No importa cuantas veces te lo preguntes, la respuesta siempre tendría una sola mirada suya.
- Fanfic mal hecho
- muerte de personajes
- Welcome home
- Para la realización de este Fanfic fue modificado los escenarios y algo de su "lore".
Había llegado al estudio junto a sus amigos, por así llamarlos, ninguno parecía contento, en sus rostros se veía la molestia e incomodidad, William solo les dio paso al terreno abandonado, suspirando y pidiendo que acabe una vez por todas ese infierno, el estudio no se veía mal, a pesar de los años y las malezas donde se camino por la estructura, estaba perfectamente bien, estable, solo se podía escuchar las pisadas sobre la vieja madera, Karl observaba con desprecio a William, quien hacia lo posible por ignorar la mirada.
── ¿Ya vas a empezar con tus mariconadas?. Escupió con burla al contrario que puso los ojos en blanco.
── ¿por qué no vas a pedirle a tu papá consejos para ser un hombre?, oh cierto, no tienes. Devolvió el ataque, Karl apretó los puños, el muchacho se dedico a acercarse a la vitrina, quitando con cuidado al muñeco, observándolo con nostalgia, repentinamente sintió un manotazo, soltando aquella marioneta. ── ¿¡Qué demonios te pasa!?.
La discusión entre ambos hombres se había intensificado con insultos a empujones, la marioneta vio su ojo hacia el bravucón, observándolo.
── ¿¡Sabes qué!?, ¡ojalá te mueras pronto!. Empujó con bastante fuerza.
William perdió el equilibro yendo hacia atrás, lo último que sintió fue algo frío atravesando su pecho, el dolor agudo junto a la calidez de su sangre hicieron que gritará, los ojos de Karl se abrieron con sorpresa, la había cagado.
── ¿¡Qué carajos hiciste!?. Llegaron las mujeres con papeles en mano, ante la escena quisieron vomitar, Belén trato de ayudar pero fue arrastrada fuera de la salida debido a que el lugar comenzó a temblar. ── ¡No podemos dejarlo así!
── ¡Que se joda, esta jodido y muerto!.
William con sus últimas fuerzas logró salir del fierro, cayendo al polvoriento suelo, sentía frío, miedo, borrosa se volvía su vista, su corazón iba latiendo cada vez mas despacio, lo último que vio fue una silueta alta que le acaricio la mejilla, de allí, todo fue oscuro.
Abrió los ojos repentinamente, como si se estuviera ahogando, el aire de sus pulmones ingreso en una bocanada tociendo por ello, su garganta estaba seca, a pesar de no ser humano, el agua parecía vital aún, ¿Wally le decía la verdad?, ¿realmente podía confiar en su palabra?, no quería desconfiar, temía por alguna razón, ¿había algo más?, no sabía responderse eso, su cabeza borraba sus propias ideas, se levantó de la cama colocándose unas pantuflas que definitivamente no era suya, mirando bien la habitación, tampoco era suya, bueno, desde que llegó nada era suyo, solo algo que Wally le otorgó.
Sin decir nada recorrió el cuarto, encendiendo la luz logró ver mejor su panorama, cuadros, en un rincón un taburete con lienzos en blancos, seguro la pintura era guardada en el cajón, se acercó al escritorio, con sumo cuidado la abrió, pero tan pronto se abrió se cerró de golpe asustando al pobre muchacho, quien se indigno por eso, hasta que otro cajón abajo se abrió, lastimando su pierna, soltando asi la manija de esta.
── Cajón de mierd. . . Ni te quería ver. Como si el objeto inanimado le fuera a responder, se sobo el golpe para girarse e ir a la puerta pero tampoco abría.
Extrañado por ello, volvió a intentar, de a poco iba subiendo su desesperación, de tantos intentos se abrió por completo, dejando ver allí al dueño de sus pesadillas, Wally.
── Veo que estas despierto. Dijo con una sonrisa alegre por el regreso.
"No baboso, soy sonámbulo"
Una desconfianza ingreso en su cuerpo como una corriente, alejándose con torpeza de este, ¿fingía demencia?, ¿otra actitud?, él mismo lo dijo, le podía resetear sus recuerdos, iniciar de nuevo, respiro profundo para ladear la cabeza.
── ¿cómo lleguéaquí?. Preguntó William con timidez, sentía demasiado miedo ante esa mirada, si era cierto que estaba muerto y probablemente esté fuera el infierno, debía ser bueno con quien ahora era el diablo.
── Te traje luego de caer inconsciente. . . ¿Tienes hambre?, hice un delicioso pastel de manzanas, te encantará. Ni siquiera pudo responder cuando sintió la mano de Wally agarrar la suya.
El pelirrojo lo notó diferente, examinando a este, no traía su vestimenta habitual, era un pijama y su cabello.
── No me jodas, ¿te bañaste?. Y aquel comentario salio en voz alta, tomando por sorpresa al contrario.
La risa de Wally no tardó en salir por lo espontáneo de la pregunta, sinceramente esperaba de todo, insultos, maltratos, gritos pero ¿eso?, no, jamás, su cabello estaba suelto, largo no en ese copete de siempre.
── "Que risa mas rara". Pensó con una mueca para llegar a la cocina, la de Wally era como la de Julie pero colores del arcoiris, se acercó a la ventana, era de día y los vecinos a lo lejos hacían hacían actividades, estaba celoso de eso, tenían libertad al menos para salir, aunque tratara de escapar, temía en desaparecer.
Wally observo donde miraban, entrecerrando los ojos, agarro un cuchillo, cosa que asustó a William, retrocedió un poco, para verlo cortar la tarta, creo las cosas afiladas le generaron un trauma, tocó su pecho, justo donde el hierro atravesó.
── Karl fue muy duro contigo, ¿no es así?.
── No se de que hablas. Fingió demencia por fin.
El de pelo azul, bajo el cuchillo, William seguía mirando la ventana, sintió la presencia ajena detrás suyo, apegando su cuerpo mientras las manos de este subían justo donde el metal oxidado traspasó, otro recuerdo, cerró los ojos, completamente apenado.
── ¿Sabes?, mis intenciones nunca fueron malas, mis acciones sí. Pauso apoyando su mentón en el hombro ajeno, ahora podían ver su reflejo en la ventana, hacia círculos sobre su pecho, juraba que allí tenía una cicatriz, que ni el mismo Wally podia a reparar. ── Solo quiero tu bienestar, deja de alejarme.
── ¿Qué me asegura que buscas mi bienestar?. Preguntó para girarse y encararlo.
La sonrisa de Wally no tenía precio, menos la mirada que cargaba, tenía lo que quería, la atención del chico, acorralandolo contra la encimera se acercó a su oído.
── haría lo que fuera por ti, vecino, solo debes acoplartea este mundo.
── ¿qué debo hacer?.
── Te daré un trabajo, solo actúa para mi.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.