Comerciante de semillas en la antigüedad.

Capítulo 14

"¡Zheng Jiang, detente! ¿Qué haces aquí? ¡Iba de camino a Qingwu Lane a buscarte!".

Cuando oyó la llamada, miró hacia atrás y vio que era Cai Rin, que había saltado del carro y le sonreía inocentemente.

"Yo también te estaba buscando".

Cai Rin miró dos veces a su alrededor y dijo misteriosamente: "¿Calculaste que las patatas estaban brotando?".

"No lo calculé, pero te hablé del recado y quería ver si podías recogerlo".

Cai Rin estaba intrigada: "¿Qué es?".

Zheng Jiang Parada luego dijo brevemente la situación de la Fu Yue Zhai, Cai Rin feliz abrió la boca: "Eso es genial, he querido durante mucho tiempo para encontrar un restaurante para abastecer, pero por desgracia nunca tuvo la oportunidad de encontrar, o usted tiene más contactos."

Zheng Jiang dejó de asentir: "Eso está bien, usted vendrá conmigo a Fuyue Zhai, cuando se reúna con el mayordomo, usted hablará mejor."

Cai Rin estuvo de acuerdo.

Los dos fueron juntos hacia Fuyue Zhai, pero Zheng Jiang se detuvo de mal humor, no esperaba hacer algo malo con buenas intenciones, pero había hecho infeliz a Fian Ge'er, ¿qué debía hacer ahora?

No debería haber dicho lo que pensaba, pero era demasiado joven y tenía la piel muy fina, así que le disgustó que se revelaran sus pensamientos.

Al ver su cara de enfado, Cai Rin le preguntó: "¿Qué te pasa? ¿No te alegras de que broten las patatas?".

"No."

Después de un momento, no pudo evitar preguntar de nuevo: "¿Crees que, si haces enfadar al hermano pequeño, cómo podrás animarle?".

Cai Rin le miró sorprendida, pensando que era increíble que Zheng Jiang Stop se acercara al Hermano Pequeño, pero en cuanto a hacer enfadar a alguien, sólo era razonable: "En realidad es sencillo, le consigues algo que le guste, está bien".

Zheng Jiang se detuvo y sonrió con impotencia, cómo sabía lo que le gustaba al hermano de Fian.

Estaba tan contento con la presentación y con el hecho de que Cai Rin fuera tal y como lo habían descrito, que reservó a Cai Rin en el acto. La leña se entregaba una vez cada dos días, en el restaurante a las diez, y el dinero se pagaba en el acto, treinta y cinco yuanes por un carro de leña.

Cai Rin estaba tan contento que no pudo mantener la boca cerrada, e insistió en que Zheng Jiang dejara de beber y fuera al pueblo a comerse el conejo que se había fumado hacía medio mes.

Era difícil resistirse, y tenía que ir a ver las patatas, así que no se negó.

Al cabo de medio mes de brotar, la piel de las patatas, antes redondas, se había ablandado y de sus ojos habían brotado pequeños retoños.

La ceniza aporta muchos nutrientes a las patatas, pero también tiene un olor característico que repele a los insectos y proporciona cierta protección a las patatas.

Cortar las patatas era sencillo, pero había mucho terreno que cubrir y era tan trivial que cuando los dos hombres terminaron de machacarlas ya había pasado una hora.

Los dos hombres pusieron las patatas en la tierra durante la noche. Las dos parcelas tenían que ser de medio acre, unos 300 pies cuadrados, y las semillas no eran muchas, así que sólo se plantó una parcela y media de forma dispersa.

Los dos bebieron unos sorbos de vino y no se molestaron con la carne de conejo.

"Mantenedlo unos días más y volveremos a hacerlo cuando los tomates puedan dividirse en semillas dentro de unos días".