-Qué putas les pasa a ustedes dos?!- grite alarmada
-Qué te hizo esté mal nacido?!- quedé observándolo en silencio, tal parece eso le molesto a Ben ya que me volvió a gritar- QUE CONTESTES DE UNA PUTA VEZ!
-Hacerme? Nada...Damián no ha hecho nada- las lágrimas brotaron de sus ojos
-Mientes! Di la verdad, Charlotte, te escuche gritar.
-Que no me ha hecho nada, dejadlo ya!- me acerqué a él y toque su mejilla con suavidad. Con voz tranquila y pasiva proseguí- os he dicho miles de veces que sé cuidarme sola, además, grite de emoción. La verdad adoro la habitación de Dam- sonreí, intentando transmitirle serenidad y pareció funcionar ya que relajo el rostro.
-Muy bien, es solo que...no quiero que te hagan daño otra vez- se levantó y sacudió los escombros de vidrio de su vestimenta.
-Gracias por tu preocupación pero yo me encargare, Ben- en ese momento comprendí que no estaban Gumi y CJ- ¿Y los chicos?
-Ahg, Gumi se enojó por ese imbécil- movió la cabeza indicando a Damián- y decidió irse, supongo que el tipo esta perdidamente enamorado de ti y no tolero verte con él. CJ dijo que lo vigilaría por si se metía en líos como la última vez. Y creo que deberías irte, necesitas descansar.
-Yo... ¿puedo quedarme aquí esta noche?- ambos se sorprendieron ante mi comentario
-Te arreglare mi habitación. Encontrarás que es cómoda cuando duermes escuchando a Cat Stevens, el ambiente se vuelve más plácido y calientito- hizo una mueca de confort y saco una almohada y sabana, ubicándolas en el sofá
-Gracias, Dam- sonreí y entre a la habitación nuevamente, cerrando la puerta con seguro tras de mí.
*POV Damian*
Recordé la calurosa tarde en que conocí a Charlotte; su hermoso cabello blanco, sus deslumbrantes ojos color esmeralda, sus sexys piernas... definitivamente era una modelo de perfección. Pero cuando me dijo "casanova" la deteste, aquella imagen alucinante se borró inmediatamente y la visualice como una maldita vieja bruja arpía.
No podíamos convivir en el mismo ambiente durante más de cinco minutos sin gritarnos, y lo que me hacía sentir peor era que ni Ben, Gumi o Castiel lo trataba así de mal; comencé que intentar relacionarme bien con ella, sin embargo siempre me golpeaba. Supongo que CJ debió decirle algo ya que un día, luego de gritarme "atroz gremlin", él le dirigió una mirada re probativa y se disculpó conmigo.
Desde entonces comencé a sentirme mejor y más alegre, le halle un sentido con mayor profundidad a la vida, pero las cosas con Arya se fueron al caño hasta que finalmente ella no quiso seguir intentándolo y termino conmigo. No negare que fue bastante triste, digo, ¡tenía tres putos años con ella! Pero solo con ver a mi muñeca de porcelana, a esa chica con pésimo carácter y con mucho amor para dar, las cosas tenían de nuevo su color vivido.
Tarde un poco en comprender lo que aquello significaba: me había enamorado. Lo negué cuanto pude, trate de convencerme que era un falso sentimiento, me repetía "Sólo confundes todo, idiota". El día que se le zafo lo de Arya y nos besamos, me sentí tan bien era como tocar las nueves y sentir un shock eléctrico a la vez.
Para comprobarme a mí mismo el terrible error que estaba cometiendo fui a la casa de Arya para pedirle que volviera conmigo y mi sorpresa fue el encontrarla con el primo de Charlie (reconocería esos rasgos en cualquier lugar). Al llegar a mí apartamento y pensar en cómo decírselo, al luego verla con un puto yeso en su tobillo...mi mente colapso y no pude retenerlo más: era ahora o nunca.
Ahora estoy acá, tirado en el sofá pensándola mientras ella duerme en mi habitación escuchando a Cat Stevens. El techo era lo más interesante en medio de la oscuridad.
-Muy bien, me dirás ahora o ¿tengo que sacarte la verdad a golpes?- perezoso, voltee a verlo
-Tu comentario es hilarante, Benjamín. A tu incumbencia no le hice nada- realmente no quería discutir con él, estaba consciente de su obsesión y no quería hacerlo pasar un mal rato...por lo menos no ahora. Me di media vuelta dispuesto a dormir pero me lo impidió
-¡Todo lo relacionado a ella es de mi puta incumbencia, imbécil! ¡Ahora saca la sopa!
-Baja la voz, no querrás despertarla- escuché su gruñido así que con desaprobación le dije de una vez- Para comenzar, que tengas una obsesión y parezcas un pinche enfermo acosándola no significa tener algún tipo de dominio sobre ella. Apuesto a que ni siquiera le has dicho de manera formal que la quieres- reí y me senté, estábamos frente a frente. Sabía que lo siguiente no le gustaría en lo absoluto pero...él insistió- Ahora, ¿quieres saber que le hice? N-A-D-A. No soy idiota, Castiel me mataría si llegará a tocar un solo cabello de Charlotte Elizabeth Techoblanco. Sin embargo, sí le dije muchas cosas y entre eso está el que la quiero.
Sonreí para intentar aplacar el golpe pero no funciono, sus manos formaron puños y comenzó a golpearme hasta que se cansó. Limpie la poca sangre que salió de mi boca y nariz y me levante a sacar hielo de la nevera colocándolo en mi ojo derecho.
A decir verdad, he recibido peores golpes.
-Eres detestable- refunfuño con desdén y mucha furia
-Sé que me merecía esos golpes, será comprensible que me detestes pero Ben, vamos, es imposible no amarla. Además, nada acredita que sea mutuo, así como podría corresponder podría mandarme al carajo- saque una cerveza del congelador, di un trago y se la extendí. Al él rechazarla volví a beber- ¿Sabías que Takumi la invito a salir? ¿No? Bueno, lo hizo y ella acepto. Eso chico, es lo que tú no has podido y así como van las cosas, nunca podrás. Ahora vete a la mierda que debo trabajar mañana, pinche majadero.
Terminé mi cerveza, me tire sobre el sofá, me cubrí con la sabana y me dejé llevar por el hechizo de Morfeo. Mañana recibiría mi respuesta de Charlie.
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Caprichos Sentimentales
RomanceUna adolescente que no logra comprender sus sentimientos, chicos lindos que son sus amigos, una hermanastra detestable y problemas psicológicos/de carácter son los componentes que dan forma a está historia algo absurda pero envolvente -o eso creo- e...