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— Solo hasta que el pequeño pueda sentirse cómodo y tranquilo... ya que al parecer, su progenitor no es lo suficientemente fuerte como para lidiar solo con esto...

Alastor podía ser paciente y tolerar cualquier cosa que Lucifer le dijera para molestarlo, pero está vez, le dió justamente en el orgullo, destrozando su ego y acabando con la poca tolerancia que tenía al señor del infierno.

— Fuera de aquí — Dijo Alastor de forma firme y cortante.

— Por favor, no te hagas al ofendido.

— Lárgate! ¡AHORA! — En un ataque de ira, Alastor lanzó a Lucifer fuera de su habitación, fue un lapsus que nadie esperaba, ni Lucifer, ni el mismo Alastor.

El señor del infierno se estrelló contra la pared del pasillo, la cual terminó rajada,  la puerta de la habitación de Alastor se cerró y fué sellada por completo con quién sabe que tipo de mágia demoníaca o hechizo.

— Dijiste que no tenías tus poderes!

Reclamó Lucifer volviendo a ponerse de pie, quitándose el polvo del mismo.
Charlie y Vaggie escucharon el estruendo.

— ¿Qué pasó aquí?

— No lo sé, me atacó de repente!

— ¿Qué le hiciste?

— No hice nada!

Alastor escuchaba las quejas de Lucifer desde el otro lado de la puerta, también quedó sorprendido por el repentino regreso de sus poderes, o algo parecido... estos no tenían ese característico color oscuro, ni tampoco la forma de tentáculos.

Fue más bien, una ráfaga de viento, energía transparente, invisible e imperceptible, proveniente de su cuerpo, pero no de su escencia oscura propia.

No podía tratarse de otra cosa...

Agradeció mentalmente a la criatura en su vientre por permitirle usar un poco de su energía, la primera interacción directa que tenía con ese bebé.

— Tu padre es muy idiota — susurró, colocando una mano sobre el ya no tan pequeño bultito en su vientre — casi siento lastima de dejarte con alguien tan patético... Pero así debe ser... Puedo con esto.

Puedo con esto.

Es temporal.

Puedo con esto.

Se repitió mentalmente. No se ofendió porque Lucifer le dije débil, se ofendió porque era verdad, aunque no era su culpa, su trato le había traído muchas consecuencias, la pérdida de gran parte de su fuerza era una de ellas...

Mientras tanto, afuera, un confundido y molesto Lucifer explicaba los detalles de la conversación a su hija y a Vaggie.

— ¿Cómo pudiste decir eso?

— Charlie, estábamos hablando de la forma más calmada, y tranquila posible, él es quien lo arruina todo! se comporta de forma tan cuestionable, no puedes culparme por pensar que está fingiendo solo para sacar provecho a la situación.

— Eso no te justifica, lo que dijiste es muy ofensivo! — Charlie cruzó los brazos y lo miró de forma seria.

— Charlie tiene razón, majestad — apoyó Vaggie — Alastor no me cae bien, podrá ser el demonio más mentiroso, arrogante y creído, pero no es dramático, jamás fingiria con algo tan grave.

— Sí! Y si Husk y yo decidimos contarte sobre lo sucedido fué para que busques la manera de ayudarlo, no para que lo juzgues y ofendas ¿A caso no sabes que el embarazo puede poner sensible a la madre?

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐄𝐍𝐆𝐄𝐍𝐃𝐑𝐎 (Appleradio) || MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora