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7 años atrás.

Sofia Pov's.

- ¡Vamos amor! ¿Qué pasa? Has estado rara estos días – Tomás jugueteo.

- No lo sé, debe ser por los negocios de mi padre solamente – Le dije regalándole una pequeña sonrisa.

- No pasara nada, todo está bien – Me abrazo por atrás. No me sentía muy cómoda, pero no podía alejarme de él.

- Lo sé cariño – Entonces me preocupe de apreciar el paisaje.

- Sabes que siempre estaré para ti, eres todo mi mundo Sofia – Me dijo al oído, causándome una gran sonrisa. – De hecho, podríamos casarnos

- ¿Qué? Estas loco – Me gire para verlo.

- ¿Por qué no? Ambos somos el uno para el otro – Dijo regalándome una amplia sonrisa.

- No sé si te aguantaría toda la vida – Le dije divertida, este me miro fingiendo indignación.

- Yo si te aguantaría, todas las vidas que nos junten – Ese hombre no paraba de sonreír y yo menos.

- ¿Crees que estamos listos para dar ese paso? – Pregunte ya más seriamente.

- Sofia me tienes a tus pies desde el día que te conocí, estoy enamorado hasta los huesos de ti, y lo único que quisiera ahora seria una vida a tu lado – No soporte más, agarre su rostro y lo bese.

- Todas las vidas – Repetí luego de separarnos.

- Todas las vidas, mi amor – Me regalo un corto beso.

Volví a mi hogar más feliz que nunca, no íbamos a casarnos enseguida, pero ya estaba más que hablado. Me encontraba sola, a excepción de la servidumbre por así llamarle, mis padres debían andar haciendo de las suyas por allí, así que me dirigí a la cocina encontrándome con Marta, mi querida nana.

- Hola mi niña, ¿traes hambre? – Pregunto apenas me vio.

- No, gracias, he comido con Tomás – Le regale una sonrisa. – iré a dar un paseo

Le informé cualquier cosa, y salí para dirigirme a mi garaje. Tomé uno de mis coches, y conduje sin rumbo, me gustaba visitar lugares o simplemente manejar. Ya me encontraba un tanto lejos de Sinaloa, por lo que al volver me lleve una gran sorpresa.

Al bajarme de mi auto, note como había más guardaespaldas de lo normal. La seguridad se había triplicado y no entendía nada.

-Señorita Sofia, debe entrar a la casa cuanto antes, el señor la está esperando – Me informó uno de los chicos. Luego volvió a su puesto rápidamente, totalmente atento a cualquier cosa.

Entre a la casa rápidamente, encontré a mi padre en la sala de estar, mirando la televisión. Al principio no tome atención de esta, solo me fije en él, quien estaba bastante serio.

-¿Qué pasa? – Llame su atención.

- Sofia! ¿Dónde estabas? – Se acerco rápidamente a mí. – ¡Pensé que te había pasado algo, dios!

- ¿Qué sucede papá? – Lo mire extrañada, este suspiro y me soltó lo que se guardaba.

- Capturaron al Chapo – Sus palabras retumbaron en mi cabeza. Me quede estática.

No podía ser cierto, y para creer que no era así, mire la televisión, pero esta me confirmo las palabras de mi padre. No, no y no. ¿y si tenían a Tomás? ¡Mierda no! No podía estar pasando.

-Señor! – Apareció uno de nuestros hombres. – Nos informan que los hijos Guzmán no se encontraban en el sitio cuando sucedió la captura

- Gracias Felipe, puedes volver a tu puesto – Este solo asintió y se fue. – Hija, debemos irnos cuanto antes

ILEGAL / F1. MOTOGPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora