¿Y si te decimos que las sirenas en realidad existen? Estos seres están inspirados en los pueblos acuáticos de Pandora.. El Clan Nerei'kinä.
Acompáñanos a descubrir la historia de una Na'vi completamente diferente al resto.
Nadie hubiera creído que...
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*Alani
Me había debilitado luego del famoso "Llanto de la muerte" En el Clan se contaba historias sobre esto pero nunca nos había pasado antes. Intento reponerme en donde creí que era Tse'tam pero al mirar enfrente veo a mí hermano sobre el, siento la respiración de un Tulkun debajo de mí para encontrarme con Ean, me bajo para poder verlo a los ojos.
- Tranquilo, no estarás solo... Estamos aquí contigo.- Escucharlo triste me dolía el alma, nosotros estábamos llorando de igual manera. Sean:- ¡¿Por qué ella?! ¡¿Por qué?!...- Se bajó de Tse'tam y vino a consolar al bebé de Roa, no sabía cómo le daria la noticia a Ronal. - Sean... Sabes bien quienes hicieron esto.- Con una mano en la Tulkun mí mente y corazón se llenaba de ira. Sean:- Los mismo que nos han quitado todo lo que amamos.- Queríamos venganza, somos los que sostenemos este ecosistema y lo único que hemos hecho hasta ahora es perder frente a esos miserables. - Esto no quedará así Roa... Prometo que tendrán su castigo, no te preocupes por tu bebé estará bien cuidado.- Mire a mí hermano y nos dispusimos a llamar al resto de la manada.
Pronto nos comenzaron a rodear, nadando y lamentando la pérdida de su Gran cantante. Habíamos captado las voces de los Metkayina llegando hacia nosotros, eso quiere decir que fuimos escuchado hasta la aldea, nos preparamos para la reacción de la Tsahik ante la mala noticia.
No estaban solos venían acompañados de Jake y Neytiri, no sabían de qué manera reaccionar, solo los miré intentando eliminar los pensamientos negativos hacia mí suegro. Ronal bajo desesperada de su Tsurak y fue hasta su hermana espiritual, un grito de tristeza hizo que volvamos a contener nuestras lágrimas.
Tonowari:- Su nombre era Roa.- Se dirigía a los Sully, nos miró sabiendo ahora el motivo de nuestro llanto. Ronal:- Era mí hermana espiritual...- Sus lágrimas se mezclaban con la lluvia y el clima gris reflejaba el dolor que todos sentíamos.- Era compositora de canciones, muy respetada, cantábamos juntas.- Escucho detrás de nosotros al bebé de su hermana espiritual, yo tomé aire para hablar. - Ean sobrevivió... Sean y yo cuidaremos de él hasta que pueda irse en la próxima temporada de emigración.- La cara de los Omatikaya eran de confusión. Tonowari: Su Clan se han encargado de estás criaturas desde hace siglos, están entrenados para eso.- Les explicaba ya que no entendían como es que nosotros podíamos hace eso. Ronal:- Es lo que ella hubiera querido...- Abrazaba a su Tulkun aún llorando.- ¿Qué es esto Tonowari? ¡¿Qué es esto?!...- Verla así solo hizo que nuestra ira aumentara, Mis suegros estaban muy afectados por esto. Tonowari:- Chicos... ¿Vieron lo que ocurrió?.- Miré a mí hermano para que nos tranquilicemos y así poder hablar. Sean:- No... Pero sé quiénes fueron... Es su manera de cazar, solo que está vez dejaron el cuerpo en la superficie.- Vi como el señor Sully y Neytiri fueron del otro lado de Roa, ese sonido había estado desde que llegamos. Ronal:- ¿Ustedes están bien?..- Aún con el pesar de haber perdido a su hermana espiritual se preocupa en si estamos bien, esa mujer se convirtió en una Madre para nosotros sin duda. - Si, estamos... Bien.- El dolor en mí garganta ya estaba pasando. Los Dorados verde estaban acaparando el lugar.(es una especie de "gaviota" que aparece al rededor de Roa).- Ronal, debemos liberarla para despedirla y guiarla a su descanso. Neytiri:- ¿A qué te refieres con guiarla?.- Estábamos en terreno peligroso, los demonios podían estar cerca así que teníamos que hacerlo ya. Sean:- La acompañamos a la profundidad del océano, donde la oscuridad no te permite ver. - Su luz interior ya no brilla pero nuestra compañía será la última antes de desaparecer en los brazos de Eywa.- Era como un ritual para cada criatura que parecía en nuestro territorio. Tonowari:- Debemos dejarla.- Acompaño a su esposa de nuevo a su montura y nos dio la autorización. Jake:- Permítanme ayudarles.- Sean lo miro desconfiado pero vio que tenía el arpón rojo ya sin sonar. - Gracias...- Otros aldeanos nos ayudaron a sacarle los flotadores y con eso comenzamos a nadar con los Tulkun, nuestros cantos los guiaba y mantenían juntos.
