Los pecadores que terminan en el anillo del orgullo debe estar preparado para cualquier cambio que el infierno pueda causar en su cuerpo.
Desde adquirir cuernos, cambiar de tono piel, colmillos, incluso en casos mas agravados, adquirir una forma con características antropomorficas.
Sin embargo, a diferencia de los Imps, (habitantes del mismo infierno), los pecadores no podían concebir, tras haber tenido una vida en la tierra, dicho castigo era más que obvio, tomando en cuenta que todos ellos no eran mas que asesinos, psicópatas, degenerados, depravados, criminales de mente macabra y retorcida, no aptos para ser padres.
Lucifer, el ángel caído que cometió el pecado original, el rey del infierno, además de ser poderoso, tenía dones divinos y excepcionales.
El demonio de la radio jamás hubiera podido imaginar el alcance del poder celestial que el padre de Charlie podría tener.
Una noche de copas terminó en un acalorado y apasionado encuentro entre un pecador y un ángel caído.
Esa tonta, inocente y despreocupada mirada perdida que vio en Lucifer cuando lo conoció, no era mas que una fachada para encubrir todas las mañas, deseos e intenciones que este tenía.
Dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y Alastor lo confirma, Lucifer es un ser muy astuto y lleno de lujuria, podría decirse que demasiada.
— Y.... nunca te casaste o tuviste hijos?? — Cuestionó Lucifer con un vaso de bebida en su mano. Mareado y perdido en su divagación de palabras.
— No — contestó Alastor despreocupado.
— Nunca lo hiciste con nadie! — dijo en un tono burlesco, Alastor rodó los ojos, se estaba hartando, estaba dispuesto a irse cuando de pronto, Lucifer le sujetó la muñeca, impidiendolo.
— Espera, no hay prisa, ¿Quieres que te enseñe cómo se siente?.
Alastor se libro del agarre.
— No gracias , no estoy interesado — Lucifer lo siguió.
Alastor trató de intimidar a Lucifer usando su poderes y tirandolo hacia una pared.
Lucifer se sintió más incentivado y lujurioso con tal accionar...
— Uh, nada mal, pero puedes hacerlo mejor, intenta con más fuerza la próxima vez que lo intentes~
Alastor recordaba que de un momento a otro, terminó en el suelo, acorralado por las enormes alas de Lucifer, su mirada casi hipnotica, su respiración a la altura del cuello, el rey del infierno estaba hambriento de deseo.
Lucifer sabe cómo complacer y ser complacido, conoce los puntos exactos donde tocar para regocijarse con los gemidos que sale casi de forma automática con el solo roce de sus dedos, sabe dónde besar y donde arañar, calcula la velocidad, la intensidad, incluso el momento exacto para dar y sentir más placer al acto carnal.
Y Alastor terminó siendo un excelente aprendiz, correspondiendo a los besos de la misma forma, con la misma intensidad, logrando seguirle el ritmo.
No puede decir que no lo disfrutó, jamás en su vida humana había tenido relaciones, ya sea por falta de interés, o porque le parecía frívolo y poco interesante, y obviamente, prefería mil veces estar solo, en su propia compañía, con sus propios pensamientos.
Solo Lucifer, un ser divino, pudo cambiar ese pensamiento, ofreciéndole una experiencia inolvidable, siendo tan cuidadoso, y tan violento a la vez, enseñándole cómo realizar el acto más íntimo que el libre albedrio podía ofrecer a la creación de Dios.
Un acto divino.
Y Alastor se odiaba por haberlo disfrutado tanto.
Odiaba a Lucifer y todo lo que este representaba.
Odiaba su estupidez y su pensamiento infantil, no lo consideraba merecedor de todo ese poder.
Era el principal obstáculo para culminar sus planes.
Lucifer no era merecedor del trono.
Juró nunca más volver a compartir bebidas con el rey del infierno.
Es más, ni si quiera deseaba encontrarse o cruzar palabras con él, y Lucifer parecía estar de acuerdo.
Tiempo después, empezaron los sintomas y consecuencias de su mal comportamiento... Alastor solía ser el primero en despertarse y saludar a sus compañeros de trabajo, con algunas suaves melodías de jazz para comenzar el día.
Pasaron 4 semanas de lo ocurrido, ya era mediodía y Alastor recién bajó las escaleras. Ultimadamente dormía más que de costumbre.
— Alastor estás bien? — Charlie fue la primera en cuestionar al demonio de la radio al verlo con una expresión más agotado.
— Por su puesto que sí, querida, solo me trasnoché para desempolvar el atico del hotel. — inventó.
— ¿Este lugar tiene ático? — preguntó Angel con curiosidad, sin embargo, la sombra de Alastor le dió un empujón. Menos mal, Charlie no cuestionó esa situación.
— Deberías descansar, tomarte el día libre, trabajas mucho para que el hotel funcione correctamente. Ve a dormir, Alastor.
Normalmente, el orgullo de Alastor le impediría hacer caso a la princesita de Lucifer, pero ante tanta insistencia, cedió y volvió a su habitación a dormir, se sentía doblemente cansado, sin ganas de comer, el aroma a sangre y cebolla frita con salsas le daba náuseas.
Solo podía pensar que algo le cayó verdaderamente mal.
Malditas tripas.
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𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐄𝐍𝐆𝐄𝐍𝐃𝐑𝐎 (Appleradio) || Mpreg
Fanfiction╽?ྀྀ༘ ꩜༴ 🌺 ° La clásica historia donde Lucifer y Alastor se pasan de copas y tras una noche de pasión, Alastor queda embarazado y nadie sabe cómo exactamente. El proceso es complicado, Alastor solo encuentra consuelo en ver tal situación como un mo...