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Fabio pov's.

Por fin volvía a pisar Mónaco, para ver a mi chica. Extrañaba tanto a Sofia. Que esperaba ansioso el momento en que volviera a saborear sus labios. Me baje del coche, fuera del edificio donde vivía. Subí hasta el piso de ella. Y toque, pase mis manos hacia atrás.

-Amor! – Me miro feliz, apenas abrió la puerta. Se tiro encima mío, abrazándome fuerte.

- Ten, bonita mía – Le mostré el ramo de flores. Parecía una nena cuando las vio.

- Gracias amor, vamos dentro – Agarro mi mano y nos adentro a su apartamento. Llevo las flores para ponerlas en un florero que tenía. Al volver la agarre de su mano atrayéndola a mí, haciendo que soltara un pequeño chillido.

-No sabes cómo te extrañe, mi vida – Entonces la agarre de la cintura, acercándola más a mí. Atrape sus labios desesperadamente. Esta lo noto, pero enseguida siguió mi ritmo.

La temperatura y mi excitación comenzaron a hacerse más fuerte. Por lo que no tarde en alzarla para que cruzara sus piernas en mi cintura. Llevándola hacia su cama. Sé que parecía necesitado o desesperado, pero la necesitaba, necesitaba de ella.

La deje sobre la cama, siguiendo la sesión de besos húmedos que estábamos teniendo, y cuando quise ir más allá, sus manos me detuvieron.

-Fa-Fabio – Articulo recuperando el aliento. Me aleje un poco para verle.

- ¿Qué pasa cariño? – Entonces me preocupe. - ¿Te hice daño? ¿Te molesto algo? – Se le escapo una risita.

- No cariño, pero debo contarte algo...- La mire extrañado, me levante y ella se incorporo en la cama.

- Me estas poniendo nervioso, bonita – Dije bien sincero, sin saber que ocurría.

Se levanto y fue hacia su mueble, saco algo del cajón, no logre ver que, porque justo su cuerpo tapaba mi visión. Volvío hacia a mí, con sus manos atrás.

-Esto es inesperado, pero debes saberlo...- Se mordió el labio nerviosa.

- Ahora estoy asustado...

- Entenderé si no estas de acuerdo, o si te espantas, pero no puedo ocultarte algo así – Entonces me quede congelado en cuanto me mostro lo que estaba ocultando. Lo tome entre mis manos para verificar si era real. Había dos rayitas en él. Era positivo. No era tan idiota para no saber de que se trataba.

- ¿Estas...- No podía ni articular bien las palabras.

- Si – Respondió nerviosa.

- ¿Estas segura? Digo estas pruebas no son cien por ciento verídicas – Dije aun sin creerlo.

- Pues eso no es todo – La interrumpí antes que se marchara.

- Sofia, ¿Cómo paso esto? Dios – Y comencé a desesperarme un poco, los nervios haciendo efecto.

- Pues...- Volví a interrumpirla.

- Sabes que mi carrera...ay dios!

- Fabio – Se acerco a mí, por inercia retrocedí, sorprendiéndola. Pude notar decepción en su mirada. – Mierda...

- Sofia...yo...

- ¿No lo quieres? Bien, puedo hacerme cargo sola, no te preocupes – Respondió a la defensiva.

- ¿Cómo paso? – Me senté en la cama sin creerlo aún.

- Pues, tenemos sexo, y bastante, Fabio – Me respondió tajante. Esta vez si fue hacia donde quería ir antes y al volver me entrego unas fotos, eran ecografías. – Por si no me crees...

ILEGAL / F1. MOTOGPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora