Nirvana 13

CAPITULO XIII: QUE EMPIECE EL ESPECTÁCULO

Lo peor que le puede ocurrir a un humano es darse cuenta de que su existencia no vale nada, que su realidad es una mentira y que los eventos que ocurren en ella son mero polvo cósmico apilado en formas que nosotros entendemos, pero que alguna vez, en algún momento, volverán a ser solo eso: polvo cósmico.

Desde el inicio de la humanidad, el hombre y la mujer siempre se han hecho dos preguntas: ¿De qué vale mi vida? ¿Hay algo más allá? La primera tiene una respuesta sencilla: la vida no vale nada en la gran escala del universo. Ricos o pobres, bellos o feos, dichosos o desafortunados... todos los humanos están destinados a caer en el olvido y a morir sin ningún valor. Hay personas que toman este hecho para darle significado a su vida, ya sea como un motivo para "disfrutarla" aprovechando los años de su existencia para vivir una buena vida. Hay otras que solo ignoran este hecho; esas son las más afortunadas. Como mencioné antes, no hay peor sentimiento en la vida que saber que no vales nada, que tu vida no tiene un significado... pero ¿y si lo tiene? ¿Y si alguien nos creó con un propósito? Allí entra la segunda pregunta: ¿Hay algo más allá? ¿Y si lo hay, es algo bueno o algo malo? Hoy, 18 de agosto, la humanidad, a pesar de que ya tenía algunos pocos vestigios de su existencia, iba a presenciarlo. Por fin, iban a conocer el motivo de su existencia. Por fin... iban a conocer a Dios.

En la enorme franja de cientos de kilómetros de largo que dividía el día de la noche, el sol de la luna y la luz de la oscuridad, una enorme lengua de un tamaño titánico saboreó todo el cielo, y esta especie de "boca" se abrió mostrando unos dientes blancos gigantescos que le regalaron una sonrisa a los humanos. En ese momento, unos dedos gigantes empezaron a emerger de dentro de la boca y la abrieron a la fuerza. De ella empezaron a salir, o más bien "huir", despavoridas, cientos de millones de almas en pena que cubrieron el cielo con lamentos y sollozos.

De dentro de la boca fue bajando poco a poco Dios, sentado en una especie de trono dorado que iluminó todo alrededor, haciendo desaparecer todas las almas. El trono estaba rodeado por querubines revoloteantes que tocaban una hermosa melodía con trompetas de plata, y ángeles desnudos de cuerpos perfectos coreaban alabanzas en su nombre. A cada lado del trono había tres asientos vacíos. Dios, el cual estaba cruzado de piernas y brazos, desplegando una enorme sonrisa de oreja a oreja, hizo aparecer una mesa con siete micrófonos, uno enfrente de cada asiento.

-¡Probando, probando!- Gritó Dios tocando su micrófono, haciendo resonar todo el planeta con un estruendo horrible.- ¡Parece que sí se escucha!... ¡HUMANIDAD! Ha llegado el momento que habían estado esperando. ¡Hoy! ¡Solo hoy! Se decidirá el destino de ustedes y sus abuelitas. ¡Hoy descubrirán el Nirvana! -gritó Dios emocionado y todos los Querubines y Ángeles empezaron a aplaudir-. Para que nadie se lo pierda, todos, a excepción de nuestros 12 protagonistas, podrán ver en vivo y en directo todo lo que hacen y todo lo que acontece en este evento, en sus televisores, teléfonos ¡para que se los digo! ¡Hasta en sus mentes! Solo tienen que pensar en el juego y podrán sintonizarlo. Ahora, explicaré las reglas de este evento el cual son muy sencillas: son 12 apóstoles armados con 12 santos griales. Cuando los 12 santos griales estén juntos, mostrarán el camino hacia donde estoy. Si me encuentran, toda la humanidad irá al Nirvana y el o los ganadores tendrán un deseo. Ahora sé lo que piensan, es ganar-ganar, no hay forma de perder. ¿Cierto? Pues sí que la hay -

-Soy un dios generoso, así que les daré 9 meses, 9 meses les da la vida y en 9 meses podrán perderla. En ese tiempo, tendrán que estar los objetos reunidos, además es obvio que si los 12 apóstoles mueren todos perderán el juego, también si destruyen un Santo Grial, todo estará perdido. Cabe destacar que todos los que mueran, ya sean participantes o no, en ese lapso de tiempo, estarán exentos del paraíso. ¡Así que mucho cuidadito! -luego de mencionar eso, Dios hizo aparecer una agenda y pasó a la siguiente página-.