Capítulo VIII. La nave del olvido.

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Notas del inicio. ¡Hola! Después de un mes o más, no he visto la fecha de cuando publique el ultimo capítulo hasta ahora (En wattpad) y hace poco subí un capítulo en AO3 de los atrasados, si bien lo puse en AO3 también tengo que repetirlo un par de veces antes de dejarles el capítulo y aclarar unas cosas. No he actualizado porque viví unos meses turbulentos para mi, yo no estoy en mi mejor momento ligado a mi salud mental, sufro depresión y esto conlleva a que tenga un máximo de días malos y un minimo de días buenos para mi. 

Así que este capítulo tardo demasiado por lo mismo, cuando literalmente no tengo ganas de nada por mi problema, no pienso en que debo escribir y no me abrumo porque igual es malo, así que poco a poco lo estuve escribiendo cuando hubieron días buenos; así que llegue con una mezcla de un momento triste, ahora vamos en la recta final a como lo había comunicado y pues, se vienen cosas buenas y malas a como lo planee. 

Y sin más les dejo con el capítulo, nos volvemos a ver en las notas finales. 







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Capítulo VIII. La nave del olvido.







Lunes. 7:30 am. Clases de Química.

Roier tiene claro lo que debe hacer aquella tarde a las cuatro, lo sabe cuando se baja del automóvil de su madre y se despide de ella con una sonrisa en sus labios para indicarle que estaba bien, ya nada malo sucedería después y él se curaría por completo como debía hacer; solo que los nervios afloran en su ser cuando camina lentamente a la entrada de su escuela, ajusta su mochila para sentirse un poco con confianza y una vez que ve a lo lejos a Aldo junto a Mariana sabe que lo está haciendo por un bien mucho mayor. No es más que un poquito de nervios, siente sus manos sudar cuando se acerca a ellos y cerca del aula en la que tienen su primera clase de la mañana, puede ver a Spreen con Juan muy apartados hablando sobre alguna cosa, vuelve a repetir dentro suyo que todo es por un bien mayor, aunque duela en su corazón y queme sus sentimientos hasta explotar como fuegos artificiales. La primera clase es con la profesora Cristinini, la mayoría está esperando a que llegue para entrar al salón, Roier piensa en las palabras que su mente tiene dentro como una declaración poética y como su corazón teme por las palabras que le destruirán; dolerá como un millón de agujas clavadas en cada arteria, una estaca en su corazón como si fuera un vampiro y este fuera su final.

— ¡Roier! Debemos entrar ya al salón —le llama Aldo dándole golpes en su hombro—. Cabron, la profesora nos dejará afuera

—Perdón, siento que no dormí bien —contesta Roier con una leve sonrisa, tiene ganas de vomitar—. Igual siento como si algo me hubiera caído mal, tal vez es mi tripa

—Iremos a la enfermería después, solo entremos —dice Mariana empujando a ambos

Ha planeado decirle a sus amigos desde el día que lo hablo con Rubius, solo que las palabras no salen de sus labios porque tiene que decirles sobre su viaje y el que no volvería durante un largo tiempo, les hablaría sinceramente de aquello que tanto teme y llorarían como nunca porque su grupo estaría partido en partes hasta que volviera a casa de nueva cuenta; Roier les dirá cuando sea la hora del receso, en ese tiempo que tienen para comer cualquier cosa rápida que encuentren en la cafetería y hablarían del fin de año, antes de mencionar la emoción de ser chicos de tercer año. Entonces, Roier comenzará a llorar solo para decirles que él sería el único en no volver, una de las cosas que más le entristece dentro de su corazón que le dicta hacerlo antes del medio día y escuchar la negación de Aldo y el enojo de Mariana sobre las tonterías que está diciendo, salvo que no son palabras sueltas al azar sino verdades a medias que se deben decir. La profesora entrega calificaciones mientras Roier piensa en lo que debe hacer, algunos de sus compañeros alegan con Cristinini sobre su puntaje buscando cualquier pequeña cosa que les ayude y tardan más tiempo de lo que les da la profesora, cuando pasa Spreen la mayoría está expectante de lo que pueda decirle, no estuvo presente en el examen final y eso pudo afectar su calificación solo que no llegan a saber mucho del chisme; Roier pasa poco después con pocos ánimos porque sabe que sus notas no han rendido como le hubiera gustado.

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