Palabras al viento.

Capítulo IX. IKANAIDE.

Notas del inicio. ¡Hola! He retomado pilas mientras me sumo en una preocupación inminente, se acerca el final y yo no tengo idea de como terminarlo, ¿algo bonito o triste? He aquí la verdadera cuestión, también para decir que me excedí en las palabras, me contagie del espíritu del drama y termine  escribiendo algo que no supe como termine así, entonces en las notas finales les daré un poco de contexto del porque terminamos de esta manera; si yo también pienso que posiblemente fue mi consumo de los capítulos de One Piece LA, leer fanfics bonitos en AO3 y crear una idea en mi mente para futuro, posiblemente esta ligado la trama a este desarrollo de acontecimientos. 

Jajajajajajaja, ¡No lo se! O tal vez es mi terrible panorama de las cosas desde que me perdí en el lore del QSMP y tengo noción de la realidad alterada, cualquiera de los casos, no acepto malos comentarios porque los estoy preparando a futuro (?). 

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Capítulo IX. Ikanaide.

Roier despierta demasiado desorientado, un leve aroma llega a su nariz y lo reconoce tan bien porque una vez ya ha estado en ese lugar, cuando su abuelo tuvo un accidente en su casa rompiendo su columna, eran aromas mezclados entre desinfectante, alcohol, limpieza y para algunos como lo ha escuchado huele a almizcle, también a medicina de esa que no quiere tomar uno cuando tiene resfriado; el olor no es lo único que le acompaña cuando sus ojos se abren, una enfermera que checa sus signos vitales se acerca a anotar y tiene en su brazo derecho la vía intravenosa que está medio vacío. Así es exactamente como se imaginó despertar en aquel momento cuando estuviera en Karmaland, solo que tiene una habitación para él solo y no tiene con quien hablar, poco después entra Rubius con una sonrisa en sus labios mientras le entrega su celular para que no se aburra y le indique que puede ver la televisión en los canales que desee, después le presenta a un Interno llamado Forever que está aprendiendo lo más que puede de aquella experiencia. De repente sin aviso previo, Roier inicia a toser constantemente siendo apoyado por las largas manos de Rubius mientras Forever le entrega el cubo de basura donde caen las flores, se siente cansado cuando las saca y cierra los ojos un momento antes de escuchar al médico híbrido decir algo sobre darle anestesia para que duerma otro rato más, mientras que Rubius ve aquellos coloridos seres que han quedado al fondo de aquel basurero y lo anota en su celular en silencio; toma una para ver cuatro flores en un mismo tallo, tres botones y tres delgadas hojas, las demás flores son similares de color azul tantas que se ha llenado el bote de basura, al salir le pide a una enfermera que se lleve aquello.

No me olvides. El verdadero amor.

No es hasta cerca del atardecer cuando Roier vuelve a despertar, nuevamente sabiendo que está en el hospital y se siente tan mal consigo mismo porque su corazón duele en grandes cantidades, llora un poco dejando que lágrimas escapen de su rostro hasta manchar las sábanas blancas del hospital, su cuerpo se estremece cuando una nueva tos surge desde el más profundo y recóndito lugar de su cuerpo, la enfermera del turno vespertino que ahora le cuidará entra al escucharlo, Crystal Molly acerca lo primero que encuentra que es una charola vacía donde se sirve la comida y palmea la espalda de Roier; las flores salen desde su lastimada garganta hasta su boca en un amargo viaje, estas caen con colores vibrantes junto hojas verdes que las acompañan, pero sin ningún tallo y con un ligero cambio de capullos presentes. Poco después Roier vomita sin tener nada en su estómago, sale saliva de su boca junto un sabor ácido qué pasa por su garganta quedando plasmado en su lengua y después observa aquellas flores que han sido dejadas en la mesa con ruedas —que es para que pueda comer y mover esta—, de nuevo son de color azul como un intermitente grito a que algo está pasando en su interior, entonces Molly habla sobre llamar al médico que es Rubius, este llega al saber que Roier ha despertado y ha tosido flores nuevamente. El castaño observa primero a Molly que se encoge de hombros porque trata de buscar una explicación, los que han sufrido la enfermedad de hanahaki y se han declarado siendo rechazados en el proceso tiene un largo historial de haber estado tosiendo flores con mensajes dolorosos hasta un determinado momento donde, muy tristemente, las flores ya no salen manteniéndose dentro, es un claro ejemplo que algo está mal en este proceso con Roier cuando Rubius ve que los tallos han desaparecido y a la vez le alivia porque tiene una explicación más importante; si bien aún no encuentra alguna forma para entender lo que ocurre, puede ver que esto será un avance significativo para Roier y para cualquier individuo que viva con esa preocupación de declararse.