duro

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— Por favor, NamJoonie.

— No

— ¿Por qué no?

— Porque no me gusta eso, HoSeok.

— Pero...—el pelirrojo suspiró y decidió no seguir insistiendo cuando NamJoon miró hacia la ventana para ignorarlo. Lo miró una vez más y tomó sus palillos para terminar su comida antes de regresar a clases.

Un rato después, NamJoon ya estaba como si nada, abrazando y besando a su HoSeokie mientras caminaban por el campus para llegar al edificio en donde el mayor cursaba sus estudios, volvían a ser la pareja feliz que todos conocían y que a HoSeok le encantaba presumir.

Trágicamente para NamJoon, a medio camino se encontraron con Park JiMin, aquél ser diminuto que ahora es casi el mejor amigo de su novio, aunque antes hayan sido pareja sexual. Por supuesto que le molestaba, pero él no tenía el derecho de pedirle que se alejara de sus amigos. Así que solo se limitaba a mirar un poquito mal a esos duendes cuando se aparecían mientras se dedicaba a abrazar a su novio.

— ¡Hola, Hobi y NamJoonie hyung! —saludó el chiquillo apenas se detuvo frente a ambos—. Hoy por la tarde la facultad de derecho hará una fiesta en su auditorio, y Channie hyung me pidió que les avisara.

Los dos mayores se miraron y sonrieron en grande, aceptando que era el momento perfecto para una fiesta después del desgaste físico y emocional producido por los exámenes finales.

Por eso, cuando llegó oficialmente el final de su semestre, se sentía muy orgulloso por ser el segundo mejor de su clase y sentía incluso el doble de orgullo porque una vez más, su NamJoon era el mejor de su generación.

Teniendo esa felicidad en mente, no dudó ni un poquito el lanzarse sobre las piernas de su novio una vez estuvieron dentro de su habitación—. Eres el chico más genial y asombroso del mundo —murmuró mientras arrastraba sus labios sobre las mejillas y el cuello de piel morena, lamiendo por encima de los lunares que marcaban sus puntos más erógenos.

El jadeo que soltó NamJoon lo hizo detenerse, brincando hasta el otro lado del cuarto para tomar sus cosas para comenzar a cambiarse y no salir tarde rumbo a la fiesta—. Apresúrate, bebé.

NamJoon obedeció, maldiciendo a todos mientras caminaba al baño porque todavía le daba vergüenza pedirle a su novio que hicieran algo más que frotarse y besarse. Era estúpido sentirse así, considerando principalmente que en unos días cumplirían su primer año de novios y él llevaba tres meses conociendo el sexo.

Mientras se bañaba, el moreno ignoró por completo la débil erección que se había formado por tanta atención hacia su persona. Siguió su rutina con normalidad, disfrutando del aroma a chocolate que emanaba de su champú favorito hasta que, de nuevo, la cabellera rojiza de su HoSeokie apareció en sus pensamientos.

«— NamJoonie... Tengo que decirte algo —dijo el mayor un día mientras estudiaban en la biblioteca. El moreno se sintió desfallecer, pensando lo peor de su relación, e incluso dejando de respirar cuando el pelirrojo se sentó a su lado y tomó su mano entre ambas manitos suyas—. No es nada malo, no te asustes. Solo quiero pedirte... Quiero que tú... —suspiró y relamió sus labios, acercándose lo suficiente para hablarle al oído— necesito que seas más rudo conmigo en la cama, bebé.

— ¿Qué?

— Sí, sí. M-me encanta lo que hacemos juntos... Pero yo- me gustaría muchísimo que dejaras de tratarme como si fuera una muñequita que se puede romper si usas un poquito más de fuerza.

— ¿Eh?

— Y-yo sé que soy tú primera vez, y ta-también entiendo que esto puede ser extraño para ti... P-pero yo... Realmente me gustas mucho y te quiero cómo no tienes una idea... Y yo... Yo en serio amaría intentar ha-hacer hmm el amor contigo de una forma más intensa, ya sabes.

NamSeok Smutty EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora