Capítulo 4

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                          ∆Un reencuentro.∆

Astrid caminaba hacia el comedor, ya llevaban en esas cuevas tres días, aun así no había visto a nadie mas ademas de su padre, Cyrus y Alexei, aun no había encontrado las fuerzas para preguntarle a este ultimo sobre Eloise y sus hermanos, pero día a día se convencía de que algo malo había ocurrido con ellos, temía que hubieran muerto cuando atacaron al Refugio, tampoco había visto a los otros lideres de los distintos refugios, su hermana le había hablado de ellos, sabia que él había tenido un par de reuniones con ellos, pero por algún motivo no dejaba que ella los conociera.

Ahora, finalmente, se había librado del resguardo de su padre y de su hermano y había logrado salir de la habitación que Alexei le había asignado, quería ver mas lejos que su habitación y la de su padre, aprovecho que su padre dormía y que Cyrus, junto con Alexei se habían ausentado por una reunión, solo necesito preguntar un par de veces, hacer algo de memoria, y con eso había logrado encontrar su camino hacía el comedor, tenía hambre y sabia que servirían el almuerzo muy pronto.

El ruido que se escuchaba mas adelante le dijo que había tomado el camino correcto, finalmente había llegado al comedor, miro a su alrededor, había varias mesas esparcidas por la amplia habitación, no tantas como en el Refugio, pero aun así eran muchas, perfectas para el numero de personas que estaban intentando encontrar un lugar, fue en uno de esos recorridos que sus ojos se detuvieron en el cabello rubio de un niño que corría hacia una mesa en el fondo, ella no podía verlo de frente, pero algo le decía que lo conocía, se quedo de pie, mirando hacia donde el niño se dirigía, fue cuando se dio cuenta de la mujer que se ponía de pie de una mesa y le sonreía al pequeño, aun a esa distancia supo que esa mujer era Eloise.

Sin darse cuenta comenzó a caminar hacia ellos, no le importó empujar a un par de personas para llegar a ellos, finalmente llego y se detuvo a sus espaldas, alzo la mano y la sujeto del hombro, girándola, la enfrento.

Eloise se detuvo y dejo caer el vaso con agua que sujetaba en su mano, el agua salpico sus pies, pero a ninguna de las dos les importo, fue entonces, cuando ambas se miraron a los ojos, que Astrid se dio cuenta del rostro de Eloise, tenia una gran parte de su mejilla derecha de un color rojo, el color ascendía y le cruzaba la ceja y se perdía en la raíz de su cabello, también una parte de su cuello estaba de color rojo, era una gran quemadura que parecía estar en proceso de curación, ninguna de as dos se movía, ambas estaban felices, sorprendidas y asustadas de verse finalmente después de semanas, fue Eloise la que termino con el silencio y sujeto a Astrid de los brazos.

—estas aquí — le apretó los brazos, dando énfasis a sus palabras — no puedo creerlo, estas aquí, finalmente puedo verte — sin esperarlo un segundo mas la estrujo entre sus brazos — Alexei me lo dijo, pero no podía creerlo — se separo y le sonrió — es bueno ver que alguien mas ha vuelto.

Astrid sonrió al escucharla, al sentirla y al verla, creyó que no volvería a verla, ella fue la primera en mostrarle una mano amiga cuando recién llego al Refugio — yo también te extrañe, Eloise.
Ambas se sentaron después de estar de pie  sujetándose la una a la otra, ninguna dijo mucho después de eso, solo comieron y miraron a Grigory y a Iris comer los alimentos de sus platos, ambos habían saludado a Astrid y le habían preguntado unas cuantas cosas, ellas las había respondido lo mejor que pudo, pero ahora no encontraba una forma de entablar una conversación con Eloise, sabia que ambas necesitaban hablar, pero ninguna de las dos se sentía con la fuerza para comenzar, ambas estaban felices de verse con vida, pero por debajo de esa felicidad estaba la incertidumbre de lo que cada una había vivido mientras estuvieron separadas.

Cuando finalmente se pusieron de pie y dejaron sus bandejas en sus respectivos lugares, ambas, con Gregory y Iris correteando frente a ellas, comenzaron a caminar por los pasillos hacia uno de los cuartos designados para juegos, era el lugar preferido de los pocos niños que habían sobrevivido, los cuatro entraron y ellas dejaron que los niños se acercaran a un grupo de niños al otro lado de la habitación, ellas caminaron al lado contrario y se sentaron en el piso mientras los miraban jugar.

Finalmente fue Eloise la que rompió el silencio, no podía aguantar el silencio y la sensación de que ambas necesitaban decir algo.

—¿estuviste a salvo? — Astrid dejo de mirar a los niños y se giro a mirar a Eloise, la preocupación en sus ojos le calento algo dentro — en donde te tuvieron, ¿estuviste a salvo?

Astrid pensó un momento antes de contestar — estuve mejor de lo que esperaba — se paso la lengua por los labios — al principio Vaughan no me prestó atención, solo me tuvo como una especie de trofeo, pero… Después, no lo se — miro a Eloise, intentando encontrar las palabras correctas para lo que vivió en el Nido — pareció que se dio cuenta de que yo tenia algo que él necesitaba, pero, aun así, pareció que no encontraba el motivo de tenerme con él, entonces fue cuando el rastreador me dijo que era lo que Vaughan quería de mi — respiro un segundo, no recordaba como dolía su pecho cada vez que hablaba sobre Caleb, pero el dolor volvió a crecer dentro de ella — mi chip — se llevo la mano a donde antes estaba colocado, el contacto de sus dedos con su piel le envió un escalofrío por la columna — fue una parte importante de lo que me mantuvo con vida, pero también el rastreador tuvo mucho que ver en eso, parece que ambos nos mantuvimos con vida el uno al otro.

—¿y tu chip? — Eloise le pregunto, dio una rápida mirada a los niños y volvió a centrarse en ella — ¿Qué paso con el?

—ya no lo tengo, Vaughan se encargo de quitármelo — respiro hondo — lo hizo antes de que le disparara.

Eloise abrió sus ojos con sorpresa y sujetó su mano al mismo tiempo que exclamaba — ¡¿tu le disparaste?!

Asentí con una mueca en el rostro — aun ahora no estoy segura de porque lo hice, pero supongo que fue porque me sentí en un gran peligro, ademas de que sentí a mi compañero siendo amenazado — se rasco la muñeca, justo en donde estaban sus números en ceros — solo quería protegerlo como él me había protegido a mi.

Ambas se quedaron en silencio, pensando en la información dada y recibida, ninguna de las dos sabia que seguiría ahora, pero esperaban que no fuera algo demasiado difícil.

—¿sabes o tienes alguna idea de lo que el quiere hacer con tu chip? — Eloise le pregunto y Astrid no supo que responder.

El recuerdo de donde obtenía Vaughan a sus soldados le volvió a la mente, sabia que su chip era una parte importante para lo que fuera que Vaughan necesitaba, de cualquier modo su chip, hasta donde ella sabia, era el único chip que no había matado a su receptor, sabia que Vaughan utilizaría su chip para deshacerse de los últimos sobrevivientes, pero no estaba segura de cuando ni donde lo utilizaría, pero estaba segura de que seria pronto.

—tengo una mínima idea — asintió — pero eso quiero decirlo ante Alexei, mi padre y todos los lideres de los refugios que aun siguen con vida.

—entiendo — Eloise asintió, comprendía que era algo lo suficientemente importante como para decirlo en un salón rodeadas de niños.

—todo mundo se enterara, supongo — Astrid alzo sus hombros — pero solo cuando sea necesario — Eloise asintió y ambas miraron a los niños jugar a perseguirse, fue entonces cuando Astrid recordó que aun no había visto a alguien — Eloise — ella giro y le presto toda su atención — ¿Dónde esta Nathan? — Eloise miro de nuevo a los niños, Astrid se dio cuenta del cambio en su mirada he intento rectificar su pregunta — es solo que no lo he visto.

—él… bueno… él murió — Astrid frunció el ceño al escucharla — murió el día que atacaron el Refugio.

Astrid de inmediato se sintió terrible por haberle preguntado — lo lamento, Eloise, no debí de preguntarte.

Eloise le sonrío — esta bien, comprendo que preguntaras — miro a los niños y siguió hablando sin dejar de verlos — murió intentando sacar ha Grigory y a Iris, ambos se habían separado de mi lado y no lograba encontrarlos, pero Nathan volvió por ellos — se quedo en silencio por un segundo, sus ojos se llenaron de lagrimas al recordar a su hermano — los encontró y me los trajo a uno de los túneles que nos sacaban al exterior, había recibido un disparo en su brazo, aun así logro traerlos afuera, yo me encontré con ellos cuando el túnel comenzaba a colapsar, así fue como me queme el rostro — se toco la piel rosada con la punta de los dedos — él me dejo a los niños y quería volver a buscar a mas sobrevivientes, pero el túnel colapso sobre él, cuando intente correr a ayudarlo una lengua de fuego me alcanzo en la cara y en el cuello — Astrid no se atrevió a hablar después de escucharla, vio como Eloise sonreía al ver a Iris gritar mientras corría — mi hermano no merecía morir, Astrid — se giro y la miro, sus ojos estaban llenos de lagrimas y en sus labios tiraba una sonrisa — pero al menos murió como un héroe.

Astrid le sonrió y ambas giraron al escuchar a Iris gritar y correr hacia ellas, ambas vieron a los niños y el corazón de ambas se recuperó un poco al ver en esos pequeños el esfuerzo de Nathan, Nathan ya no estaba, pero se había encargado de dejar con ellos a los niños que los hacían sonreír cada que los veían y también recordarían siempre a Nathan, aun cuando ya no estaba.

Compañeros. Un Ultimo Intento. Libro 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora