Mi Vida De Mierda (Continuación Jk)

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Me dediqué a indagar por internet páginas legales para ver esos sitios de videos para adultos, tenía que registrarme para hacerlo pero como soy menor de edad tuve que buscar otras páginas alternativas que no necesariamente ocupe correo, hallé con una y me metí a explorar en una página muy extraña, la verdad no recuerdo el nombre pero recuerdo que habían cosas extrañas ahí, cosas como sadomasoquismo, temáticas raras con objetos, anales, orales y vaginales muy fuera de lo común, no se, fue raro y a la vez no me llamaba la atención, así que lo dejé por un momento, me quedé pensando en si todo eso iba hacer si termino la solicitud, quería investigar un poco más, ¿Voy a sacar las cérvix a las mujeres o el recto a los hombres o ambos?, ¿Voy a ser yo el quien de cómo cajón que no cierra o que me den a mi?, ¿No les da asco hacer eso del beso negro?, ¿Es posible durar mucho teniendo sexo?, ¿Consumirán Viagra para aguantar tanto tiempo?, ¿Mi cuerpo será el adecuado para eso? Y la interrogante más importante y que me tenía pensando mucho en ese tiempo, ¿Estaré hecho para eso?.

La verdad eran muchas interrogantes en ese momento que me sentí algo frustrado, me aburrí de ver todos esos vídeos obscenos que nunca en mi vida había visto hasta hoy, tenía que relajarme para pensar, era muy chico para eso, así que apagué la computadora, la guardé y me fui a mi cama para descansar un rato.

Mientras estaba acostado pensando en exactamente nada, sentí una mano en mi, una mano sobre mi propio miembro comenzando a subir y bajar por el largo de este, apretando un poquito la zona, que me hizo jadear un poco fuerte, era mi mano que me estaba haciendo sentir fuera del lugar.

Metí mi mano dentro de los pantalones, sintiendo la tela del bóxer. Seguí acariciando con la yema de los dedos índice y medio haciendo círculos sobre la base del pene, me hacía suspirar con cada caricia que me estaba dando, me estaba excitando, tanto que tuve que sacar mi mano de ahí para poder quitarme los pantalones y el boxer.  Mi pene quedó descubierto después de haberme quitado las prendas que las cubría, estaba erecto y muy despierto, tenía que darle su merecida atención porque me estaba desesperando, ese músculo me estaba doliendo, sentía como palpitaba el glande reclamando por atención, podía seguir dándole mi mano o al menos...

Agarré una almohada, me la puse entre las piernas, me empecé a frotar con ella, era un frote suave, rozando mi miembro sobre aquel objeto que me estaba causando mucho placer y suspiros.

Se me ocurrió la idea de subirme encima de ella y empecé a montarla, frotando nuevamente mi pene, no se si es falta de sexo o de placer o ambos pero la masturbación con una almohada era de lo más excitante que había experimentado en ese momento, cómo les había dicho antes ya no era virgen pero no sentía esas sensaciones que estaba teniendo, de hecho aveces me preguntó...porque cogí con alguien quién no me interesó desde un principio.

Mi pene enrrollado en la almohada, dando embestidas al objeto que me estaba excitando con cada penetración que daba, el sudor se hacía presente en mi frente, mis gemidis eran fuertes y algo agudos pero siendo masculinos, una de mis manos daba masajes, apretones y jalones a mi pezón, era mucha la sensibilidad que sentía en mi cuerpo, la zona de las mejillas las sentía muy calientes y rojas, todo como si estuviera en mi momento pornográfico.

Salió ese líquido blanco al que le llaman todos como semen de mi cuerpo, fue expulsado por medio de mi pene a chorros, quería seguir cogiendo con la almohada pero estaba muy cansado así que solo me cubrí con una manta muy delgada y me dormí.

Noche, desperté a la 1 de la mañana, el calor se hacía presente en mi cuerpo, las gotas de sudor resbalaban y no dejaba de sudar. Prendí un ventilador y fui por un vaso de agua pero no había, tuve que ir a la tienda para ir por ella.

Llegué a una tienda de autoservicio, había muchas cosas ahí, agarré un garrafón para que me lo cobraran. Una revista captó mi atención, había una de mujeres desnudas y otra de hombres desnudos, estaban censuradas claro pero se sabe que tipo de revistas son, agarré unas pero como era menor de edad tuve que sobornar al de la tienda para que me las pudiera vender y me las diera, después de comprar me fui a mi casa. 

Estando en mi cama, trataba de dormir pero no pude, trataba de quedarme quieto pero me inquietaba más, no sabía que podía hacer, eran las 3 de la mañana a esa hora no sabía que hacer porque no había actividad nocturna para mí, parece que vivía solo pero cada quien estaba en su asunto, nadie se metía en los asuntos ajenos pero si hago escándalo y eso los despertaría.

Acostado, en mi cama, pensando que hacer, ¿Que puedo hacer?. 

Vi la bolsa con las revistas que había comprado, estaban encima de mi escritorio, me levanté, tomé la bolsa y me puse a hojearla.

Mujeres, mujeres desnudas posando de manera obscena enseñando sus senos y culos grandes, sus vaginas enseñando los labios, el clítoris y el vello púbico, algunas de ellas cubrían una parte de su cuerpo pero la mayoría dejaban ver su desnudez, eran muy hermosas, de hermosos cuerpos.

También había comprado revista de hombres desnudos, me puse a explorarla viendo el contenido de esas páginas, muchos de ellos tenían las características de ser musculosos, tener los penes grandes o incluso enormes, unos glúteos bien trabajados y como en las revista de mujeres algunos llevaban prendas eróticas para dar un toque más sensual y provocativa.

Terminé de verlas pero algo más despertó, si mi amigo, mi miembro, mi pene como sea de su preferencia llamarle, después de ver todas esas imágenes eróticas y que se me hayan quedado grabado en mi mente pensando en cada parte del cuerpo de cada una de las personas que había visto desnudas hicieron que me excitara tanto que hasta tenía que atenderlo si no me iba a doler.

Me quité los pantalones de la pijama que traía puesta, luego el bóxer, me quedé mirando lo que estaba en frente de mis ojos, mi propio pene viéndome sin ojos, diciéndome sin palabras, tómame, hazte tuya con esa manos que tienes esta noche.

Acerqué el dedo índice por la abertura de la úretra, salía el líquido preseminal por la parte del orificio, tomé un poco de ello para jugar un poco en la zona donde estaba manipulando, esos movimientos que me estaba haciendo en el agujerito junto con el líquido hacían que perdiera la cordura, quería hacer cosas sucias, cosas tan sucias que nadie se hubiera imaginado de mi.

Tomé el líquido preseminal que estaba saliendo del orificio para llevarlo a la base del pene, dejándolo embarrado mientras empezaba hacer ligeros vaivenes con mi propia mano.

Con la otra mano me tapaba los gemidos que soltaba, no quería que se despertara mi hermano o mi abuela y me descubrieran masturbándome haciendo que uno perdiera la inocencia y el otro le diera un infarto, sería peligroso destaparme la boca debido a que gemía alto y más estando muy sensible, que bueno que eso no pasó.

La mano subía y bajaba con el líquido, brotaba más lubricante de mi pene, el glande me palpitaba y se veía rojo, rojo de cuando pasé las yemas de mis dedos encima de la cabeza, dando pellizcos, tratando de meter el meñique por el orificio y sacando el jugo que estaba extrayendo con el dedo.

Me gustaba disfrutar el placer que estaba sintiendo al manipular mi pene con las manos, jalaba fuerte el miembro hasta que me corrí. Todas mis sábanas manchadas de semen de la mañana y de esa noche, era un olor que quería seguir oliendo y una mojadez que quería seguir sintiendo.  El sudor de la frente me escurría, mi boca trataba de controlar la respiración y la sonrisa que estaba teniendo, cerré los ojos, ya estaba cansado y me dormí para el día siguiente seguir llenando mi solicitud.

Niño Porno (Taekook +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora