Lie. (JENLISA)

❀𖤣𖥧𖡼⊱31⊰𖡼𖥧𖤣❀

"Y te clavaré el puñal tan lento, que no sentirás la sangre por fuera, sino por dentro".

《★~NARRADOR OMNISCIENTE~★》

Tema sensible.

Lisa no sólo se estaba preparando mentalmente para lo que vendría, sino también físicamente. No dejaba de darle vueltas al mismo asunto.

Se sentó en la sala de su casa, con aquella caja que le había otorgado Rosé. La abrió y miró sus cosas dentro.

Analizó con cuidado, y entrecerró la mirada, cuando encontró dibujos viejos, y fotos.

—¿Qué es esto? —murmuró.

En la soledad de su casa, esperando la hora para ir con Jennie, la cual en secreto se iba preparando con Liam, para que Lisa no fuera partícipe de eso, porque así ella lo decidió. Porque ella no quería que Lisa siguiera corriendo el mismo peligro y tomar el riesgo de perderla otra vez.

Pero Lisa estaba tan perdida en esas cosas, que se olvidó un poco de la hora. Su mente sólo divagaba entre vagos recuerdos. Su cámara estuvo entre sus manos, mirando las fotos de antes. En su cabeza nació una punzada de dolor cuando la cadena la cual perteneció una vez a Jenine, estaba en sus manos.

****

—¿Qué?, ¿tengo algo en la cara?

—Tu belleza.

—Lisa, es en serio.

—Y yo te estoy hablando en serio.

****

—Eres tú a la que quiero, ¿te quedó claro? —asintió. Una sonrisa lobuna se asomó por mis labios—. Demuéstramelo.

—¿Cómo?

—No lo se. Sólo... demuéstrame que lo entiendes —con una de mis manos tomé sus mejillas e hice que me mirara sólo a mí—. ¿Quieres besarme?

—Sí.

—¿Cuánto?, dime cuanto me quieres besar.

—Mucho. Quiero besarte mucho, Jennie.

****

—Eres hermosa —habló. Levanté la mirada con una sonrisa—. Muy hermosa.

—A ver, ¿me dices eso por qué quieres algo a cambio? —alcé las cejas con curiosidad, mientras seguía picando lo vegetales—. Déjame y te digo, Lalisa Manobal, que hoy no te ofreceré más que mi comida.

—¿Y el postre? —buscó mi mirada—. ¿Me dirás que es?

Me mordí el labio inferior, descubriendo las verdaderas intenciones de esa pregunta.

—Tal vez. Pero eso se queda de sorpresa —la punta de mi lengua jugueteaba entre mis dientes, y decir que las palabras de Lisa y el hecho de que me dirigiera esas miradas tan intensas no me estaban matando, sería una vil mentira—. No quiera saber de más.