Black and White (Lena G!P)

Capítulo 1

Kara no recordaba cuándo había sido feliz, ahora mismo simplemente tenía a Saskia borracha encima suyo cogiéndosela como si fuera una prostituta barata.

—Saskia, eso duele—. se quejó bajito con miedo, no quería molestarla pero lo cierto es que le dolía, demasiado.

—Ponte en cuatro, no quiero verte la cara.

—P-pero no soy una maldita puta.

—Tú serás lo que yo te diga— Saskia la miró con odio y le dio una bofetada para luego colocarla en la humillante posición. —Olvidaste que soy tu esposa.

Kara se aferró a las sábanas mientras lloraba, lo mejor sería dejarla terminar o comenzarían las peleas y ella...bueno, terminaría mal.

Cuando Saskia tuvo suficiente simplemente sonrió y le besó el hombro, Kara tragó sintiendo pánico y asco. —¿Ves? Si eres obediente las cosas no tienen por qué complicarse—. Salió de ella bruscamente y luego hizo una mueca de asco —Kara por dios, estás sangrando qué puto asco ve y lávate.

Kara estaba sangrando, por supuesto, pero ella no estaba en su período, Saskia no había sido gentil con ella, ya no lo era, esto se repetía varias veces a la semana cuando la mujer tenía ganas.

Kara fue al baño , se sentó en la taza y se limpió para luego sollozar de forma muda, no quería que Saskia la oyese ni de casualidad o las cosas se pondrían graves.

Al día siguiente Saskia se sentó a desayunar como cada día.

—Está rico el desayuno Kara— sonrió.

Kara no respondió, estaba ensimismada mientras fregaba los platos después de haber cocinado.

—¿No me estás oyendo?—Saskia se levantó y le estampó la cabeza contra la pared —Dije que está rico el puto desayuno.

—Perdón— susurró Kara muy bajito —Me alegra que te guste.

—Así es mi amor— sonrió la otra —Vamos echemos un rapidín.

—No...no puedo t-tengo trabajo Saskia.

—Ah, entonces tu trabajo es más importante que yo.

—No he dicho eso es sólo que si no me apuro me despedirán.

Saskia la miró entrecerrando los ojos —Será rápido.

De nuevo sucedió, como siempre, como cada maldito día. La única paz de Kara llegaba cuando Saskia se iba y rogaba internamente porque muriese en un maldito accidente.

Kara se dio un baño y se maquilló para luego ir a Catco a trabajar. Obviamente nadie decía nada, pero era más que obvio que no todos los moretones se podrían cubrir.

Cat llegó hasta Kara —Ven a mi oficina cariño.

La rubia la siguió sin más y se sentó cuando la otra se lo pidió —¿Pasa algo?

—Kara ¿Estás sufriendo violencia doméstica?— Los ojos de Kara se abrieron con pánico y negó —Tu nerviosismo me dice que sí.

—No es nada Cat te lo prometo, sólo tuve un accidente— sonrió.

—Ya, pues eres la persona que conozco que más accidentes tiene—. Se cruzó de brazos y vio a la rubia salir corriendo de su oficina con los ojos llorosos. Cat sabía que Kara no tenía el apoyo de su familia, sobre todo el de sus padres, no tenía a quien recurrir. Levantó el teléfono y realizó una llamada. —Necesito tu ayuda Samantha.