Caprichos Sentimentales

Capítulo 21: Está Es Mi Decisión

Damian me esperaba fuera del colegio para ir por algo de comer, salí antes que los chicos para evitar que hicieran un escándalo pero mañana Gumi me diría algo (él siempre se da cuenta de todo lo que sucede en terreno escolar). Subí al auto y deposite un tierno beso en sus labios, él sonrió y nos alejamos rápidamente.

-¿Y bien? ¿Que es ese asunto tan urgente que teníamos que charlar?

-Es sobre Takumi- frunció el ceño- ¿Recuerdas que él y yo tenemos una cita pendiente?

-Como olvidarlo...

-¿Estas de acuerdo con eso?

-¿¡Estáis de coña!? ¡Claro que no! ¡Yo quiero que seas solo para mí!

-Y lo soy, pero quiero cumplir con mi palabra- frenó el auto abruptamente- ¡¿Qué os pasa?!

-Repetidlo...

-¿El qué?

-Lo último

-"¿Qué os pasa?"- dije dudosa

-No seáis gilipollas, antes de eso

-Que soy tuya?- freno el auto y me beso
-Acaso lo sois?
-Por el resto de la vida- la devolví el beso, puso el auto en marcha.
En poco tiempo llegamos al apartamento. Benjamín aún no llegaba, eso significa que teníamos todo el lugar para nosotros. Al entrar, Dam tomo dos cervezas y justo cuando encendería un cigarrillo él lo quito de mí boca.
-No, no, no. Sabes muy bien que odio ese maldito olor.
-Vamos, dejame fumar solo uno- rodee su cuello con mis brazos, nuestros rostros estaban tan cerca que sentía su respiración
-No, Charlie. Te estas matando- cerro los ojos, resistiéndose a mis encantos. Reí.
-La cerveza también puede matarte, querido. Venga, dejame fumar- roce nuestros labios y él sonrió.
-Como desprecio cuando haces esto- nos besamos- hazlo.
Él se sentó en el sofá mientras que yo me recoste en él. La película que veíamos era muy mala así que empecé a hablar:
-Y esto haces luego de tus clases?
-Qué esperabas? La empresa en que trabajaba quebró y me quede sin empleo.
-Y ese trabajo en qué consistía?
-Era una disquera.
-Eso es genial! Conociste a algún famoso?- sus carcajadas me aclararon lo ridícula que fue mi pregunta- Vale, vale, ya entendí. Pasas solo hasta que llegue Ben?
-Ese idiota viene hasta la noche, a veces ni llega.
-Es como yo en mi casa- rasque mi nuca- luego de que Marissa se mudará, odio estar en ese lugar.
-Es comprensible porque tu hermanastra hace que no pases allí, yo soy el cuidador de Ben pero no puedo cumplir mi labor si él siempre se pierde.
-Es adolescente, quiere libertad y al vivir sin sus padres la tiene.
-Si, como sea- dio un último trago a la cerveza y me volteo a ver- No sigas hablando de él. Nunca más hables de otro chico enfrente de mi.
-Ni de Castiel?- lo pensó un momento
-Porqué sé que CJ es tu mejor amigo y jamás haría algo por alejarte de mi sin razón, de él si puedes.
-No tienes porque tener celos, Damian...
-Dime, ¿cómo te sentirías si esa persona que tanto amas te engañara?
-Del coñazo...
-Ya me paso una vez, perdone creyendo que había sido un error pero se repitió muchas veces. No quiero volver a lo mismo- me levante del sofá molesta, apague mi cigarrillo e intentando no gritar me dirigí a él.
-En tu puta vida me vuelves a comparar con esa perra, sé que fuimos amigas y todo, sé que somos similares en varios aspectos pero no somos iguales. ¿Temes que haga lo mismo que ella? Eso solo es signo de lo poco que me conoces. Sabes? Ya estoy emcabronada, mejor iré...- me tomó por la cintura y halo de mi, ese beso no era como los anteriores.
Mi temperatura corporal comenzaba a subir, su aliento chocando contra el mío, sus suaves labios eran una droga para mi. Nos separamos, nuestras miradas cruzadas llegando hasta lo más intimo de nuestras almas. Bajo el rostro luego de unos segundos, su cabello me impedía verlo.
-Perdonadme por ser tan idiota. Es simplemente que siento algo por ti mucho más profundo de lo que creía, no quiero que destruyan este sentimiento y sé que me quieres aunque sea poco- volvió la vista, sus ojos vislumbraban arrepentimiento y tristeza- y también sé que si me esfuerzo llegaras a amarme como yo a ti.
