10; Reconciliarnos.

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Dos toques en la puerta de mi habitación me hicieron despertar, lo primero que hice fue ver la hora en mi celular, además de los mensajes de Miko que había recibido.

Estoy llegando a Palermo. ¿Estás en casa?

Respondeme bby, estoy realmente preocupada :c

Pasé por tu depto, ya estoy yendo a la casa.

—Nina- Llamó mi mamá, con un vaso de jugo y un plato de comida entrando a mi habitación

—Gracias ma.

—Victoria está en el living, ¿la dejo que pase?

Asentí, rindiendome.

Realmente me daba lástima saber todo lo que hizo para volver hasta acá a verificar si estaba bien y yo cortarle el rostro de esa manera.

Tomé un poco del jugo de manzana que mi mamá me había traído, suspirando del alivio porque mi garganta pedía a gritos líquido.

—Nina?- La voz de Miko resonó en mis oídos, y no sabía si se trataba de un sueño o si en verdad era ella.

Sonaba tan angelical.

Me giré levemente levantando mis cejas con un poco de asombro. Ella respondió acercándose un poco hacia mi cama, haciéndome un gesto con su mano pidiendo permiso para sentarse.

Le di lugar y me destapé, sintiendo como una parte se hundía. Suspiró, mirándome, casi rogando que la dejara hablar.

Acababa de darme cuenta lo vulnerable que Vicky se ponía ante mi enojo, o lo que yo dijera ella obedecía.

—Dime.

Rompí el hielo, tomando una tostada llevándola a mi boca. Ella tragó duro a la indiferencia que demostré.

—Óyeme perdón. No quiero que sigamos así.

—¿Cuánto tiempo estuviste pensando esto? ¿Las tres semanas que nos alejamos?

—Espera, tomemos las cosas con calma por favor- Miró mis ojos y al instante sentí la paz que quería transmitirme- Diré lo que siento, lo que quiero y lo que haré, luego tú.

Asentí, algo asombrada también por verla tan seria.

—No quiero que sigamos así porque había confundido mis sentimientos Nina. Yo pensé tanto en la distancia, lo difícil que puede llegar a ser la diferencia horaria y lo mucho que me hará falta estar contigo babe. Pero, me di cuenta, que sí quiero estar contigo, y para eso la distancia no debe importarme, porque si en verdad te quiero a ti no hay nada que pueda impedirme hacerlo.

—Miko..

—No, espera, sé que estuvo mal, me arrepiento por no haber dicho un carajo y terminar siendo una cobarde. Pero se me hacía difícil entender que en tan poco tiempo y sin tantos obstáculos logramos conectar demasiado bien, de la manera que siempre quise conectar con alguien. Porque tú eres la mujer con la que he decidido y quiero conectar hasta que no dé para más.

—Vicky..- Intenté insistir de nuevo, pero siguió callandome

—Déjame terminar Irisa, no quiero perderte, no quiero perder esto. Baby tú pa' mí, te convertiste en algo que ahora no puedo soltar, hasta Mariana me dice que no estoy disfrutando de los shows, porque mi cabeza no está aquí en la tierra si tú no estás conmigo en ella. Y yo entiendo si no quieres volver a verme pero saber que anda' mal con tu salud y no puedo cuidarte o al menos controlar que todo esté bien me pone peor y yo no quiero que algo más grave te pase, más aún sabiendo que no vamos a estar juntas y que ya no vas a querer tenerme en tu vida y..

Ante todas esas palabras empecé a fruncir el ceño, dándome cuenta de todas las especulaciones que estaba armando sin pensar y ni siquiera escuchar lo que realmente quiero decirle.

—¡María Victoria! Pará, por favor. Estás hablando muy rápido y uno; no entiendo nada, dos, ni siquiera me dejaste hablar para que andes soltando esa mierda, y tres, prestame atención un poquito no ma'.

Miko me miró atenta y asintió, soltando mi mano de a poco que, sin darme cuenta, había tomado en el transcurso de sus explicaciones.

Podía ver sus ojos medios cristalizados, sabía que llegaría a llorar en cualquier momento.

—No quiero alejarme de ti, vicky, tampoco pensaba hacerlo. Supongo que me debía un poco de tiempo para mí, el hecho de saber que te ibas y no te volvería a ver me asustó, me asusta de hecho. No quiero que me olvides, que cuando vuelvas tengas a alguien más a tu lado o que dejes todo por mí, son extremos que tienen límites, y los debes poner tú.

Una lágrima cayó de su mejilla, y eso me partió el alma a tal punto que empezaba armarse un nudo en mi garganta.

—Yo no voy a imponerme en tu carrera, estás siendo un éxito mundial, eres el futuro de un gran cambio en el trapp, no debes dejar eso por una persona que te gusta, y..– Respiré profundo, tragando duro y con la voz entrecortada- Me gustas, pero nada se compara a lo que en verdad amas.

—Pero quiero amarte a ti, a la música, lo que mueve mi mundo, lo que me hace feliz, Nina. Puedo combinarlo, puedo hacer que todo salga mejor de lo que crees, podemos hacerlo.– Limpió sus lágrimas y tomó mis manos entre las suyas.

—No sé si llegue a salir bien, he sufrido mucho por y para esto, yo...

—Te lo prometo que si no te sientes bien así lo dejamos y olvidamos todo, ¿ya? pero... ¿podemos intentarlo al menos?

Suspiré, con mis mejillas mojadas y mis pestañas empapadas, abrí mi boca para hablar y le di la oportunidad a mi corazón para que eligiera.

¿Siempre iba a hacer lo que los demás querían que hiciera?

¿Por qué no me dejaba ser feliz a mí misma? ¿Por qué no podía ser yo?

—Está bien..

Miko saltó arriba mío, abrazándome, al mismo tiempo que soltaba todo el llanto, tomándome entre sus brazos lo más fuerte que podía.

También dejé escapar unas varias y grandes lágrimas, pero eran de total felicidad.

Se alejó un poco de mí con los ojos llorosos y la carita un poco roja. Pero con su hermosa sonrisa.

—Perdona baby es que he estado reprimiendo mucho todo estos días, mucho estrés, ansiedad, yo de verdad necesitaba verte.

—No pidas perdón, me alegra que lo hayas dejado salir.

Acaricié su rostro y lo limpié con mis manos, ella se acercó de a poco, para unirnos en un dulce beso.

—Gracias.- Dije

—No agradezcas esto, las veces que pueda demostrarte que lo nuestro va más allá de una simple conexión, lo haré, y te vas a dar cuenta.

—Hija de puta- Insulté, volviendo a llorar.

Ella rió fuertemente mientras me abrazaba y me tiraba a la cama otra vez.

¿Esto era lo que quería?

No, era lo que necesitaba.






















































































Sean felices, pero no tanto porque faltaaaaa.

Besoteeess muakk •3•

ɴᴏɴsᴇɴsᴇ - Y.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora