¿Y si te decimos que las sirenas en realidad existen? Estos seres están inspirados en los pueblos acuáticos de Pandora.. El Clan Nerei'kinä.
Acompáñanos a descubrir la historia de una Na'vi completamente diferente al resto.
Nadie hubiera creído que...
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*Narrador
Año 2170, Pueblo de Awa'atlu
Las cosas cambiaron bastante en este último año para la joven Alani, las esperanzas de tener noticias sobre su hermano menor fueron desapareciendo a medida que los meses pasaban. En más de una ocasión salió al océano con tse'tam todo el día en busca de algun indicio de su pueblo pero no encontraba nada, no tenía el valor para volver a su cueva por algunos cristales para mantener la sangre mágica de los Nerei'kinä. Encontró un pequeño lago en el interior de la isla vecina, allí estaba deshabitada así que podía quedarse unos días a conectar con su origen y recolectar algunas piedras para sus atuendos o accesorios, son los lugares donde puede esconder sus cristales, estos no tenían efecto en los Metkayina ya que no se habían apareado con un Na'vi de sangre mágica durante Siglos. Ya que no sabía cómo agradecer por aceptarla se ofrecía a curar las heridas de la gente solo si la Tsahik lo veía conveniente.
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Su vida en el pueblo se convirtió en una buena experiencia, había perdido todo pero la Gran Madre no la dejo sola. La relación con los aldeanos la hicieron sentir muy acogida, ellos la integraban a las fiestas y ceremonias en las cuales quedaban fascinados con la melodiosa voz de Alani, esta siempre cuidaba de no lastimar o alterar a nadie, los cantos de su Clan solo funcionaban si el Na'vi le daba una intención, de lo contrario solo sería una simple canción ante los demás.
Tonowari y Ronal le dieron unas tareas a realizar en el clan, enseñar a los niños a bucear y la crianza de los animales como antiguamente lo hacía le hizo extrañar un poquito menos su hogar. Los jefes la cuidaban mucho que prácticamente era de la familia, la joven aún vivía con ellos y eso fue lo que la unió más a los hijos de sus cuidadores, estaba ansiosa por la llegada del nuevo integrante ya que Ronal estaba esperando a un bebé.
Tsireya era su pequeña consentida, Rotxo su aliado en bromas y con Ao'nung tenían una conexión especial, se volvieron muy cercanos, ambos sentían una atracción mutua pero no pasaba más que miradas, comentarios y algunos acercamientos cosa que no era sorpresa para sus Padres. El joven era muy protector, rozando lo posesivo, no permitía que ninguno de sus amigos se acercarán a coquetearle, sentía qué nadie era merecedor de ella. Esas cosas eran las que hacían dudar a la chica en avanzar con él además del respeto que tenía a sus Padres pero no borraban el hecho de que quería saber que sensaciones producía el amor.
