4. Uno Cambia

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La noche había llegado, el alfa búho se encontraba viendo desde la altura a aquel bar, esperando a que el hombre que se encuentra buscando salga. Despues de mucho tiempo finalmente encontró al responsable de llevarse a su hijo. Cazar en la noche, un viejo habito que dejo en su pasado, con la esperanza de nunca más tener que volver a hacerlo. Dejó aquella vida en el pasado cuando se enamoró de alguien que de verdad valía la pena, ahora recuperaría esa normalidad que extraña. Tener una respetable florería, tener a sus dos hijos seguros y a su esposo a su lado. El alfa vigila hasta el momento donde el hombre sale del bar. Ve como este hombre sale del lugar. 

- La cacería ha comenzado. - Dijo el hombre para abrir sus alas. 

El hombre sin saber que sucede es levantado por el aire. Su tiempo de reacción fue más largo, no pudo más que ver el cielo debajo suyo y la persona que lo carga. El hombre no se mueve el miedo a caer. El alfa sigue volando hasta llegar al lugar planeado. Fargan entonces deja caer al hombre de tal altura que sus piernas se rompen por el impacto del suelo. 

- Maldito, me las pagaras. - Dice el hombre sin poder ponerse de pie.

Aquel sujeto calvo busca su arma pero se le es arrebatada rápidamente por un enmascarado de casco blanco. Otros dos hombres se unen al circulo, uno de ellos con una mascara de una mujer y el otro una mascara negra. Todo ellos con armas. El búho entonces baja del cielo y se pone delante del hombre. 

-Buenas noches, nos costó bastante tiempo encontrarte. - Dijo el alfa que usa una mascara de búho. - Mis amigos y yo tenemos unas cuantas preguntas que hacerte. 

- Váyanse al carajo. - El sujeto de mascara negra le da patada en el rostro a lo que el pelón escupe sangre. 

- Tranquilos, no vamos a recurrir a la violencia todavía, solo queremos hacerte unas preguntas primero. 

- Hace ya un año y cinco días, este chico desapareció. - Dijo a lo que el de la mascara de mujer le muestra la foto. - Tengo entendido... que tú tienes algo que ver con su desaparición.

- Nunca lo he visto. - Dijo y el del casco pisa su pierna rota haciéndolo gritar. - De verdad no sé de quien me hablan.

- Ricky, querido amigo, las mentiras son muy malas. Estás en las cámaras y varios de tus jefes ya nos dijeron que fuiste tú. Fue difícil seguirte la pista, pero finalmente pudimos dar contigo. - Dice el búho con su tan común bipolaridad. 

- De verdad no tengo idea. - Dice el hombre asustado. El de mascara de soldado pisa el hueso roto del hombre que estaba expuesto haciéndolo dar un fuerte sollozo. - No puedo decirlo, si hablo de algo me mataran. 

- Ricky, lo que tu no entiendes... es que sin importar lo que suceda ya estás muerto. Lo que no has elegido es como morirás. - Dijo Fargan agachándose y sacando un chuchillo. El hombre lo ve con una sonrisa que hace que el calvo se queda pálido. - ¿Alguna vez has escuchado del Ling Chi? 

- No. - Dice asustado.

- Bueno, entonces te lo tengo que explicar. Este fue una forma de castigado utilizado en China durante el siglo XX. Este consistía como castigo para violadores, asesinos, políticos corruptos... quizás ese ultimo no. El nombre que se le dio en la traducción fue la muerte de los mil y un cortes. Esta consiste en hacer leves rebanadas de piel, como si de un jamón se tratase, en todas las partes del cuerpo. Es un proceso sumamente doloroso, para el que lo sufre claro, que no hemos practicado en años. - Dice el búho que pasa el cuchillo por la piel del brazo del hombre, especialmente sobre un tatuaje del hombre que tiene el nombre de una chica llamada Esperanza. - Tú eliges como deseas morir. 

- Mátenme. - Dijo el hombre que comienza a llorar. - Ellos tienen amenazada a mí hija. No podre perdonarme si algo le pasa. 

Fargan comprende el dolor de este hombre, verlo como gimotea debido a que morirá y que nunca podrá ver a su hija de nuevo. Comprende ahora como un adulto el dolor de un padre. 

Buscando un Aroma PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora