─── m. four

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Más de una semana ha pasado desde la partida de Yoo Karina en su ruta como protagonista de la nueva estrategia económica de la nacionalmente reconocida empresaria Kim Jisoo.

Las cosas se han mantenido en lo que podría catalogar bien, y dicha gira ha resultado un éxito con sus altos y bajos, pero al fin y al cabo, un éxito.

Los colaboradores japoneses han resultado un hueso duro de roer, y han consultado mucho más allá de los argumentos expuestos por la joven conferencista y una gran cantidad de sus colegas, llegando al punto de dar la impresión de que solo quisiesen poner a prueba la paciencia de estos.

Pese a eso, todo lo demás salió bien.

Precisamente hoy, Karina vuelve a casa.
Han sido unos días exhaustos para su cuerpo, días en los que más que nunca ha tomado alta precaución con su tratamiento, el estrés en estos casos, no es de gran ayuda. Yoo ha aprovechado su tiempo libre en varias provincias de su país natal y ciudades de Japón, para comprar uno que otros regalos para sus niñas, así, como solía llamarles. También ha comprado un peluche para Yi Zhuo, a regañadientes de su cargo de conciencia por no haber hecho ningún obsequio para la última mencionada.

Karina no puede contener su emoción, Jisoo ha decidido estimularle con unos días libres, que no desperdiciará y disfrutará hasta el último momento en compañía de sus ahora colegas de apartamento.

Al menos esos eran sus planes.

El metro en el que se desplaza se detiene en la parada más cercana a la costa, donde sin pensarlo dos veces, Karina desciende tras haberse despedido de sus colegas. Unos pasos más y su residencia es visible a la cercanía, Yoo mira su reloj con rapidez.

5:02 p.m.

«Ya es hora de que las chicas estén en casa» pensó ella, con una pequeña línea adornando sus finos labios.

Solo unos pocos centímetros la separan de la puerta de su apartamento, decide no tocar, pues ese ha sido su plan desde el principio, debe ser una sorpresa su llegada, y por eso entra en silencio a la residencia, cuidando de no hacer ruidos que le delaten.

Al momento de entrar sus fosas nasales experimentan nuevamente aquel aroma a cerezos y marea, el cual dominaba en el apartamento y de cierta manera provocaba un estado de relajación en la chica de mechas azules. Avanzó unos pasos más en su casa, a ritmo lento, intentando evitar ser tomada por sorpresa por algún intento de los menores de asustarle.

Lo que no esperó fue encontrar su habitación abierta de par en par y a cierta persona husmeando en esta.

Era ella, Yi Zhuo. Se hallaba encorvada, mientras revisaba minuciosamente una de las gavetas donde guardaba sus herramientas de trabajo, precisamente donde...

—Yi Zhuo. —dice la más alta, poniendo una mano en el marco de la puerta.

Sintió como los movimientos de la china se congelaron, estos se volvieron mecánicos y entrecortados, girando hacia su persona con cierta dificultad y nerviosismo.

Karina lo notó, Ning se hallaba tan concentrada en lo que hacía que ni siquiera fue capaz de oír el sonido de sus pasos o los ladridos de los caninos a la distancia.

Yi Zhuo estaba confiada de que nadie llegaría en ese momento.

A todo esto, ¿dónde permanecían Minjeong y Aeri?

—H-hola, Karina. ¡Es un gusto volver a verte! N-no esperaba que vinieras hoy. —dijo con una sonrisa más que forzada, rodando sus ojos.

—Yo tampoco esperaba verte, menos aquí. —respondió, con duras palabras. Su mirada hacia Ning se clavaba tal como una daga en su cuerpo, y Zhuo podía sentirlo. —¿Dónde están las chicas?

La rubia sintió como los latidos de su corazón sobresalían por fuera de su chaqueta, y como el sudor se deslizaba cada vez más por su sien. La habían pillado con las manos en la masa.

—Salieron.—soltó seca, tratando grueso para evitar titubeos en su voz.

—¿Necesitas algo? —preguntó la de mechas azules y la china entendió a que se refería, quería saber el propósito de su estancia en su habitación, estaba en problemas.

—Yo solo...

El sonido rechinante de la puerta de madera y pasos acercándose hizo que Karina se voltease y dejara de prestar atención a la rubia, su sorpresa no fue más cuando vió a ambas chicas, hasta unos momentos ausentes en el apartamento, abrazar con cariño a la mayor de todas.

—¡Unnie! —gritaron Aeri y Minjeong al unísono.

Tras aquel dulce abrazo, los ojos de Karina encerraban las palabras que sus labios no pudieron pronunciar.

Veía intriga, sospecha y quizás un poco más.

Ning Yi Zhuo solo pensaba en algo.

Fue salvada por la campana.

—¿Desde cuándo estás aquí, unnie? —inquirió Minjeong tras separarse de la figura de su mayor.

—No llevo ni siquiera una hora aquí. Esperaba encontrarles en casa. Yi Zhuo me dijo que salieron. —respondió Karina, con una línea adornando sus finos labios, ignorando a Ning.

Ambas, Kim y Uchinaga se dieron una mirada cuestionable, se miraban como si valorasen cuan bien estaría contarle a Yoo sobre su ubicación hace solo unos minutos atrás.

—Nosotros también pensamos que no estarías aquí hasta dentro de unos días, Rina. —le comunicó la japonesa, con la vista baja.

—Las tres, mientras no estabas, decidimos ir al cine, no contábamos con que llegarías. —habló Kim, Zhuo permaneció en silencio bajo la mirada de Yoo. —Lo peor de todo es que tras solo unos minutos de haber salido de la fila con nuestras entradas, oímos que se habían agotado.

Hubo un silencio pequeño entre las féminas, Yoo sonrió, tratando de que los celos en su rostro no se hicieran resaltar.

—Con que era eso, ¿no? Realmente no me molesta.

Tomó las manos de sus menores y creó un eyes smile con sus ojos, sus mejillas se abultaron y tomaron un leve color rojo.

—Solo... ¿cuando saldrán?

—Esta misma noche es el estreno, así que tal vez salgamos de aquí alrededor de las 9:00 p.m

Karina relajó sus músculos y negó con la cabeza, dejando los sentimientos negativos salir.

—No hay problema alguno, de hecho, hoy un gran descanso me haría bien.

—Estoy curiosa por saber como te fue en tu primera gira, chica de negocios. —le dijo la castaña de flequillo subiendo y bajando sus cejas en un divertido gesto.

—Tomen asiento, les contaré.

La mirada de la chica de cabello corto se desvió hacia la ahora nueva residente en el apartamento, con un tono inquisitivo se dirigió a ella:

—¿Lo encontraste, Nini?

—De hecho, no. —fue su respuesta, justo antes de unirse a ellas.

—Luego te ayudaré a buscarlo, no te preocupes.

Karina escuchó aquellas palabras solo unos pasos antes de llegar a la sala de estar.

Ya sabía a quien debía acudir. Quien sabía algo al respecto.

Tomó asiento en uno de los muebles que permanecían en la habitación, para proceder a contar parte de sus experiencias en sus viajes y desempaquetar los regalos que con tanto amor había comprado para
sus pequeñas niñas, y el obsequio que por un cargo de conciencia hizo para la nueva. La nueva sospechosa.

solo diré tres cosas:

1- uwu
2- se viene lo buenardo.
3- te amoooooo jisoo! flower best solo y chichu best solista <3

no olviden seguirme por mi ig, por allí tambn estaré subiendo contenido de murderess y algunos dibujitos. 😸

ㅤㅤ𝗆𝗎𝗋𝖽𝖾𝗋𝖾𝗌𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora