𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐄𝐍𝐆𝐄𝐍𝐃𝐑𝐎 (Appleradio) || Mpreg

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Alastor llegó a pensar que su malestar se trataba de una infección interna, quizás alguna secuela que le dejó el ataque de Adam, aunque eso haya pasado hace bastante tiempo.

A dos meses de lo ocurrido, el hotel estaba en calma, los huéspedes recién llegados trataban de ser "mejores personas".

Nifty limpiaba el vestíbulo, Husk limpiaba las botellas de licor de primera calidad, Angel ya no coqueteaba ni se ofrecía ante él, ahora platicaban tranquilamente como dos buenos amigos, Charlie imparte sus clases de buena conducta a los nuevos huéspedes, Vaggie siempre vigilando que todos ellos presten atención a su novia y no se pasen de la raya.

Todos tenían una función que realizar en el Hotel, excepto con uno de ellos, algo andaba mal con Alastor, ya no salía animoso como antes, el Jazz suave que colocaba en su estación de radio dejó de transmitirse a primera hora, ya casi no se lo veía deambular por el Hotel, siempre encerrado y aislado de todos, Husk también mostró interés en su situación ya que un par de noches atras, tomó completamente desprevenido a Alastor cuando esté vomitó al estar subiendo las escaleras. Husk sabe que el demonio radio siempre mantenía la compostura y rara vez bebía o consumía algo hasta el punto de intoxicarse, algo no estaba bien, no era normal, ¿qué habría pasado?.

Una vez más, Alastor corrió hacia el baño cuando sintió el aroma a frituras en el ambiente, era la tercera vez en el día que devolvía la comida.

Ya casi no come, era preferible estar en ayunas que correr al baño a cada momento.

Maldijo en silencio.

Algo en su interior deseaba mantenerse en la bendita ignorancia.

Una tarde, descubrió que sus poderes y habilidades estaban disminuyendo, estaba en su estacion de radio, su micrófono comenzó a fallar, sus habilidades dejaron de serle útiles, tenía que revisar el sistema manualmente, no sabe en qué momento exactamente, pero al levantarse del asiento, todo se oscureció, perdió el conocimiento, y cuando despertó, estaba en su habitación con Lucifer a su lado.

Antes de hablar y exaltarse, el señor del infierno le dió la terrible noticia, aquella que cambiaría su vida rotundamente.

— Charlie me dijo que no te sientes bien y...— suspiró - Seré rápido, es probable que la razón de todo esto sea porque llevas a mi hijo en tu interior...

¿¡Qué!?

¿Qué clase de explicación fué esa?

Era biológicamente imposible.

Alastor se enfadó ante semejante tontería, expulsó a Lucifer de la habitación, olvidando e ignorando el rango de poder que este tiene en el infierno, se despojó de su ropa y camisas, estudió su reflejo en el espejo, su estómago no era diferente a su apariencia normal. Sin embargo, un poco más abajo de su estómago, había una pequeña curvatura en la cintura del demonio que no había estado allí antes, sus caderas se ensancharon levemente, era más que visible.

"Mierda."

Alastor pasó por las 5 etapas semejantes a un duelo.

La negación, se negó a creer que estaba embarazado, era ridículo, tonto, desquiciado, imposible, en primer lugar, fué una sola vez, su primera vez, en segundo lugar, era un hombre , carente de útero y óvulos, no había explicación lógica para recibir semejante noticia!.

Le siguió la ira, destrozó sus muebles y todo lo que había en su habitación, maldijo mil veces a Lucifer y también se maldijo a si mismo.

Posteriormente se calmó y al anochecer, decidió acudir a la diplomacia, volvió a vestirse y buscar a Lucifer con la intención de negociar.

—Tu no quieres esto, yo no quiero esto, ¿Qué tal si hacemos un trato? tú me liberas de este lío en el que nos metiste y a cambio yo te doy lo que quieras, majestad ¿Qué dice?.

Lucifer no se veía convencido, le explicó que a estas alturas del embarazo, interrumpir el proceso era prácticamente imposible sin arriesgar su propia vida, pues, no se trataba de un bebé cualquiera, sino del hijo de un ángel caído, el señor del infierno, le recomendó no hacer esfuerzo, cargar con un bebé de aura celestial y a la vez demoniaca no seria tarea fácil, necesitaba de mucha fuerza y poco a poco consumiría gran parte de su energía, por eso ni si quiera podía usar sus poderes plenamente.

Ante la negación de Lucifer y las nulas posibilidades para salir de esta situación, Alastor entro en un estado de aislamiento y depresión, la semana siguiente no comió nada, no salía de su cuarto, casi no dormía, se resistió a ceder al sueño para buscar cualquier hechizo, receta, método, algo que lo libre de este engendro que poco a poco arrasaría con toda su energía.

Por otro lado, Lucifer no se rindió en ese proceso, también se trataba de su hijo, de vez en cuando se metía a la habitación de Alastor como podía, cambiando de forma, encontraba una ranura por un hueco en la pared, o al final se transportaba mediante portales y ya.

Todo con la intención de ofrecerle comida saludable, prácticamente "amenazó" a Alastor para que accediera, descubrió cómo lidiar con su terquedad:

— Si no sobrevives al parto por debilidad, de todas formas tendré a mi hijo y nos quedaremos con tu estación radial.

Frases sin sentido que de algun modo, llegaron al orgullo de Alastor, ya que accedió a comer para ganar fuerzas, al mismo tiempo, Lucifer se aseguraba que no hiciera o consumiera nada peligroso como para dañar a su futuro hijo o hija.

— Mira, se que estás igual de frustrado que yo, aunque no lo demuestres, ¿qué tal si te ofrezco otro trato?.