Lie. (JENLISA)

❀𖤣𖥧𖡼⊱21⊰𖡼𖥧𖤣❀

"No me dejes olvidarte".

《★~JENNIE KIM~★》

Habíamos quedado en una oscuridad absoluta, no podía ver nada. Ni siquiera las sombras de las personas, con suerte y sentía los brazos de Lisa aun rodeándome, y asimismo, sentí como me empezó a llevar con ella. Ella parecía conocerse el camino, el murmullo de las personas cada vez se hacía más grande, hice el intento de ver a traves de la oscuridad pero era en vano.

Las personas prendían las linternas de sus celulares, pero antes de que alguien se diera cuenta siquiera de nuestra salida, ya no estábamos ahí. Lisa nos sacó de ese lugar, y me llevó a uno el cual yo desconocía. En la parte trasera, donde se escondía un hermoso jardín con laberinto. Ahí nos encontrábamos, bajo la luz de la hermosa luna.

El lugar estaba en total oscuridad, pero ya no escuchaba a las personas, todavía no entiendo el porqué me sacó de esa manera; pero al final, concluí que era por motivos de conversar sobre lo que pasó aquel día en mi empresa.

Pensaba haber tenido muchas emociones el día de hoy. Celos, angustia, y esa sensación de paz en mi interior en el momento que Lisa y yo bailamos. Todo eso y más, porque sentí un remolino nacer en mi estómago. Uno de mariposas.

Y fue como viajar, pero no más al pasado, ya eso no era lo importante. Todo lo contrario.

Estaba en el presente pero en nuestro propio mundo. Lisa era una persona dulce, eso no habíá cambiado. Estaba más que obvio el hecho de que, se estaba escondido bajo la fachada de una mujer dura, pero detrás de ese caparazón, era la misma Lisa de siempre.

Y no me arrepentía de haberla vuelto a conocer, aunque quiero saber más de ella y que ella sepa más de mí, pero al mismo tiempo no me digno a dar ese paso. No quiero sufrir otra vez.

Porque el destino parece decirme que no somos la una para la otra, que debemos alejarnos. Pero a este paso, ¿quién cree en el destino?

Claro. Jennie Kim.

—Necesito que hablemos, y...

—Lalisa, ¿hablar?, mira como se cortó la luz, la gente debe de estar...

—Que se vayan a la mierda.

—Claro, y que se joda el lanzamiento, ahora no, Lisa. ¿Bien?

—¡Siempre me vas a esquivar!

—No es eso, Lalisa. Pero entiende que hay momentos para todo.

Su semblante no lucía bien. Estaba enojada, sus fosas nasales estaban dilatadas y el peinado que una vez estaba bien hecho, ya no existía. La brisa era lo suficientemente fuerte, para hacer volar el oscuro cabello de Lisa.

—Jennie, busco las mil y un maneras para hablar contigo, te llamo y no respondes, te escribo y no respondes, estás en línea, ¿debo hacer una cita o que carajos? —abrió los brazos, exhausta. Y yo también lo estaba pero necesitaba tiempo—. Mejor dime que no quieres hablar y listo.

—Es que... —maldije—. ¡No lo entiendo, no me soprotabas ni yo a ti! —exclamó—. ¿Cómo carajos ocurrió esto?

Lisa suspiró, —Déjalo estar, Jennie. No vale la pena.