Darwin soltó una risa, mas bien una carcajada ante los chistes de Barnaby, era un perro grande, y aunque su tamaño le intimido al principio, rápidamente con ese carácter tan dulce y sus bromas, se sintió aliviado. Aquellos parecían felices con la presencia del humano, queriendo su atención y tiempo para jugar, era divertido hasta cierto punto, pero bastante frustrante, no podías estar solo ni un solo minutos sin que Sally o Ponny, ¡Incluso Franky!, querían enseñarle cosas que lograban o aprendían, Julie era más tranquila, sabía respetar su espacio pero bastante cariñosa.
── Nos falta presentarte una persona mas. Dijo Julie con una sonrisa completamente feliz y animada.
Darwin frunció el ceño, hasta que escucho una voz, se giro para observar a alguien, un poco mas alto que su persona, de igual tonalidad y apariencia colorida como sus demás vecinos.
— Hola nuevo vecino. Saludó con amabilidad aquel hombre, su voz era rara, para no decir extraña, sonaba muy tranquila al punto de sonar irritante a sus oídos, algo extraña por lo rasposa de la misma. ── Me llamo Wally Darling, mis amigos me dicen Wally.
El muchacho sonrió con timidez retrocediendo un poco por lo cerca que estaba de su cara, casi ocultándose detrás de Julie, esa acción no le agrado a la marioneta de mirada tranquila, aún así fingió la mejor de las sonrisas.
── Mucho gusto, soy Darwin.
Eso extraño al de pelo azul, quien entrecerro los ojos, parecía ser el único de entre todos los demás que reconoció su mentira.
— ¿nos vas a acompañar a comer?. Preguntó Julie con una sonrisa.
── ¿comer?, por Dios, muero de hambre, por favor.
Cada uno fue hacia el hogar de la chica, había horneado pastelillos, el pobre humano devoro como si fuera el manjar de la historia, desde que despertó había estado sin comer, juraba que se iba a desmayar sino comía algo.
── están deliciosos. Hablo con la boca llena de glaseado, la rubia soltó una risa por aquello ── eres la mejor.
Wally soltó la magdalena por ello, observando a su amiga sonriente por el cumplido, incluso algo roja, la miró fijamente antes que desviar su atención al humano.
Una mirada llena de ira se posaba en esos ojos vacíos, ¿la mejor?, ¡Él era el mejor!, mejor que cualquiera de aquí, aún así sostuvo su sonrisa y su tranquilidad.
── se está haciendo tarde, debo volver a casa a descansar, muchas gracias por la comida, Julie. Agradeció de nuevo por la comida, algo dulce alivianaba su corazón, casi olvidando por completo la situación.
Se levantó de su silla, hace unos momentos los demás se habían ido, el último fue Barnaby, dijo que limpiar su ático no podía detenerse por deliciosos pastelillos, los demás estaban igual de ocupados.
── yo te acompañaré a Casa, Darwin. Dijo Wally levantándose de su asiento para acercarse a la puerta, mostrándose caballeroso y abriendo la misma para que pasara su futuro acompañante.
── ¿claro?. Dudó pero al ver la oscuridad y los pocos faros, decidió aceptar, aceptar con miedo.
Un humano tiene siente una intuición aguda, aunque no podes ver las intenciones de los demás, cuando nos sentimos en peligro, un nuevo sentido nace en nosotros, supervivencia, no podía negar por varias razones, Wally podría enojarse, ¿por qué temer a un buen vecino?, negando sus propias preguntas.
El camino a casa iba a ser largo, incluso si fueran 5 minutos, serían eternos a lado de quien podía hacerte sentir en peligro.
── Estoy dudando de que realmente te llames, Darwin.
El nombrado, se detuvo mirando a este con pánico, rápidamente soltó una risa nerviosa.
── Eres un gran bromista, justo como lo dijo Barnaby. Quiso desviar su atención del tema, para seguir caminando rápido.
Wally mostró seriedad por unos segundos antes de seguirle el paso, volviendo a esa característica sonrisa y mirada suya.
── ¡Claro que lo soy!, ¡Ja ja ja!. Río de manera extraña, Darwin suspiró aliviado. ── Tienes un nombre muy bonito.
── Oh, gracias, tú también. Le regalo una sonrisa para mirar de nuevo al frente.
── Lo sé, mi nombre es perfecto, bonito soy yo.
Eso le extraño completamente, no pensó discutir mas que afirmar con la cabeza mostrando estar de acuerdo, cosa que le agrado completamente al títere sin hilos.
A los ojos de Wally, Darwin era adorable, incluso podía admitir, casi perfecto, nadie le quitaba ese puesto, NADIE, menos pensaba compartirlo, era curioso su color de piel, tostada, esa textura suave que poseía y casi brillosa por el sudor, envidiaba eso, sus ojos claros, casi azul grisácea, sus labios que adornaban una bonita sonrisa que regalaba a sus vecinos. . . Pero no a él, quería esa atención, la necesitaba como los demás, ellos la tenían fácil.
── Bueno, llegamos, Fue. . . Un placer tenerte de acompañante, espero verte mañana, buenas noches Wally. Sonrió un poco para despedirse con un rápido abrazo para luego entrar y cerrar la puerta de golpe.
── Claro que nos veremos mañana, solo tú y yo. Murmuró antes de irse, se quedó extrañado por el contacto físico, mientras no lo ensuciara o arrugara su traje, no se iba a molestar. ── ¿cuándo sabrá que su nombre real es William?.
No había mucho que hacer, solo esperar a que lo recuerde todo, era cuestión de tiempo que comience la verdadera diversión.
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¡Bienvenido Vecino! | Wally × Lector
FanfictionNo importa cuantas veces te lo preguntes, la respuesta siempre tendría una sola mirada suya. - Fanfic mal hecho - muerte de personajes - Welcome home - Para la realización de este Fanfic fue modificado los escenarios y algo de su "lore".