Capítulo 17

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                                   ∆El inicio.∆

Caleb buscaba opciones, algo que le diera una idea de cómo desviar a la patrulla de rastreo que estaba tan cerca de ellos, necesitaba pensar, pero nada lograba llegar a su cabeza, ¿Qué hacía?

¿Qué era lo correcto?
Entonces sintió como Astrid lo sujetaba de la muñeca, dejó de ver a la patrulla de rastreo y se concentró en ella, Astrid no lo miraba a él, ella miraba la patrulla a metros de ellos, pero su mano lo sujetaba con firmeza de la muñeca, la miro desde su diferencia de altura, era hermosa, él lo sabía, pero ver su hermosura de nuevo y además de cerca era lo mejor para él.
Escucho de nuevo el susurro de la máquina a metros de ellos y le prestó atención una vez más, se había girado y comenzaba a alejarse, cuando la perdió de vista espero un par de minutos, sólo para estar seguro de que ya no estaba cerca de ellos, momentos después dejó de escucharla, ya se había alejado, quito su mano de la boca de Astrid y la miro de nuevo, su piel estaba roja en los lugares en donde había estado su mano, la había sujetado con fuerza, ni siquiera lo había notado.
—¿Qué fue eso? — le pregunto ella en un susurro.
—problemas— dijo.
La tomo de la mano y comenzó a caminar con ella, iba un paso adelante, siempre abriéndole paso entre la nieve, la llevo hasta la zona acordada para dejarla con Alexei, saco de nuevo el objeto y envío un nuevo mensaje, mientras esperaban él la sostuvo de la mano, siempre a su alcance, siempre bajo su protección.
Fue momentos después que Astrid comenzó a escuchar pasos en la nieve que se acercaban, ella miro al frente y logro ver que Alexei se acercaba, traía el arma lista en sus manos, él se detuvo frente a ellos y antes de que alguien pudiera decir algo, cualquier cosa, Caleb rompió el silencio.
—tenemos problemas, Alexei. —informo y Alexei de inmediato los miro con el ceño fruncido.
—¿Problemas? —pregunto, Caleb no se movió, pero algo debió decirle a Alexei que era grave — ¿Qué tan malos?
—había una patrulla de rastreo algunos metros más abajo —apunto con su mano libre el camino por donde él y Astrid habían subido la montaña — parece que los buscan a ustedes.
—eso no es posible, dijiste que está montaña era segura, que estaríamos seguros —su voz fue subiendo de volumen con cada palabra que salía de su boca.
—parece que me equivoqué — susurro, pero incluso Astrid distinguió la dureza y la rigidez de su voz.
Manos se miraron, miradas duras y desafiantes, ninguno daría un paso atrás, cada uno de ellos preocupados por lo que resguardaba esa montaña.
—¿Qué podemos hacer? —los dos se giraron a ver a Astrid —tenemos que hacer algo, se está acercando y en algún momento podría encontrarnos.
Los tres permanecieron en silencio por un par de minutos, cada uno de ellos buscando la solución a ese problema.
—podríamos desviarlos — Alexei fue el primero en hablar — darles señales de que estamos en otra parte, un lugar alejado de la montaña.
A mitad de su frase se dio cuenta de que Caleb se negaba, no estaba seguro de porque, pero esperaría a escuchar la opinión del hombre frente a él.
—si la patrulla ya está aquí, si ya comenzó el rastreo en esta área, nada la va a detener —aseguro — una vez que se les asigna una zona no se van hasta que no envíen mensajes satisfactorios —alzó la vista al cielo, el clarear de la mañana le rozaba el cabello — muy rara vez son movidos de su zona.
—¿Y qué sugieres que hagamos‽ — el tono de Alexei no les agrado ni a Astrid ni a Caleb — porque si permanecemos ocultos en la montaña a la espera de cualquier cosa, entonces las cuevas dejarán de ser un refugio y se volverán en una tumba, igual que en las guerras del pasado.
Caleb asintió, ya había pensado en esa posibilidad — no planeo dejarlos a su suerte para que muera en las profundidades de una montaña, en realidad se me ocurre algo — guardo silencio por un instante y después miro a Astrid y después a Alexei —pero no estoy seguro de que les agrade la idea o de que funcione — Alexei frunció el ceño al escucharlo — pero al menos es mejor que esperar.
—¿Y cuál es tu brillante plan? — las dos personas frente a él ignoraron el tono con el que hablo.
Caleb respiro profundo, como si buscara la forma de dar a conocer su plan sin que está le explotara en la cara.
—¿Qué tan probable sería una reunión con sus líderes? — les pregunto a ambos, tanto Alexei como Astrid lo miraron sorprendidos al escucharlo, pero él ignoro su sorpresa y miro a Astrid a los ojos — ¿Qué tan segura estás de que tu hermano se quiera reunir conmigo?
—¿Para que quieres hablar con él? — Astrid le pregunto, su ceño fruncido, no lograba entender que era lo que su compañero quería.
—una alianza — dijo con firmeza, Alexei dio un paso atrás al escucharlo, Astrid le dio un apretón a sus manos, pero él no se retracto — una alianza contra Vaughan.








Compañeros. Un Ultimo Intento. Libro 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora