Leandro Paredes
Era madrugada, y estaba despierta sin problemas. Habitualmente sucedía cuando en plena noche la necesidad de terminar con la sed eran inaguantables, justo como ahora. Estaba tomando un vaso de agua, mi cadera apoyada en la encimera de la cocina mientras observaba un punto fijo. Todo estaba en absoluto silencio, junto la escasa luz de la luna que se proyectaba sobre la ventana. Era algo característico de la noche.
Estaba acostumbrada a ese ambiente, por lo que di un respingo al sentir una presencia detrás mio. Mi corazón latio con rapidez, y el pavor se asomó en apenas segundos. Aunque era mayor seguia con el temor de las entidades sobrenaturales, parecía un chiste. De repente, ahogo un grito al sentir una mano deslizarse por mi cintura. Giro el rostro con rapidez, en distintas direcciones en busca del individuo.
Me encuentro a mi novio sonriendo.
— ¡Sos un pelotudo, Leandro. Me asusté!—mascullo enojada. Él sólo me ve observa divertido y suelta una risa.
— Eso era lo que quería hacer—responde, burlón.
Gire los ojos brevemente hacia arriba, indignada. Transmitiendo una reprocha con la mirada, el jugador solo amplía la sonrisa. Ignorandolo, voy a dejar el vaso al fregadero, con él siguiendo mis pasos. Cuando me di nuevamente la vuelta, se encontraba justo delante de mí. Un corto espacio distanciaba nuestros cuerpos. Sus ojos me miraban sin descaro, y el azul de ellos producía más profundidad en la tensión de nuestro alrededor.
Eche mi cuerpo hacia atrás para generar espacio. Aún siendo su novia eso no quitaba el hecho de que me ponía nerviosa con facilidad. Con solo mirarme dejaba mis piernas temblando y mi respiración hecha un desastre.
— ¿Por qué no estás dormido?—cuestione en voz baja.
Se encogió de hombros, colocando ambas manos a los laterales de mis caderas. Me iba a volver loca. Su perfume llegó a mi nariz ante la pequeña cercanía, y su respiración hacia un leve viaje por todo mi rostro.
— Hay cosas más interesantes que hacer en la noche—murmuró en un tono sugerente.
— ¿Ah, sí? Como asustar, ¿no?—encarne una ceja.
Él sonriente se inclinó más sobre mí, al punto que su cuerpo chocó contra el mio, por lo tanto su rostro quedó muy cerca. Aproveche para contemplarlo, estaba tan lindo. Con ese aspecto que indicaba que acaba de levantarse, y el semblante serio pero a la vez sensual; terminaba con mi cordura.
— O comerte la boca sin problemas—chasqueó la lengua, clavando la mirada en mi.
Sin más, plasma sus labios contra los míos. Una explosión de sensaciones estallaron en mi boca, tomándome desprevenida. Al asimilar la situación no tarde agarrar su cabello con fuerza, tirando de él hasta que note cómo un gruñido salía de su garganta. Nuestros labios se tocaron una y otra vez, las lenguas jugueteando en un ritual de fuego. Parecía que ambos íbamos detrás del mismo objetivo, y anhelabamos con la profunda cercania.
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ONE SHOT | scaloneta +18
FanfictionSelección argentina (contenido +18) → Este libro contiene escenas explicas, lenguaje fuerte y contenido adulto. → Prohibida su copia o adaptación. © sokyax, 2023 𖥔 ONE SHOT