Capitulo.-8 La celebracion.

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Capitulo8.- La celebración.

A la mañana siguiente me desperté antes de que saliera el sol, me puse mis botas y un hermoso vestido que había sobre una silla que no había visto antes pero al tomarlo entre mis manos una pequeña carta callo a suelo , la tome entre mis manos observándola , la caligrafía era preciosa.

Esto es por todos esos regalos que no pude darte mí querida Annael.

Solitaria en horas de muerte, bondad es lo único que hay en ella, la luz que nos iluminara en los momentos sombríos, la nueva esperanza que comienza.

"el viejito"

Gandalf.

No podía creer que esto era obra de Gandalf. Lo más rápido que pude me di un baño con el agua que me habían traído por la mañana, "fría", para cambiarme eh ir a ver a Frodo, antes de que cualquier elfo me impidiera la entrada. Estaba lista para salir cuando unos golpes a la puerta me hicieron dar un respingo, me acerque a la puerta esperando que no fuera Merry o Pippin pues entonces mi plan se arruinaría.

Me lleve una gran sorpresa cuando abrí la puerta y en pórtico es encontraba Glorfindel, los mismos cabellos dorados y expresión de amabilidad a diferencia de su ropa pues ahora las llevaba de gala.

Ahora que lo tenía frente a frente podía verlo mejor que en el bosque. Glorfindel era alto y erguido, el cabello de oro ahora lo llevaba peinado y resplandeciente, su rostro era joven y hermoso, libre de temores con una gran alegría; sus ojos brillantes y vivos.

- Lord Elrond me pidió que te escoltara a la cena-dijo Glorfindel con su voz casi musical.

- De acuerdo -dije desechando mis planes de visitar a Frodo. Glorfindel se hizo a un lado para así darme paso fuera de la habitación y así comenzar a caminar a su lado- Sabe mi señor Glorfindel, nunca pude agradecerle su ayuda.

- No tienes nada que agradecer para mí es un placer brindar mi ayuda a quien lo necesita-dijo Glorfindel girándose a verme- Aragorn me conto quien eres.

- Así y que te conto-dije aun sabiendo la respuesta.

- Que eres su sobrina, no ha parado de hablar de ti desde que llegaron, está muy orgulloso y feliz de tenerte a su lado-dijo Glorfindel con una sonrisa- le diste un gran susto, no salió de tu habitación en los dos días que estuviste inconsciente, cuando despertaste ase unas horas, corrió hasta mi dándome las buenas nuevas pero lord Elrond se le había adelantado.

Agache mi cabeza esquivando a si la mirada de Glorfindel, no quería ver su gran admiración hacia mí por lo que era, Glorfindel se detuvo en seco mirándome fijamente con una sonrisa.

- Annael, acaso ¿te avergüenzas de quién eres?-pregunto Glorfindel.

- No- dije totalmente segura de ello-pero no quiero que las personas me traten diferente por lo que soy, Glorfindel, aun no estoy preparada para todo esto, me dijeron que toda yo iba a cambiar radicalmente, tendría que aprender a superar los poderes que están por dárseme, aun no sé si quiero cambiar y que las personas me traten diferente.

- Mi querida Annael, los que te queremos te seguiremos tratando tal y como te conocimos, una joven, fuerte y hermosa que daría lo que sea por mantener a salvo a sus amigos -dijo Glorfindel - deja que los demás se acostumbren, eres especial nunca había pasado algo así en la tierra media.

Le di un rápido abrazo junto con la mejor sonrisa que pude darle y proseguir el camino hasta la cena. Durante el corto transcurso Glorfindel no dejo de platicar un solo segundo, era muy agradable ahora entiendo porque Aragorn lo quería tanto. Estoy segura de que si Glorfindel no me estuviera acompañando nunca habría logrado llegar yo sola hasta el salón de la casa de Elrond. Al entrar estaba lleno de gente, la mayoría eran elfos y unos cuantos de diferentes especies. Apenas habíamos entrado un par de pequeños brazos me rodearon, sonreí al ver a Merry y a Pippin dándome una profunda reverencia.

Annael (The lord of the rings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora