❀𖤣𖥧𖡼⊱22⊰𖡼𖥧𖤣❀

3.4K 332 106
                                    

"Eres lo único que puedo ver, sentir, y percibir. No sé que haré si algún día ya no estás. Me tocará estar sordo, ciego y mudo. El mundo sería aburrido sin ti".

《★~JENNIE KIM~★》

Caminé hasta el departamento de Lisa, encontrando la puerta abierta. Fruncí el entrecejo y terminé de entrar, a primera vista encontré a Lisa, recostada de la pared. Suspiré y me arrodillé frente a ella.

—¡Ay, ay, ay, ay, canta y no llores porque cantando se alegran cielito lindo los corazones! —rió—. Estás aquí.

—Sí, y tú estás muy borracha —no pude borrar la sonrisa que estaba en mi rostro.

Lisa tenía las mejillas sonrojadas, y los labios hinchados. El alcohol le provocaba ese efecto.

Cuando llegué a mi departamento, le pedí a Jackson y a Rosé que se mantuvieran al tanto de todo, sabía que Lisa no lo haría y yo ya no estaba. Habíamos hecho lo más importante ya. Hablé un poco con Jisoo de lo que ocurría y la mejor decisión después de eso, era dormir.

Pero no esperaba la llamada de Lisa a esta hora, ni siquiera se me pasó por la cabeza. Así que, cuando la escuché en la línea, mi primer movimiento fue correr hacia mi ropa y cambiarme para venir hasta aquí. Alguien la trajo y supongo que ese alguien es Chaeyong pero al no verla por ningún lado, ella debió marcharse al escuchar como Lisa me marcaba.

Cosa que no pudo elevar más mi orgullo y marcar más la sonrisa en mi rostro. Lisa pensó en mí mientras estaba con ella, Lisa en serio quería verme a mí.

No sólo era tierna, sino muy sexy.

—Ven, te ayudo con eso —le dije, refiriéndome a su vestido.

—Chisss, despertarás a Lily... ella te qui-quiere —hipó.

—Ay, Lisa.

La ayudé a colocarse de pie. E hice que pasara un brazo por mi hombro, con esfuerzo, la llevé hasta su habitación. Y la dejé caer en la cama, mientras cantaba canciones e inventaba palabras. Rodé los ojos pero no pude apartar esa emoción de mi pecho.

Esa sensación de que con Lisa todo estaba bien, no me quería ir de su lado y dejarla así.

O más bien, no me quería ir de su lado y listo.

Sus pecas estaban hermosas esta noche, con aquel rubor en sus mejillas. Hoy más que nunca, era la mujer no solo más jodidamente sexy, sino también la más increíble.

—Ven, déjame ayudarte —quité sus tacones y los eché a un lado—. Siéntate, Lisa.

—Nini —se sentó—. Yo... tú estás más hermosa —sonrió, tomándome del rostro—. Tienes pequeños lunares perfectos.

Bajé el cierre de su vestido por la espalda, —Gracias.

—¿Sólo gracias?, ¿no me da-darás un besito? —formó un pico con los labios—. Pequeñito.

—No, Lisa, y déjame quitarte esto.

—Me quieres ver desnuda, eres una pervertida —soltó en un tono bromista.

Lie. (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora