gandalf, la risa de todos se esfumo, Pippin se puso de pie y corrió hacia mí, me lanzo una mirada de "estamos muertos" que muy bien sabía yo que era verdad.

-         Oh,oh-dijo Pippin.

-         Hay no-dije retrocediendo a ocultarme junto a con Pippin, aunque no llegamos lejos pues la voz de un colérico Gandalf nos detuvo a ambos.

-         ¡Annael! Y ¡Peregrin! ¡¡De todas las personas en la tierra media que se les ocurriría ponerse a jugar en una situación así tenían que ser ustedes dos¡¡-grito Gandalf.

En verdad me  habían asustados los gritos de Gandalf  hasta hizo que por puro instinto corriera atrás de Aragorn como protección y el pobre de Pippin fue con Boromir, nunca antes me habían regañado o castigado por lo que fue una sensación nueva y me hacían sentir como a una niña, los otros estaban tratando de contener la risa, Merry y Sam ya se habían llevado la mano a la boca para evitar reír pero a mí eso no se me hacía gracioso.

-         Vamos vengan los dos aquí-dijo Gandalf un poco más relajado.

No quería separarme de Aragorn pero al ver que si yo no iba por mi propia cuenta él vendría por mí decidí tomar mi regaño como la "valiente" mujer que soy. Al llegar frente a Gandalf los dos en un santiamén Pippin y yo estábamos repletos de nieve. Gandalf reía a carcajadas junto con todos lo demás mientras que Pippin y yo no estábamos muy felices, no podíamos salir de la nieve y yo cada vez estaba más mojada.

Annael (The lord of the rings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora