8. Emociones liberadas

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Los dos omegas se volvieron bastante unidos, los dos jovenes estaban mucho más unidos, el joven con aroma a fresas ahora es un chico bastante amable. Los dos habían pasado medio año como pareja y los dos se volvieron muy enamorados. Carrera se quedó profundamente enamorado de Robleis. El omega pensaba en Robleis, pero no al grado de obsesión como lo fue con Spreen. Sus idas con el psicólogo le enseñaron el amor propio y tener una relación estable. 

Esa tarde, despues de mucho tiempo el celo de los omegas ha llegado. Robleis y Carrera se miraban a los ojos, era la primera vez que habían decidido pasar su celo juntos. Los dos se encontraban desnudos frente al otro. Los aromas dulces de sus feromonas llenando todo el cuarto que ahora iba a ser el lugar donde ambos van a hacer el amor por primera vez. El chico de ojos claros baja la mirada un momento, pero fue una mala idea, vio la masculinidad expuesta de Robleis a lo que se sonroja y ve en otra dirección. Entonces le chico se queda viendo a otra dirección. Los nervios del chico son bastante grandes por tener que estar con un chico así. 

Robleis con cuidado se acerca a él, con mucho cuidado coloca una mano suya en la cintura del joven color a fresas. La cálida sensación de la mano seguido por una en su cuello lo sorprende a Carrera y voltean a  verse a los ojos. Robleis le da una sonrisa llena de amor y comprensión que Carrera no puede entender lo que siente su corazón, pero es una emoción que lo llena completamente y lo hace desear estar con aquel chico para siempre. 

- Carrera, ¿estás nervioso? - Pregunta Robleis viendo a los ojos aquel hermoso chico. Carrera asiente tímidamente con sus mejillas sonrojadas. - Yo también. Nunca pensé... nunca pensé que fuésemos a estar así los dos alguna vez. Si quieres... si quieres podemos detenernos. No tenemos que hacerlo si te sientes incomodo o tienes miedo. 

De forma rápida Carrera rodea a Robleis con los brazos y le da un cálido beso, la sensación de ambos omegas juntos que los llena de una fuerte emoción. 

- Estoy listo. - Dice viéndolo a los ojos con un brillo de amor al encontrarse al lado del omega de quien se ha enamorado. 

El calor de los dos omegas incrementan su velocidad. Los besos de ambos omegas se vuelven más grandes y posesivos, llegando a tener un nivel de intensidad más alto. Los aromas de los dos omegas se vuelven intensos en el cuarto, llegando a estar muy unidos. Carrera libera su aroma dominante pero de todas formas eso hace a que Robleis se sienta de alguna forma más excitado, llegando a sentir como una erección crece y chocando la una contra la otra. Robleis toma el control de la situación sujetando el cabello de la nuca de Carrera para besarlo con mucha fuerza, introduciendo su lengua dentro de la boca de Carrera y recorriéndola de forma furtiva y agresiva, el omega dominante comenzaba a sentirse domado y eso le resultaba fascinante. Sentir esos besos cargados de pasión y amor hicieron que su lívido incremente sintiendo el deseo de entregarse a Robleis. El liquido cristalino que recorre de entre sus piernas por la desesperación de hacer el amor por primera vez. 

- Robleis, entra en mí. - Dice Carrera entre gemidos deseando sentir al musculoso omega dentro suyo. 

- ¿Si? - Dice Robleis con una sonrisa caliente disfrutando lo desesperado que es el omega dominante.

- ¿Me harás repetirlo? - Dice Carrera molesto porque comprende que Robleis solo desea verlo desesperado rogando por algo dentro suyo. 

- No. - Dice Robleis sujetando a Carrera por las piernas. La sonrisa del chico es todavía muy caliente y con fuerza carga al chico de piel blanca que se sonroja al sentir como aquel omega que siempre ha parecido alguien tan amable y recesivo toma todo el control de la situación y lo lleva a la cama. - Relájate.

Robleis  besa la oreja de Carrera haciendo que el chico debajo suyo libere unos cuantos gemidos de la fuerte sensación que recorre su cuerpo. Los labios del omega con aroma a mango bajan por el cuello del otro, dejando marcas de besos y mordidas por donde recorren. Los ojos de Carrera se cierran y solo puede dejarse llevar por aquella sensación de placer, nunca pensó experimentar algo así. 

Buscando un Aroma PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora