Palabras al viento.

Capítulo I. Bloody Mary.

Notas del inicio. Bueno, no añadiré mucho en esta parte porque todo lo que tengo que comentar será al final, de hecho; lo he subido en AO3 que es como mi nueva casa donde publico más seguido, pero le daré prioridad a publicarlo antes aquí, incluyendo que ustedes serán los primeros en leer lo más reciente, ya veremos como va este plan. Sin mucho que añadir aquí, nos vemos en las notas finales. 

Parte I.

Capítulo I. Bloody Mary.

Roier ve la nota de su examen al día siguiente, suelta un bufido cuando ve que no le ha ido tan mal y a su vez ni tan bien para ponerse a celebrar, el profesor Vegetta le observa con esos ojos color amatista y se siente juzgado por un rato; regresa a su lugar cuando le ha entregado el examen e indicado cómo debe corregirlo, inhala hondo tanto que sus pulmones se llenan de aire y se siente extraño porque muy dentro siente ese lento movimiento de algo que roza en el interior. Mariana se levanta cuando ve que el siguiente en ir a revisar su nota es Vicky que asiente ante lo que dice el profesor, su amigo toma su examen para comparar las respuestas en un intento de encontrar una oportunidad para tener una nota aprobatoria y sigue largos minutos donde ve cómo Vicky todavía está viendo algunas cosas con el profesor Vegetta, tal parece que igual busca tener una nota más alta.

— ¿Qué tal les fue en el examen? —Spreen pregunta volteando a ver a ambos—. Estuvo un poco complicado

—No seas mamon, seguro obtuviste nota excelente y solo vienes a presumir —contesta Mariana indignado—. Vi que le diste copia a Juan, si me muestras tu nota excelente voy y te acuso con el profesor

—Ya Mariana, deja de amenazar al pobre —dice Roier rodando sus ojos

—No obtuve buena nota, mira —contesta Spreen pasando su examen

— ¿Eso para ti no es buena nota? Tu estás pendejo, un 90 de 100 es excelente —reprocha Mariana tomando el examen—. ¡Mira Roier! Hasta describió el árbol genealógico bien, quítame esa cosa que me enojo más

— ¡Eh, Mariana! Nada de malas palabras en el salón —regaña el profesor al menor—. Me entregarás planas para la siguiente clase

La risa de algunos se escucha mientras Mariana arruga la nariz yéndose a su asiento correspondiente, Roier suspira cansado de que su amigo meta la pata con cierta frecuencia y le cause muchos problemas; el castaño le entrega a Spreen su examen que es una de las mejores notas, la calificación más alta era de Nia que le susurra algo a Paracetamor y Roier siente el día volverse más lento desde que ve en su asiento como Juan le muestra alegre el examen a Spreen. Su desinterés en la clase es igual a la de ver cómo para los demás es un día cualquiera, el mundo de Roier está devastado por el dolor que siente su corazón y no sabe cómo lidiar con esa enfermedad, está perdido en ese problema que crece cada que le ve; la bella sonrisa de Spreen que le dedica solo a Juan, el brillo de sus ojos color amatista que deslumbran con la compañía del chico y le duele en lo más profundo de su ser solo verlo tan enamorado porque le demuestra que sus sentimientos no son correspondidos.

Sus notas son garabatos sin sentido, en varias clases se centra en dibujar cualquier cosa que pueda porque después puede pedirle sus notas a Aldo que es el más diligente de ellos y esta vez los trazos toman forma de cierta persona con esas orejas esponjosas que desearía tocar; el profesor Vegetta sigue dando su clase mientras que Roier arranca la hoja en la que dibujo a Spreen, la arruga con el claro dolor que son más que garabatos de una persona que le hace daño sin que sepa y suspira cuando deja que tomen los apuntes.

—Muy bien chicos, esta vez para no meterlos en problemas de exámenes sorpresa de acuerdo a su lectura, he pensado en que haga yo equipos y ustedes elogian el libro que van a leer —explica Vegetta tomando su lista con los nombres de sus alumnos—. Después expongan en su clase lo más relevante, me convenzan que su elección fue acertada y también de que su lectura fue adecuada, así obtienen una nota perfecta por sus propias capacidades y métodos