ɴᴏɴsᴇɴsᴇ - Y.M

01: La rubia.

—¿Podemos repetir la primer toma? No me gusta como suena mi voz ahí. - Pedí amablemente, quitándome los audífonos para escucharme y no gritar.

Ellian, mi productor, asintió, iniciando con la parte de la instrumental otra vez.

Tantos intentos me estaban poniendo de mal humor, sobre todo la mirada pesada de mi manager. Al oír como se escuchaba la nueva toma grabada me quité los audífonos por completo y los dejé en alguna parte de la cabina, saliendo algo indiferente del estudio con mi manager detrás.

—Decime lo que me tengas que decir ya, no soporto la cara de orto que pones y más encima cuando estoy trabajando.- Solté, viéndolo a los ojos cruzada de brazos

—Cancelé un par de citas hoy para que te veas con tus amiguitas.

—¿Eso te molesta?

—Teníamos la oportunidad de tener a uno de los grandes como tu productor Nina, ¿no te entra en la cabeza?

—Yo ya tengo productor y punto. Si mi primer lanzamiento fue un éxito con mi productor actual, entonces todos van a seguir así.

—Necesitamos una colaboración si querés que tu álbum sea igual de exitoso que tu primer sencillo. – Su tono no era para nada amable ni en forma de recomendación, era más que nada una amenaza

—¿Se te ocurre algo?- Contesté ladeando la cabeza a un lado

Guille, o como todos le llaman (en realidad solo yo) Guillote, es como mi segundo padre. Además de manager, administra todos mis gastos, mis salidas, la gente que debo conocer, la gente que no debo conocer, la mitad de mis vacaciones, y muchas más cosas que su rol no debe cumplir estrictamente. A veces es molesto, pero es entendible ya que hace relativamente poco tuve mi debut y por suerte alcanzó mucha repercusión positiva entre la gente.

—¿Karol g?- Solté un bufido.

—Ni siquiera debe saber quién soy.

—Créeme que puedo conseguirte una entrevista con ella para organizar una canción.

—Karol es una artista muy grande, ¿tal vez empezar por algo más cercano a mí?

—¿Nicki? o también está Cazzu.

—Claroooo, algo más así, más de acá.

Guille asintió y se fue casi corriendo a su oficina mientras que yo entraba a mis notas para volver a lo que estaba haciendo.

—¿Problemitas con el jefe?- Dijo sarcástico, yo solo rodé los ojos.

—Ni me lo nombres, suficiente lo de ayer.

—Por lo que vi, al menos lo convenciste.

—Ya lo conozco, ahora es más fácil hacerlo.

Elli esbozó una carcajada y me devolvió los audífonos.

—¿A qué parte volvemos?

—Vamos por algo más improvisado, ¿querés?

Aún no tenía definido el estribillo, solo el ritmo, así que aproveché lo más posible para largar algo y escribirlo.

—No escribiste nada.– Acertó, yo sonreí inocente y asentí.– Bueno, ¿salís esta noche vos no?- Volví a asentir.

—¿Querés venir?‐ Ofrecí pero él negó, señalandome partituras refiriéndose a la gran cantidad de trabajo que tenía.

—Mirá, vamos a usar tu salida como inspiración. Enganchate con alguien, no sé, pero divertite bien y escríbemelo todo.

       . . .