Tiger [Minlix]

12

Felix suspiró cansado bajando de su camioneta, el barro creado por la corta lluvia mancho las suelas de sus zapatos, haciéndole caminar con mucho cuidado. De sus labios brotó un bostezó y sus ojos pesaban a causa del sueño ganado durante sus largas horas de trabajo. Había visto a su asqueroso jefe, quién solo le dedico una mirada mezclada con perversión, Felix de solo recordar le daba escalofríos por todo su delgado cuerpo, subió los peldaños de madera con cansancio y limpio sus suelas sucias de barró en el tapete de la entrada antes de sacar sus llaves e introducirlas en el seguro de la puerta. Vaya fue su sorpresa cuando se encontró al entrar.

Sus cansados ojitos se abrieron como platos tras ver a un joven pelinegro devorar las frutas de su cocina, un chico más bajo descansando en su sofá y por su puesto, su gatote salvaje bajando las escaleras con expresión aburrida.

—¡Mi lindo rubio!— Le llamó Minho emocionado mientras se acercaba a el con una preciosa sonrisa en su rostro que enamoraría a cualquier individuo con tan solo verla un segundo.

Felix cerro sus ojos y recargo su frente en su hombro cuando los brazos del más alto enrollaron su cintura en un dulce abrazo de bienvenida. Felix se encontraba bastante cansado como para reclamar o endurecerse por la no tan agradable presencia de esos felinos feos.

—Honnie.— Felix susurró luchando por mantener sus ojos abiertos. —Son las tres de la mañana, deberías estar durmiendo.— Dijo mientras el más alto lo cargaba entre sus brazos y lo llevaba a su habitación.

—Vamos a la cama.— Dijo Minho dejando el maletín del rubio en el sofá y caminando hacia las escaleras.

—¡Rompelo entero rayado!— Grito Hyunjin desde la cocina, provocando un gran sonrojo en los dos individuos.

La risa de Chan se oyó desde el sofá y Minho no tuvo más opción que desaparecer por las escaleras con su lindo chico en brazos.

—Honnie.— Murmuró Felix cansado mientras era recostado en la cama.

—¿Mh?— Preguntó el híbrido yendo al cuarto de baño para llenar la bañera con agua tibia.

—¿Que hacen ellos aquí?— Preguntó optando por sentarse en el colchón mientras deshacía su corbata, puesto que sabía que al estar recostado caería dormido sin siquiera obtener su ansiada ducha.

—Me sentía aburrido Lix, lo siento si te enoja mucho.— Se disculpo el jóven más alto saliendo del baño para acercarse al rubio y besar su frente. —Te extrañé mucho.— Susurro ayudándole a desabrochar su camisa. Felix acariciaba sus cabellos esbozando una adorable y perezosa sonrisa.

—Te extrañé mucho más gatote.—

—Ve a la ducha solecito, la bañera esta lista con las burbujas y el jabón olor a vainilla.— Dijo Minho quita doble los zapatos a Felix y sacando sus calcetines. —Después podrás dormir.—

Felix asíntio poniéndose de pie y besando la comisura de sus labios.

—Gracias cariño.— Dijo dulcemente el rubio, caminando casi dormido hasta el cuarto de baño, dejando a Minho sonrojado.

Soltó un suspiro enamorado tras verle desaparecer por la puerta. Seguidamente fue hasta su guardaropa sacando prendas cómodas para su chico, preparó su cama acolchado las sábanas y almohadas perfectamente, se aseguro de que toda la cama estuviera fresca para que su pequeño sol pudiera descansar tranquilamente. Las últimas noches donde se escabullia para dormir con el Minho notó que Felix siempre dejaba la cortina de su ventana extendida escepto la esquina, dónde la débil luz de la luna atravesaban su ventana para iluminar la habitación, Felix le temía a la oscuridad y odiaba dormir con las luces de la habitación encendidas, ya que eran demasiado fuertes y no lograba atrapar su sueño, en cambio, la luna relajaba sus párpados y le hacía perderse en su mundo de sueños en menos de un minuto por lo ligera que era.

Minho escuchó la televisión de la planta baja encenderse, el volumen era un poco fuerte por lo que cerró la puerta para para tener tranquilidad y que su chico durmiera. Después de eso Minho salió de la habitación en busca de un café ligero para su solecito, bajando las escaleras apresurado por mimar a Felix después de un largo día de trabajo, Hyunjin y Chan le miraron extrañados tras ver la prisa de Minho al poner la cafetera y tomar unos panecillos en un plato. Si Minho no supieses lo que hacía era por culpa del rubio, posiblemente estuviera sintiéndose extrañó al estar tan atento a su solecito. La cafetera anuncio que estaba listo y cuando tenía todo preparado regreso con su lindo rubio, abrió la puerta de la habitación y se encontró con la adorable imágen de su lindo chico luchando por pasar en el hueco de su camiseta por su cabeza.

—¿Honnie?— Pregunto el rubio. —Ayúdame con esta cosa porfavor.—

Minho río suavemente y dejo el café con los panecillos en la mesita de noche, se acerco a Felix para ponerle bien la camiseta de su pijama. El rubio río cerrando sus ojitos cansados, abrazando el cuerpo del híbrido y respirando su aroma.

—He traído café y panecillos, de seguro no has comido nada.— Minho sonrió besando sus labios correctamente. —Come y después podrás dormir mi lindo rubio.—

—Gracias Honnie.— Felix beso la frente de Minho y tomó la taza con su café, Minho se sentó en la orilla de la cama y miro a su pequeño comer con cansancio, después miro de reojo el reloj colgado en su pared.

3:40 am

—Lix ya es demasiado tarde.— Minho acarició su espalda.

Felix estába terminando lo último de su café y cuando porfin dejo la taza y el plato vacío asíntio caminando al cuarto de baño para cepillarse los dientes.

—Lo se.—

—¿No tienes trabajo?— Pregunto observandole cepillarse los dientes.

Felix hizo un ruido en negación ya que no podía hablar gracias horrible sabor de la pasta de dientes y Minho suspiro con una tonta sonrisa en su rostro.

Finalmente Felix salió del baño y corrió a los brazos de Minho, cerrando sus ojitos y dejándose recostar en la cama. Minho era muy atento con el y eso le provocaba un cosquilleo en su estómago y la sonrisa perezosa en su rostro lo delataba.

—Muy bien cariño, ya puedes
descansar.— Minho beso la frente del rubio cubriéndolo bien con más sábanas.

—Duerme conmigo.— Pidió estirando sus brazos para recibirle.

—Pero los chicos están aba...

—No importa, si son de tu confianza pueden quedarse, ven ahora.— Hizo un puchero que derritió el corazón de Minho. —Duerme conmigo.—

Minho suspiro rendido y se subió a la cama, no sin antes apagar las luces de la habitación, abrazo el cuerpo de su chico y hundió su naríz en el sedoso cabello con olor a vainilla.

—Descansa Lix.— Susurro Minho dejando un dulce beso en su nuca.

—Descansa Honnie.— Dijo Felix apegándose más a Minho.

Cosa que también hizo Minho, estando con su lindo chico y su corazón gritando el nombre de este solecito que lo tenía enamorado.