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Aquella preciosa pantera con destellos azulados cuando la luz de la brillante luna chocaba contra su divino pelaje, yacia escabullendose entre los árboles de la refrescante y silenciosa noche, estrellas destellando cómo testigos de lo que tan herm...

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Aquella preciosa pantera con destellos azulados cuando la luz de la brillante luna chocaba contra su divino pelaje, yacia escabullendose entre los árboles de la refrescante y silenciosa noche, estrellas destellando cómo testigos de lo que tan hermosa criatura hacia entre los arbustos guiando su camino a un destino desconocido hasta por el más ruidoso grillo. Las cómodas almohadillas rompían en silencio las pequeñas ramas al caminar, sus peligrosos y retadores ojos felinos verdes como las hojas de un árbol en primavera, o como una lima en su mejor punto de madurez, mirando con cuidado su camino para no ser atrapado por algún ser desconocido que le observará en completo anonimato.

Tras el con pasos iguales de silenciosos, un precioso felino un poco más grande que la pantera, con pelaje dorado, casi naranja, con rayones perfectamente proporcionados a su cuerpo felino y terminando el pelaje con pequeños tonos blanquecinos. Un dominante y precioso tigre luciendo peligroso bajó la luz de la luna, quién temía hasta del felino con esa mirada azulada potente como el precioso y furioso océano. Luciérnagas y grillos corrían escabullendose de no ser aplastados o ser blanco fácil de tan peligrosa criatura caminando majestuosamente por el bosque.

En ese momento ambos felinos intimidantes, habían huido un par de horas de sus cálidos hogares para emprender una aventura de la cual, a Minho, le hacía sentirse como un pequeño cachorro travieso. Si, un maldito cachorro.

De pronto, el guía de tal aventura, Hwang Hyunjin, paro su búsqueda, haciendo que el distraído tigre chocará con la retaguardia de la pantera.

En este momento podría estár con mi lindo rubio durmiendo, pero siento que nos has perdido, menudo idiota. Le hablo Minho mentalmente a la pantera.

Esta solo gruñó en respuesta, al parecer sin muchsos ánimos de conversar. Lucia concentrado, agudizando su oído, hasta que, completamente victorioso, se escondió entre los arbustos para seguír algo que Minho desconocía hasta cierto punto.

¡Encontré el puto campamento de cazadores!. La voz de la pantera retumbó en la mente del tigre, quién rápidamente corrió hasta la pantera que se encontraba escondida tras un gran tronco, moviendo su cola cómo un minino atento y sus ojos de en la fogata no tan lejana.

Ambos observaron en silencio a los hombres cenar juntos en la fogata, sin importar que el humo que desprende el fuego contaminara el aire puro que respiraban los animalitos del bosque. Minho arrugó su naríz asqueado ante el humo, ambos mininos escabullidos entre los arbustos observando con sigilo los movimientos de los humanos, y fue ahí donde Minho agudizó el oído para escuchar su conversación.

—El jefe dice que dará una buena cantidad de dinero si le enviamos el equipaje hasta Seúl.— Comentó uno de ellos. —Sabes que la piel de esos animales salvajes cuesta un ojo del rostro, algún multimillonario desearía un lindo tapete de pantera o talvez el de un tigre como esos que andan por
aqui.—

Tiger [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora