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Cuando llegó el momento de dar la noticia al personal más antiguo del hotel, Alastor llegó a pensar que harían cientos de preguntas sobre las circunstancias en las que sucedió y su repentino cambio físico, pero sorprendentemente, lo tomaron con relativa calma, sin juzgamiento de por medio, por su puesto, se trataba de un proceso previamente planificado para evitarle disgustos e incomodidades.

Además, el ligero cambio de look del demonio radio ayudó a disimular la pancita, tanta fué su insistencia por continuar vistiendo elegante que cambió ligeramente el modelo de su traje a uno menos entallado, todavía podía disimular ante las miradas ajenas.

— Es una gran noticia — dijo Angel con picardía — ahora puedo confirmar que eres el de abajo.

Recibió miradas juzgadoras y empujones de parte de todos, temerosos a que Alastor se enfade, pero este pareció tomarlo con calma.

— Felicidades Alastor, estoy emocionada por conocer a mi hermano o hermana, y todos en el hotel haremos lo mejor para que te sientas cómodo y tranquilo ¿verdad chicos? — Expresó Charlie con su tono de voz animoso, precisamente para cambiar de tema.

Todos los integrantes asintieron.

— Gracias querida, también espero que puedas conocer a este bebé lo más pronto posible.

Expresó.

Y así sería, al tratarse de un embarazo reducido, un aproximado de 6 a 7 meses.

Alastor ya casi estaba a mitad de camino, la etapa mas complicada...

Por otra parte, Husk desmintió todas sus teorías con respecto a lo sucedido con Alastor, jamás hubiera imaginado al temido demonio de la radio como un modelo paterno.

Poco o nada le importaba si el y Lucifer mantenían un romance a escondidas, o si lo habían hecho por accidente, nada de eso es importante, pero no podía evitar sentir lastima por ese pequeño que estaba por venir, ¿Qué planes tendría su malvado progenitor para él?.

A la mañana siguiente, era temprano cuando Husk se encontraba limpiando algunas de las botellas más polvorientas, eso hasta que cierto señor supremo se dejó caer frente a él, apoyándose en la barra de forma inmediata, sus uñas casi se enmarcaron sobre la madera, y su respiración era agitada.

Los poderes de Alastor no funcionaban, y esta repentina inestabilidad lo tomó desprevenido, no tuvo más remedio que buscar apoyo en lo primero que vió.

— No te daré licor, lo sabes -- dijo Husk sin demostrar mucho interés.

— Gracias de nuevo por recordarme que ni si quiera puedo beber — expresó el demonio sin querer mirarlo de frente.

Husk rodó los ojos.

— Y ahora que tienes? — Preguntó mientras colocaba la botella nuevamente en su lugar. — Si vas a vomitar, vete de mi bar.

— Nada... Solo necesito un minuto para reponerme.

En realidad, se trataba de un proceso macabro, doloroso y completamente anti natural, la llegada del nuevo bebé recién comenzaba a causar estragos en el cuerpo de Alastor, era obvio que no estaba preparado para cargar con una nueva vida, su delgada figura no soportaría al bebé, tenía que haber espacio, y el proceso provocaba que la tensión y contraccion de sus músculos fuera inminente, lo peor fue que ese proceso lo sorprendió en el momento menos pensado.

Alastor, tan orgulloso como siempre, jamás admitiría estar incómodo o adolorido.

— Tu espalda te está matando ¿No? — Husk miró al contrario antes de limpiarse las manos en el delantal y salir detrás de la barra.

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐄𝐍𝐆𝐄𝐍𝐃𝐑𝐎 (Appleradio) || MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora