ILEGAL / F1. MOTOGP

36.

Mucho contenido +18. (queda bajo su responsabilidad la lectura)

Sofia Pov's.

Me encontraba comiendo helado, mientras veía como Pierre estaba en el balcón. Mirando su celular y de vez en cuando a mí.

Seguía cuestionándome, si lo que pasaría estaría bien. Digo, ambos franceses me atraían demasiado, pero con Gasly no habíamos tenido tanta intimidad, y ahora que sería la primera vez, estaría Fabio presente.

Estaba tan concentrada, que cuando sonó el timbre, me sobre exalte. Dejé el pote con helado de lado, y me dirigí a la puerta. Al abrir encontrándome con unos ojos cafés oscuros, que conocía bien.

-Hola, bonita – Me regalo una sonrisa al verme, yo se la devolví un tanto nerviosa. - ¿Qué pasa?

Lo hice pasar, para no hablar ahí.

- Pues...- Y cuando iba a explicarle la situación, apareció el otro francés. Fabio paso su mirada de mi hacia él, y luego volvió a mí, comprendiendo enseguida todo.

- Hola, bro – Se acerco a saludar a Pierre. Yo estaba que me moría de los nervios, sin siquiera saber porque, y ellos se saludaban de lo más normal.

-¿Cómo estas Diablo? – Se burlo Gasly. Yo volví por mi helado.

- Ahora mejor, ¿y tú? ¿listo para la nueva temporada? – Comenzaron tranquilamente, mientras yo me sentaba en una de las sillas, mirándolos atentamente.

- Me siento mucho mejor en Alpine...- Entonces dejé de prestar atención a lo que hablaban, porque comencé a escanearlos lentamente.

Pierre sobre salía más que Fabio, pero el otro francés tampoco se quedaba atrás. Ambos eran guapos y lo sabían perfectamente, uno más que otro, pero lo sabían.

Gasly volvía loca a todas las chicas solo con una mirada, y bueno, a quien no podían gustarle esos ojos azules. A diferencia de Quartararo que tenia unos ojos bastantes oscuros, que parecían llevarte a la perdición, entonces entendí a que se refería con El Diablo.

Pierre tenia unos brazos grandes, que en estos momentos los tapaba un suéter oversize, al igual que Fabio, que tapaba su brazo tatuado que tanto me gustaba. Ambos tenían buen cuerpo, ambos me tentaban de igual manera.

- ¿Estas bien, bonita? – Pregunto el susodicho, sacándome de mi trance.

- Si, ¿Por qué lo dices? – Los mire extrañada, porque ambos tenían una sonrisa juguetona.

- Porque estabas lamiendo la cuchara...tentadoramente – Explico Pierre, para luego morderse el labio.

- ¿Veías algo que te gustaba? – Bromeo el otro francés.

- Obviamente amigo, a mi – Le respondió el otro molestando.

- ¿Qué dices? Yo le gusto más – Le guiño un ojo.

- ¿Qué dices tú, bebe? – Ambos pusieron nuevamente su intensa mirada en mí.

Trague grueso, pero entonces me arme de todo el valor que tenía.

-Si ambos están aquí, creo que es clara la respuesta – Y por inercia me mordí el labio, llevando su atención a ellos.

-¿Tú estas seguro, bro? – Fabio se dirigió a Pierre, no sin dejar de mirarme con una sonrisita.

- Por ella soy capaz de muchas cosas, amigo – Al finalizar soltó un suspiro. Y me regalo una mirada intensa.

Entonces para su sorpresa, el primero en acercarse fue Fabio. Yo me reí por lo bajo, porque sabia que él tenia personalidad, pero no más que Pierre.