𝐀𝐄𝐒𝐏𝐀 │❝ Yoo Karina tenía una vida relativamente feliz.
Con un techo y una cama para descansar, trabajo estable y la compañia de sus amigas Uchinaga Aeri y Kim Minjeong, quienes le querían tal y como era, o tal vez, como ellas pensaban acerca...
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Tan solo un día había pasado desde el arribamiento de la ahora más joven entre las ocupantes del apartamento.
Todo se mantenía normal. Era como un día más conviviendo entre las tres más antiguas compañeras. El hecho de compartir su día a día con Yi Zhuo se hacía bastante ameno.
En este preciso momento, compartían el desayuno, Minjeong había encontrado en Ning una compañera en sus aventuras de culinaria; pues Karina y Aeri solían ayudarla a preparar sus comidas, pero aún así, de alguna manera, ella siempre terminaba haciendo la mayor parte del trabajo, pues sus mayores, sostenían sobre sus hombros horarios muy cargados, lo que hacía que rara vez pudiesen dedicarse a explorar nuevas recetas junto a ella. El tener a alguien con casi la misma agenda que ella le daba además alguien con quien hablar más abiertamente.
Aún consumían su desayuno, Minjeong bebiendo de su jugo con calma.
—¿Qué tal quedó todo? —preguntó la pelicorta. Uchinaga le dio su aprobación con un pulgar arriba.
—Veo que ambas tienen buena química para estas cosas. —soltó Yoo.
El comentario de Karina en aquel justo momento sonó tan ¿frío? ¿seco? solamente basándose en el tono que utilizó.
Las menores dejaron pasar por alto esto, y todas terminaron su desayuno, llevándolo al fregadero, para posteriormente limpiar la vajilla.
El móvil de Karina vibró bajo su bolsillo, el contacto que apareció en la pantalla dejó algo desconcertada a la pelinegra.
Jefa Kim.
Kim Jisoo, la mujer que controlaba el departamento de cálculos y estadísticas, específicamente donde ella trabajaba. Miró la hora en su celular, 6:48 a.m. ¿Por qué la llamaría tan temprano?
Decidió responder.
—Disculpen un momento, tengo que atender. —dijo, separándose del lugar donde se juntaban sus amigas.
Unos pasos más cerca de la sala de estar atendió.
—Buenos días, Kim-ssi.
—Buenos días, Karina. Necesito una respuesta inmediata para mi propuesta ¿qué dices ahora?
Lo había olvidado por completo.
Tres días antes...
Los aplausos de los espectadores marcaron la culminación de la conferencia que Karina ofrecía hace alrededor de una hora.
Ella baja de la tarima, sujetando sus informes y alguno que otro material de apoyo. Varios de sus compañeros de trabajo que han observado la conferencia se acercan a ella y la felicitan por su arduo trabajo. Un poco más tarde se une Jisoo, quien no es excenta de comunicarle sus felicitaciones.
