─── m. five

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—Minjeong.—llamó Karina.

—¿Si? —respondió.

—¿Puedes venir acá? Necesito hablar contigo. —le incitó, resaltando la última palabra, para hacerle saber que era en privado.

—Claro.—y ambas se adentraron en su habitación.

La mirada de Yoo viajó al suelo. Luego se elevó para contactar con la de Kim. La preocupación bañaba sus orbes.

—Minjeong, ¿qué hacía Ning en nuestra habitación?

—Oh, sí, eso. Yi Zhuo perdió un bálsamo de labios en nuestra habitación hace unos días, y hoy me dijo que iba a buscarlo. Yo accedí.

—Creo que no deberíamos confiarnos de foráneos, Jeong. —Karina puso una mano sobre el hombro de la pelinegra. —Apenas lleva una semana aquí. No podemos confiar...

—Karina.—Minjeong colocó su mano sobre la de Yoo. —Tranquila. Yi Zhuo no es una amenaza, no hay porque siempre estar a la defensiva. —aconsejó y le sonrió, mostrando ligeramente sus dientes.

—Solamente, no te confíes. Tengan mucho cuidado, no saben cuanto les eché de menos. —confesó, y jaló a Minjeong contra su persona, abrazándola con hermandad.

Karina era desconocedora de varias cosas.

Aquel abrazo significaba mucho más que todos los anteriores. Sería el más sentido de muchos.

Tras sus paredes, Ning Yi Zhuo escuchaba. Ahora sabía. Ahora sabía de quien se debía deshacer.

El vibrar de un teléfono celular sacó a Karina de su ligero y recién conciliado sueño. Con pereza, tomó el dispositivo entre sus manos sin haber abierto por completo sus ojos y haciendo un poco de esfuerzo pudo leer el nombre del contacto que brillaba ante su vista: "Aeri ♡"

¿Por qué la llamaba a estas horas?

01:04 a.m

—Hola Riri, ¿todo bien? —inquirió a través de la línea, oyendo la agitada respiración de la japonesa del otro lado.

—Karina. —un sollozo se escapó de la boca de la menor, lo suficientemente audible como para preocupar a Yoo.

—Aeri ¿pasa algo? ¿tú y las chicas demoran? ya es bastante tarde.

—Estamos en el hospital. Han... han atacado a Minjeong.

—¡¿Qué diablos?! ¡¿En que hospital están?! ¡Por el amor de Dios!

La menor no tardó en comunicarle el nombre de la institución médica donde se encontraban, entre y sollozos y quejidos que la inundaban, Uchinaga encontró en el fondo de su interior las fuerzas para informarle a la de mechas azules sobre su paradero.

Karina por su parte, hecha un mar de lágrimas tras la repentina llamada de la menor, atendió a su llamado y con rapidez estuvo lista para emprender camino hacia el hospital. Si, aquel mismo hospital en las cercanías del apartamento de Jisoo. Según las palabras de Aeri, le contaría el resto de la historia cuando hiciese presencia en aquel lugar. Sin embargo, a Karina no le interesaba mucho ello, ahora manejaba a toda velocidad por las calles de Busán rezando internamente para que no pasara nada con Kim, y la persona que hizo esto pagase las consecuencias de sus actos.

Lo único que sabía hasta el momento, era que había sido apuñalada con un arma blanca en su lateral, sin compasión alguna, siendo herida varias veces en aquella zona. Karina estaba dispuesta a hacer lo que fuese, solo para que Minjeong se recuperara y cobrar venganza.

De esto último, se encargaría ella.

No permitiría que algo malo volviese a pasar con la pelicorta, más nunca.

Lo que no sabía Karina, era que cada vez se hacía más tarde para hacer ese tipo de promesas.

Unos diez minutos bastaron para culminar su recorrido, pese a las quejas, y los llamados de atención que obtuvo por alterar el tránsito en la vía mientras conducía, Karina podía afirmar que había cumplido su objetivo en llegar rápidamente al hospital.

En el cuerpo de guardia, encontró sentados en los bancos a Aeri, el hermano mayor de Minjeong y su madre, esta última quien no podía contener su llanto en ningún momento. Los tres restantes, la rodeaban y daban palmaditas suaves en su espalda intentando consolarle, Karina no dudó en unirse a ellos.

—Hola, Señora Kim. —se acercó Yoo, poniendo una mano en la rodilla de la señora mayor, tras haberse inclinado para igualar su tamaño.

—Oh, ¿cuando llegaste? —inquirió Aeri mientras soplaba su nariz.

—Hace solo un momento.

—Es bueno verte, cariño. Me extrañó saber que no estabas con las chicas.

Chicas.

Karina momentáneamente miró a su alrededor, Yi Zhuo no estaba.

Volvió la mirada hacia la madre, quien la observaba con ojos abultados debido al no cesar de sus lágrimas.

—Fue mi error. Debí haber hecho que Minjeong  y Aeri no saliesen de casa. Pensé que estarían bien sin mí.

—Aeri me contó. No fue tu culpa solo...

—No soy capaz de sentirme bien conmigo misma a pesar de que, realmente no podía hacer nada. Debía haberles advertido. Las calles de Busán no son seguras en lo absoluto a esas horas de la noche... —una lágrima rodó por los ojos de la joven hasta llegar a sus mejillas, deslizándose lentamente hasta caer.

«A veces, solo hubiera preferido comportarme como egoísta.» pensó Karina, dejando caer un par más de lágrimas.

—¿Cómo... cómo está?

—Hace media hora la entraron al quirófano. El doctor dijo que perdió mucha sangre y no... no nos dió muchas esperanzas. —los orbes de la señora se volvieron a colmar de lágrimas, Karina sintió un apretujón atravesando su corazón, de un momento a otro.

—¿Qué? —Karina se hallaba destrozada.

Tras la puerta de el salón de emergencias, salió un hombre que vestía una larga bata blanca, era él, el médico que daría el parte sobre la situación actual de la menor de los Kim. El hombre sujetaba un informe, y su rostro no era el mejor de todos. Los presentes en la sala de espera, abandonaron su asiento poniéndose de pie, para saber el estado de salud de Minjeong.

—¿Usted es la madre de Kim Minjeong? —inquirió, sin quitar la vista de los informes.

—Si. ¿Cómo está mi hija? —sus ojos irradiaban desesperación.

—Lo lamento mucho. Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance. No pudimos compensar la pérdida de sangre de su hija, y las profundas heridas que dañaron considerablemente el bazo sanguíneo. —señaló con la cabeza baja, y un silencio absoluto inundó el lugar.

Una lágrima más de tantas se deslizó por la mejilla de Karina, sin previo aviso.

—No puede ser, mi hija...

ㅤㅤ𝗆𝗎𝗋𝖽𝖾𝗋𝖾𝗌𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora