Notas del inicio. Buenas, pequeño apartado para decir que preparen los pañuelos o algo por el estilo, se viene un capítulo un poco complejo. También para decirles algo, sabían que en Fornite está la colaboración de Shingeki, no me lo comprare porque toy pobre.
Sin más que añadir, nos vemos en las notas finales.
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Capítulo IV. Friends.
Roier cree que es masoquista, lo piensa mientras observa cómo las horas pasan tan rápido frente a sus ojos, las clases son simples pruebas que impactan contra su cabeza de manera instantánea y reconoce que no le ha tomado importancia porque sus pensamientos se dispersan entre dos cosas; si tiene que decidir es obviamente que debería darle prioridad a Wilbur, teniendo en cuenta que están en una relación establecida y por medio de esta obteniendo beneficios propios. Solo que está su mayor problema, la debilidad más grande que tiene en esos precisos momentos que sonríe tan bonito a Juan y Spreen no sabe el problema emocional en que lo somete, desea ir a apoyarle a su partido de basquetbol en fin de semana, pero existe esa constante de que tiene un plan con Wilbur que mucho antes se presentó. Su mirada pasa del entrenamiento de Spreen a Wilbur, esté toca en su guitarra con tranquilidad y reconoce un poco la melodía "Te amo y más", se siente tan impactante como la respuesta más obvia de su tarea de Cálculo Integral o Química con las insoportables fórmulas para sacar algo que no comprendió bien.
Baja con Wilbur de las gradas mucho antes de que terminen las prácticas, hablan sobre alguna cosa en común que tienen y eso se remonta a las clases que más problemas les dan, también de algún videojuego y que Roier está aprendiendo a tocar un instrumento; la sonrisa de Wilbur es como un rayo de luz, precioso que resplandece con esos pómulos rosados y una mirada tan preciosa, los labios de Roier sueltan un largo suspiro mientras acomoda en su hombro la mochila. Se siente en un mar inconfundible de dudas cuando piensa en Spreen mientras toma la mano de Wilbur, incluso cuando suben al autobús y a lo lejos ve como el híbrido oso viene agarrando la mano de Juan; solo en ese entonces vuelve a inundarle sus sentimientos mezclados con la angustia de sus ideas, Roier jamás sería el centro de atención de Spreen y eso le dolía.
Justo cuando dentro del castaño abordan los miedos de no poder presentarse el sábado al partido de basquetbol del contrario, lo que podría decirle a Wilbur como pretexto para plantarlo y la terrible debilidad que tiene al pensar que algo de todo ese esfuerzo resultaría; incluso cuando no se atreve a gritar a los cuatro vientos que ama a Spreen, le ve caminar a un lado contrario al suyo y su corazón se debilita lentamente en esa lucha constante.
Roier no es Juan y jamás lo sería.
Entonces se siente estupido de nueva cuenta porque se ha propuesto hablar con Spreen un día antes de que sea viernes y sin complicaciones por delante, inhala tan hondo que podría ahogarse con el aire que impacta con sus pulmones y exhala todo lo que tiene contenido en ese largo camino de miedos; ¿cómo abordar al chico que te gusta para decirle que no podrías ir?, ¿cómo resistirse a esa terrible mirada? Lo que más le gusta a Roier de Spreen es esos ojos color amatista con largas pestañas oscuras, su color de ojos parece sacado de un cuadro de óleo pintado porque es tan irreal y se enamora un poquito más cuando le ve con ese resplandor tan precioso.
— ¿Spreen? —Roier le llama cuando han terminado las clases de Física y su jornada es finalizada—. Quería hablar contigo sobre algo
— ¿Qué pasa, Ro? —Spreen le indica algo a Juan que comienza a caminar y seguro le esperará en la parada
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Palabras al viento.
FanfictionDeclaimer. Roier se ha dado cuenta de algo, ama al híbrido oso tanto que las flores salen de su sistema respiratorio y lo asfixian por completo. No sabe cuánto tiempo le queda, solo que es un amor no correspondido y conoce la causa de eso.