-Maldito- comencé a lagrimear.
Nunca había considerado que Damian se sintiera así, siempre esta sonriente y vivaracho. He sido tan egoísta con él por creer que yo era un simple capricho nacido de su rompimiento con Arya.
Me senté sobre él, acaricie su rostro suavemente y lo besé.
Tome su mano derecha y la pose sobre mi pecho, él lo cogió y comenzó a tocarme con delicadeza. Poco tiempo después tanto mi camiseta como mi sostén estaban tirados en el piso. Debo admitir que las sensaciones provocadas por sus caricias me tenían casi al borde el éxtasis. Pero de pronto me ronroneo al oído: "levantaté", confundida le obedecí. Me tomo en brazos y me cargo hasta la habitación dejándome caer en la cama, removió mi pantalón y siguió besandome el cuerpo hasta llegar a mi parte baja. Dam sabia como llevarme a ese mundo de placer...
El calor que su cuerpo exhalaba, su melódica voz saliendo en pequeños y ligeros gemidos, su mirada expectante fijada en mí. Se tiro sobre la cama, levanto mi ligero cuerpo posandome sobre él.
A medida sus embestidas eran más rápidas, su respiración se agitaba al igual que la mía. Ambos terminamos y yo caí rendida sobre su pecho.
-Mierda...-acariciaba mi cabello suavemente y depositaba tiernos besos en mi frente.
-¿Genial?- Él asintió. Levante mi cabeza y forzosamente me acerce a sus labios dándole un beso.
-Te amo, Charlotte- susurró. Esas palabras conllevaban tanto sentimiento que mi corazón se aceleró.
Intentando pensar en una buena respuesta me quede dormida.
[...]
Con los ojos aún cerrados busque a Dam pero no lo encontré. Preocupada abrí los ojos de golpe y escudriñe toda la habitación.
La noche estaba en su apogeo y mi padre sabe que si no estoy en casa antes de las 9:10 pm, no llegaré hasta el día siguiente.
Invadida por una tristeza incontrolable, manteniendo mi furia y sintiéndome la chica mas estúpida del mundo me coloque la ropa. Debí suponer que me había mentido, digo, ¿quién puede amar el desastre que soy?
Gire el picaporte y cuando abrí la puerta ahí estaba, empapado de agua y con dos bolsas en sus manos. Me sonrió.
-Supuse que tendrías hambre al despertar y fui por algo de sushi. Sé que es tu favorito- baje el rostro, quería llorar- Qué pasa? Hice algo mal?- su tono de preocupación terminó de hacer que estallará, las lágrimas caían a mares desde mis ojos- Joder, amor...- dejo la comida en una mesa cercana y me rodeo con los brazos en un intento de tranquilizarme. A pesar de estar mojado, podía sentir su calor corporal a través de las prendas y me sentí segura por primera vez en mucho tiempo.
-Pensé que habías huido porque te busqué y no estabas y...y...-a penas eran comprensibles mis palabras entre tantos lagrimeos- me sentí idiota por no haber previsto que mentías- aún sollozaba cuando me tomó por los hombros y me observó molesto, su cabellera goteaba todavía.
-Nunca más en tu puta vida vuelvas a pensar algo así! Te lo dije, Charlotte, te amo tonta. No te haría eso, yo no te lastimaría- beso mi frente antes de abrazarme de nuevo- quiero estar contigo el resto de la vida, quiero hacerte feliz y me duele verte llorar por mi maldita culpa. Haré lo que sea por ver esa hermosas sonrisa tuya, por contemplar los destellos en tus ojos cuando estas alegre, por escuchar todos los días tu preciosisima voz- me aferre a él con más fuerza.
-Nunca te vayas.
-Nunca lo haré.
Cuando logre tranquilizarme ambos nos cambiamos las prendas mojadas para luego sentarnos a comer sushi.
Deberás, estar con él es un sueño en la realidad.

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Hola amados lectores! Lamento tanto el retardo de meses, es simplemente que la inspiración se fue pero he regresado con ideas nuevas.
Los personajes cambiarán sus personalidades pero esto será poco a poco pues si el cambio es abrupto seria algo desgradable.
Les agradecería que me dieran sus opiniones al respecto. Gracias de antemano, besos.
-NFAlSe