─── m. twelve

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Se encontraba en una sala judicial. Ambas manos esposadas y su abogada a su lado, mientras el jurado dictaminaba una condena para la coreana.

Con el regreso del Tribunal a la Sala, las extremidades de Karina empezaron a temblar. Joohyun lo notó, a lo que le dió una expresión facial reconfortante, sin embargo, Karina no lograba evitar el nerviosismo recorriendo su organismo. La misma Bae ya sabía que el jurado tomaría una decisión, y aquella no sería declarar a Yoo inocente.

Durante todo el transcurso del juicio todas las pruebas habían indicado hacia la de mechas azules. Un bando de testigos y pruebas habían inundado la Sala. Todo venía por parte de Xen-Yi. El hermano mayor de Yi Zhuo, y el principal testigo. Era la palabra de Karina y Joohyun contra todos aquellos, y el Jurado siempre demostró, ante sus ojos, creer verosímil la información que le brindaba el mayor de los Ning, y sus testigos.

Lo peor de todo, era que Bae sabía que todos aquellos testigos eran comprados. Ya lo había percibido su intuición. Sin embargo, no podía solo insinuar aquello, debía basarse en pruebas, pruebas con las que no contaba. Se defendió con sus argumentos, en espera de que el Juez los tomara en cuenta.

El Jurado entró al Salón. Todos hicieron silencio.

—Se reanuda la sesión.— anunció el Juez. —Debido a los puntos expuestos previamente durante el juicio, se declara a Yoo Karina como culpable. —la sorpresa era más que visible en los ojos de los presentes.—Sin embargo, dada la condición de salud de Yoo Karina la condena es anulada. Karina será transferida en la noche de hoy, 15 de marzo del 2023, al sanatorio Cheung-Won, en la ciudad de Seúl. Cierre de la sesión. —el gran martillo tocó la superficie de madera, y con ello, su corazón se detuvo.

Xen-Yi y Karina intercambiaron miradas, la chica podía percibir en los ojos de Ning, la satisfacción y la venganza apoderándose de estos. A todo esto, Karina se preguntaba, ¿por qué habían hecho esto?

Nunca lo había creído realmente. Hasta aquel momento. Era culpable. Y solo había sido una víctima más del juego de Ning Yi Zhuo y su hermano mayor. Un juego del cual aún no mantenía una explicación concreta.

La de mechas azules por fin, realmente aceptaba su destino, finalmente sabía lo que le esperaba.

Joohyun y Jisoo no estuvieron excentas de transmitirle su desacuerdo con el Tribunal y la gran fé que tenían en que todo se solucionaría lo más rápido posible.

Karina, sabía que había algo más por debajo de aquel pulcro Tribunal. Pero nunca tuvo pruebas o hipótesis concretas para comprobarlo al igual que Joohyun. Todo aquello quedó en un simple pensamiento.

Las horas pasaron de manera rápida tras la celda preventiva de la delegación. Los preparativos para su transferencia no cesaban, y el recuerdo de Yi Zhuo no dejaba de acompañar a Karina en ningún momento.

En una de sus últimas horas allí, aprovechó la ausencia de la oficial, quien había ido a su cambio de turno, para revisar la nota de despedida, si, aquella que había encontrado en la chaqueta de Ning y que gracias a una fuerza divina había podido esconder durante todo aquel tiempo.

...

"Mi última voluntad, sí, mi última voluntad a mis 21 años es poder vengar tu alma, madre, todo aquel esfuerzo que gasté en poder sanar tus dolencias, y que Aeri no dudó en despreciar. Juré que me vengaría. Y sin ni siquiera pensarlo los pilares que sostenían a la familia Uchinaga cayeron, pero aquello no bastó.
     Hace unos meses contacté a Aeri. Mi hermano se ocupó de rastrearle. Le dije que contaría todo lo que hizo en Japón, si no me daba alojamiento en su nuevo apartamento. Aquel apartamento que fundó con la presencia de sus amigas tras haber caído en bancarrota. Me aseguré de acabar con ellas, que aceptaron a aquella idiota en sus vidas. Y que murieron, sin saber quién fue Uchinaga Aeri, o más bien, Giselle-ssi. Esto más que nada fue una misión suicida. Pero ha valido la pena. Estaré dentro de poco contigo, madre.

Tus hijos, te amamos. "

Karina arrugó el papel entre sus manos y maldijo, maldijo en silencio hasta que rompió a llorar. Había entendido todo, y a su vez se mantenía confundida.

¿Quién tenía la verdad?

—Unnie, no es lo que estas pensando, yo nunca...—la silueta de Aeri apareció tras las rejas y Karina mordió su labio inferior con rabia.

—¡Déjame! —espetó y aquella sombra retrocedió. —¿Por que nunca nos contaste?

—Por la misma razón que tú. —aquella última frase paralizó el ritmo cardíaco de Karina. —Tenía miedo, miedo de que me cuestionaran.

—No debiste.

—Tú tampoco.

La batalla mental no terminó. Sus sombras y su pasado contra ella. Hasta que finalmente decidió resignarse y quedó dormida, tras varios minutos dándole vueltas al mismo asunto.

Personas llamándole por su nombre le despertaron, era la oficial de nuevo turno, la cual le comunicaba que su traslado estaba listo, y en breve partirían hacia el sanatorio. Las oficiales abrieron la celda, y le acompañaron hasta las afueras de la Delegación, donde había una ambulancia y varios médicos. Karina fue guiada hasta el vehículo, pero una voz masculina detuvo sus movimientos. Era un oficial, el cual portaba una botella de agua.

—¡Sra. Yoo! Me dijeron que le trajera esto.—el oficial extendió la botella de plástico.

¿Una botella de agua?

—¿Para qué es esto?

—Es para el trayecto. Debe estar hidratada. Pero antes de salir, también debería tomar un poco. Las oficiales se harán del objeto.

Karina, con ambas manos esposadas, intentó abrir el recipiente. Notó algo muy extraño. No estaba sellada. Sin embargo, mantenía su coloración original, entonces, decidió tomarlo. Una de las oficiales cargó el objeto consigo hasta la parte delantera del auto y tomó asiento junto al conductor, la otra oficial permaneció junto a ella en el interior de la ambulancia. Sus párpados empezaron a cerrarse. Lo último que pudo percibir acerca de su alrededor fue a otro oficial. El cual le preguntaba al de antes el porque de su acción. Con breves palabras lo resumió todo.

—Dijeron que es esencial que no recuerde el camino de regreso a Busán.

Unos segundos más bastaron para que Karina cayera dormida. Todo estaba planificado.






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