Capítulo 9

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Varios días habían pasado desde que Kara y Lena se habían vuelto novias, y Kara se sentía a salvo. A veces dudaba como ser humano que era, pero Lena era tan paciente y respetuosa con ella que la rubia sentía que pronto estaría confiando en ella al cien por ciento.

Sin embargo, ahora mismo Kara estaba muy ocupada, no habían dudas en su mente ahora mismo, justo ahora tenía algo más que evitaba al cien por ciento que ella pudiese pensar en otra cosa.

Lena estaba en la ducha masturbándose, había dejado la puerta semiabierta para Kara y pretendía no saber que ella estaba ahí. Kara por su parte sólo podía mirar el cuerpo de Lena, sus senos, su figura esbelta y bien definida y el maldito pedazo de carne que la hacía salivar.

Kara intentaba con todas sus fuerzas no gemir mientras se tocaba a sí misma mirando a Lena. Sentía su cuerpo dolorido y necesitado, pero no estaba lista para el contacto. Lena lo sabía así que accedió a hacer este tipo de interacción.

La rubia estaba sujetada al marco de la puerta acariciando su propio clítoris mientras veía a Lena masturbarse y gemir.

Lena logró darle una rápida mirada a Kara y eso impulsó aún más su deseo, sobre todo al ver donde estaba la mano de la rubia, que tenía los ojos cerrados.

—Kara, eres tan hermosa—susurró Lena a sabiendas de que Kara lo oiría—y me haces tan rico el amor—gimió apretando fuerte su miembro. Kara se tuvo que tapar la boca, tenía el rostro rojo. El primer orgasmo que tenía en mucho tiempo había explotado entre sus piernas mientras veía el miembro de Lena explotar en su mano.

Salió de allí a toda velocidad y fue hasta su cuarto.

—Se supone que no estoy lista, se supone que no debo querer esto tan pronto—se regañó a sí misma. Comenzó a tocarse nuevamente, no quería sólo un orgasmo, quería más. Allí en la cama Kara se estuvo complaciendo a sí misma mientras gemía. El líquido se escurría por toda su entrada, estaban tan excitada y a penas podía recordar cómo se sentía este sentimiento. Desear tanto a alguien.

Lena llegó a su puerta y se detuvo cuando escuchó los gemidos. Sonrió complacida, si Kara se estaba masturbando era obvio que lo había hecho bien. Respiró aliviada y se fue de allí, definitivamente quería quedarse, pero Kara ahora mismo necesitaba esto sola.

Cuando la rubia salió de su cuarto lucía sonriente y sus mejillas estaban de un rosa pálido. Había tenido varios orgasmos pensando en Lena y eso era magnífico, era un avance enorme. Ambas lo sabían.

Mike sacó a Kara de sus pensamientos—¿Buscas a Lena? Está con Oisin en el jardín.

—Gracias Mike—dijo sonriente y fue al jardín en busca de su novia. Allí la vio, era la imagen más tierna que Kara pudiese ver.

Lena tenía a Oisin descansando al lado suyo, parecía una imagen incluso maternal. Ambos se veían serenos y despreocupados.

—Hola ¿Interrumpo?—preguntó Kara sonriente.

Lena abrió los ojos y negó con la cabeza mientras le tendía la mano—Para nada, tú no interrumpes, ven con nosotros—dijo alegre mientras Kara se acostaba a su lado encima del pasto limpio y pulcramente cortado—¿Te gustó lo que viste?

Kara asintió—Mucho Lena ¿Me seguiste al cuarto?

—Sí, pero cuando llegué preferí irme, no quiero hacer nada que pueda incomodarte ¿Sabes? Estabas tan libre en tu placer, era tu momento así que no quería estar ahí —la miró con amor—o sea sí quería pero tú me entiendes, quiero hacer esas cosas cuando tú estés lista Kara.

Black and White (Lena G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora